Detenida y aislada por el Ejército, Aung San Suu Kyi cumple 80 años
La depuesta líder birmana Aung San Suu Kyi cumplió 80 años detenida e incomunicada en un lugar desconocido, cuatro años después de su derrocamiento en un golpe de Estado que puso fin a una década de transición democrática en el país asiático.
La premio nobel de la paz birmana Aung San Suu Kyi cumplió ayer 80 años en el lugar desconocido en el que está presa y aislada desde que el Ejército derrocara en 2021 al Gobierno de Myanmar, y fuera detenida y condenada a varias penas que la mantendrán encarcelada el resto de su vida.
Detenida desde el 1 de febrero de 2021, no tiene contacto con el exterior desde abril de 2024, cuando el Ejército dijo haberla trasladado a otro lugar de detención desconocido, según uno de sus abogados. Sus defensores creen que está recluida en un lugar contiguo a la cárcel de Naipyidó.
La exlíder de facto birmana, que encabezó la transición democrática en el país cuando los militares dejaron el poder, no es vista en público desde el 30 de diciembre de 2022, en uno de sus juicios, lo que ha disparado la preocupación de sus seguidores, algunos de los cuales combaten al Ejército.
Cuando los militares retomaron el poder, fue arrestada y juzgada por cargos que van desde corrupción hasta violación de las restricciones por la pandemia del covid, y fue condenada a 27 años de cárcel.
Suu Kyi, quien ya pasó más de 15 años privada de libertad por sus reivindicaciones de libertades frente a los militares que gobernaron Myanmar entre 1962 y 2011, es aún vista como mártir de la democracia.
Un legado que su familia intenta reanimar en redes sociales, mientras su hijo Kim realiza una carrera de 80 kilómetros en Inglaterra. Ha habido manifestaciones en varias ciudades del mundo y combatientes han posado con flores en el pelo –uno de sus símbolos–. Un grupo de seguidores en la ciudad de Mandalay, bajo control militar, realizó una protesta espontánea.
Es muy popular en el país de mayoría budista, pero su imagen internacional como ícono democrático colapsó antes del golpe por defender la represión militar contra la minoría musulmana de los rohinyá. Cientos de miles de rohinhyás huyeron a la vecina Bangladesh durante su Gobierno, aunque sus defensores alegan que no tenía cómo contrarrestar la influencia militar.