Abbas anuncia un cónclave para designar a su sucesor en la inoperante Autoridad Palestina

Mahmud Abbas busca sucesor al frente la inoperante Autoridad Palestina a sus 90 años. Para ello, se ha decidido crear la figura de vicepresidente del Comité Ejecutivo de la OLP con vistas a preparar una sucesión ordenada de un mandato que no ha sido refrendado en las urnas desde 2009.

Se busca sucesor para Mahmud Abbas al frente de la inoperante Autoridad Palestina. Un sucesor, evidentemente, que no se someta al veredicto de las urnas, que no se convocan desde 2006. El mandato de Abbas concluía en diciembre de 2009 pero se decidió extenderlo hasta hoy. Los 90 años del mandatario son una evidencia de que hay que preparar una sucesión, ordenada a ser posible.

De este modo, el Consejo Central Palestino ha decidido crear el cargo de vicepresidente del Comité Ejecutivo de la OLP, que también preside Abbas. Todo ello, con el objetivo de ungir al heredero. El elegido será nombrado asimismo «vicepresidente del Estado de Palestina», en referencia a la Autoridad Palestina, que actualmente solo tiene jurisdicción en las zonas de Cisjordania que no han sido colonizadas por los sionistas.

Según informa la agencia WAFA, la reunió se celebró en Ramallah y contó con 170 asistentes, de los que varios participaron a través de Zoom. Solo uno votó en contra de la propuesta y hubo una abstención.

Abbas elige al sucesor

El texto aprobado señala que será Abbas quien proponga el candidato para este nuevo cargo y que deberá escogerlo entre los quince miembros del Comité Ejecutivo de la OLP, que serán quienes votarán su designación. Entre sus miembros, la mayoría son integrantes de Al-Fatah, como el propio Abbas o el secretario general Hussein al-Sheikh, aunque también hay representantes de fuerzas como el Frente de Liberación Árabe, el Frente de Lucha Popular Palestina, el FLDP, el PPP o el Frente para la Liberación de Palestina. No están representados grupos que han optado por la resistencia como Hamas, el FPLP (miembro de la OLP) o la Yihad Islámica.

Hamas ha criticado esta decisión, calificándola de «profunda decepción nacional» y acusando de «ignorar las esperanzas y aspiraciones del pueblo palestino» y el diálogo entre grupos palestinos, especialmente el Acuerdo de Pekín, alcanzado bajo mediación china en julio de 2024 y que aboga por la «formación de un gobierno de consenso».

Rechazo de Hamas

«La reunión se celebró tras 18 meses de masacres, destrucción y hambruna, y sus resultados y decisiones no reflejaron la más mínima respuesta nacional al papel que se exige a las instituciones oficiales palestina», señala Hamas en un comunicado publicado en el diario ‘Filastin’.

Por ello, llama al boicot a este encuentro como «un claro mensaje de rechazo al golpe contra el espíritu de unidad nacional y la hegemonía sobre las instituciones de la OLP» y aboga por «una estrategia nacional única y global que abarque todas las formas de resistencia contra la ocupación».

Las últimas manifestaciones de Abbas, en cambio, parecen ir en contra de ese espíritu de reconciliación y de unidad nacional. Este mismo miércoles instó a Hamas a liberar a los rehenes israelíes que tiene en Gaza, señalando que sirven de «pretexto» para que la entidad sionista siga cometiendo crímenes en ese territorio.

Apoyo occidental

Hace apenas dos semanas, el 14 de abril, durante una conversación telefónica con Abbas, el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, le instaba a «descartar a Hamas y a reformar la Autoridad Palestina para avanzar hacia la solución política de los dos estados».

Macron, de este modo, defiende la solución de los dos estados que convivirían que se atisbaba en los Acuerdos de Oslo, pero que no ha servido más que para profundizar en la colonización de Cisjordania y de Jerusalén Este y para bloquear y arrasar Gaza. Eso sí, crearon la denominada Autoridad Nacional Palestina, que ha derivado en un ente inoperante y cuya principal actividad es garantizar la seguridad de Israel y de sus colonias ilegales. Construir dos estados sobre esas bases no deja de ser una quimera.