Pogacar sentencia el Critérium Daupinhé con un ataque demoledor a falta de 12 kilómetros
El corredor esloveno del UAE se ha marchado en la subida y su principal rival en el próximo Tour, Jonas Vingegaard, solo le ha podido seguir 100 metros hasta que se ha dedicado a perseguirlo desde la distancia.
El esloveno Tadej Pogacar (UAE) se ha adjudicado la tercera victoria en esta edición del Critérium Dauphiné con una ataque demoledor a falta de menos de 12 kilómetros para la meta de la etapa reina y, si no pasa nada raro, este domingo se adjudicará la carrera, antesala del Tour donde irá con más motivación aún.
Su principal rival en Daupinhé y en el Tour, el danés Jonas Vingegaard (Visma), solo le ha podido seguir 50 metros, y después se ha dedicado a perseguirlo desde la distancia. Pogacar se ha dejado ir y el danés ha cruzado la línea de meta de Valmeinier 1800 a 14 segundos del esloveno.
Luego ha pasado el alemán Florian Lipowitz a 1:21, Evenepoel hundido a 2:39 y el grupo de los Enric Mas y Carlos Rodríguez a 3:49.
Otro mazazo de Pogacar, quien ha renunciado en meta a considerarse ganador final «porque falta una etapa». Cierto, pero la ventaja y, sobre todo, su estado de forma no permiten pensar de otra manera diferente al triunfo final. Vingegaard está a 1:01 minutos, Lipowitz a 2:21 y Evenepoel a 4:11.
Etapa reina por todo lo alto que bien podría pertenecer al menú destacado del Tour, con dos puertos legendarios que asoman por encima de los 2.000 metros, como La Madeleine y la Croix de Fer, para terminar en Valmeinier. Un escenario donde se han prendido los cohetes nada más comenzar la etapa con el Visma de Vingegaard dispuesto a establecer una estrategia de futuro para el danés.
Ha atacado de inicio Campenaerts en la aproximación a La Madeleine, luego se ha movido Jorgenson y más tarde Kuss. Los hombres del danés querían entrar en un proyecto de escapada que ha buscado más que nadie el francés Bardet, quien desea retirarse del ciclismo este domingo levantando los brazos.
Se han marchado 12 hombres, el mejor clasificado Kuss a 6:24 minutos. El líder Tadej Pogacar ha puesto a sus escoltas a tirar del grupo con Soler y Narváez. La subida de 24,7 km al 6,1% al puerto de categoría especial ha hecho la primera gran selección.
La diferencia de los fugados se ha ido reduciendo a medida que se ascendía el segundo gran obstáculo del día, La Croix de Fer (Especial, 22,4 km al 7%) un clásico del Tour desde 1947, asomando su majestuosidad a 2.067 metros. Ha coronado en cabeza Santiago Buitrago al mando de un grupo de 9 que ya tenía al de Pogacar a 15 segundos.
En la bajada solo Bardet ha insistido por ir delante, destacado, soñando con una maravillosa retirada. El ciclista de Brioude ha abierto medio minuto sobre la veintena de corredores que habían decidido jugar sus respectivas cartas en la última escalada hasta Valmeinier.
Nuevo festival de Pogacar en Valmeinier
El ascenso a Valmeinier 1800 era inédito, tanto en Dauphiné como en el Tour, pero es un punto de paso en las concentraciones de altura que hacen los equipos por la zona. Desde Saint-Michel-de-Maurienne, los primeros 9 kilómetros del puerto comparten carretera con el Col du Télégraphe, otro emblema del ciclismo.
Bardet ha empezado a trepar los últimos 16 km de etapa al 6,8% con 37 segundos de adelanto. ¿Alcanzaría el sueño perfecto? No lo ha puesto fácil el Decathlon tirando del grupo selecto con el joven de 18 años francés Paul Seixas. El ritmo elevado ha terminado con el ímpetu de Bardet a 13 km de meta, coincidiendo con un ataque de Kuss.
Un hombre de Vingegaard al comando, pero un ataque 'de peseta' ha despertado a la fiera. A 12 km de la cima ha saltado Pogacar como un cohete. El danés ha tratado de seguirlo, pero solo ha aguantado 100 metros. El triple campeón del Tour ha iniciado un festival en solitario de los habituales, de esos que le están convirtiendo en un ciclista de época.
El resto, condenado a sobrevivir. Resignación compartida entre Vingegaard, que subía a su ritmo, para Lipowitz, corredor que cotiza al alza, y para Evenepoel, comprobando que en montaña va a sufrir en el Tour. Una lección sobrecogedora de Pogacar, concluyente.
El patrón del ciclismo mundial, el hombre del arcoíris, ha llegado con aire fresco, tranquilo; sus rivales con gestos claros de sufrimiento. Esa es la diferencia. Pogacar está a dos victorias del número 100. Y queda la jornada del domingo. Si gana la etapa, cruzará esa frontera y se acercará un poco más a Eddy Merckx, su referencia histórica.
Este domingo se disputa la octava y última etapa entre Val-d'Arc y Plateau du Mont-Cenis, de 133,3 km. Jornada de montaña con 6 puertos y perfil ascendente desde el ecuador del recorrido que será determinante para fijar el podio final. La última batalla hasta meta se librará en una subida que llega a cota superior a los 2.000 metros tras 9,6 km al 6,9% de media.