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Nuevas escisiones en Sumar: se va una diputada de Compromís y el de Més tiene un pie fuera

La coalición de Yolanda Díaz vuelve a entrar en crisis con sus confluencias por varios problemas acumulados. Los valencianistas chocan entre sí y se dividirán por primera vez en el Congreso. Todos temen el castigo electoral de sus bases ante la falta de resultados.

Yolanda Díaz, en el cierre de la campaña electoral de Compromís hace ahora solo un año. (Vicente Marzana | Europa Press)

Es la crónica de una ruptura anunciada. Desde su momento fundacional, la coalición electoral Sumar ha tenido conflicto en la gestión de sus diferentes familias. Más de una docena de partidos, algunos con una trayectoria de varias décadas de raigambre territorial, con intereses a veces contradictorios, no era tarea sencilla.

Hace un año y medio, y solo seis meses después de las elecciones generales del 23J, los cinco diputados que tenía Podemos decidieron marcharse. Quedaron cuatro, ya que Lilith Verstrynge acabó renunciando y su sustituto pertenecía a Sumar. Ahora, quienes rompen son los soberanistas del Pais Valencià y los de Illes Balears.

Este lunes por la noche se conoció el resultado de la votación del Consell Nacional de la formación Més-Compromís, el partido mayoritario dentro del partido valencianista (y heredero de la tradición del Bloc  Nacional Valencià, que en 2021 decidió refundarse y cambiar su marca). De los más de 200 representantes de la asamblea, el 92,7% votó a favor de irse del grupo parlamentario Sumar.

La resolución es vinculante por lo que la diputada Àgueda Micó deberá irse del grupo. La gota que rebalsó el vaso ha sido la comisión de investigación de los hechos ocurridos por la tragedia de la DANA en octubre del año pasado. El partido de Micó insistía en que se llame a comparecer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y lo incluyó en su lista de comparecientes, al igual que lo hizo el PP y Vox.

Movimiento Sumar (el joven partido fundado por Yolanda Díaz), Izquierda Unida y, por supuesto, el PSOE, no estaban de acuerdo en eso. Fuentes de IU explicaron días pasados a NAIZ que no creían que estaba mal convocar a Sánchez pero sí ponerlo al mismo nivel que al polémico president de la Generalitat, Carlos Mazón. «Sería sentar en el mismo banquillo a Sánchez con el culpable de lo ocurrido, no nos parece acertado», explicaban. Todos coincidían en que había que escuchar a las víctimas y a los afectados.

Desde Compromís se han mantenido inflexibles frente a esto. El miércoles, Micó respondió a NAIZ en los pasillos del Congreso que ellos creían que era necesario que «todos» los que habían propuesto en su lista de comparecientes fueran a la comisión y que «todavía» nadie le había propuesto negociar al respecto. Las conversaciones no dieron sus frutos (cabe destacar que se han dado en el marco del escándalo de corrupción del caso Abalos-Cerdán). Frente a esto, Més-Compromís convocó al Consell Nacional y la decisión fue marcharse.

Por primera vez los diputados electos por Compromís se dividirán y ahora pertenecerán a diferentes grupos parlamentarios: el de Sumar y el Mixto 

 

Pero la situación es más compleja: Compromís es una coalición valencianista con varias familias políticas y diversidad ideológica en su interior. La segunda formación principal es Iniciativa del Poble Valencià (a ella pertenece la exvicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra). El otro diputado en el Congreso por Compromís, Alberto Ibáñez, es de Iniciativa y ellos no están de acuerdo con dejar el grupo parlamentario Sumar y si bien apoyan la convocatoria a comparecer de Sánchez, desisten de utilizarlo como excusa para una escisión.

Por tanto, y por primera vez desde los largos años en que el frente valencianista tiene representación en el Congreso, los diputados electos por Compromís se dividirán y ahora pertenecerán a diferentes grupos parlamentarios: el de Sumar, y el Mixto (allí compartirán recursos y tiempos en el hemiciclo con Podemos, BNG, UPN y Coalición Canaria).

Los conflictos acumulados con Compromís eran varios. La relación con Yolanda Díaz no era buena desde que ellos intentaron, a espaldas de ella, definir las candidaturas a la Eurocámara el año pasado junto a IU y Más Madrid. Además había disidencias con respecto a algunos proyectos, como la llamada ‘financiación singular catalana’, ya que los valencianistas exigían que la mejora de su financiación fuera tenida en cuenta.

El otro Més, con un pie afuera

La alianza electoral de Més per Mallorca y Més per Menorca, el soberanismo de Illes Balears (que en el archipiélago contiene a la filial regional de Esquerra Republicana) está a punto de romper también con Sumar. Lo terminará de decidir en la Assemblea del partido del este 26 de junio, aunque las ejecutivas de ambos partidos mallorquín y menorquín han votado marcharse.

«La sensación es que nos vamos pero se decidirá finalmente el jueves», responde a NAIZ el diputado Vicenç Vidal, quien ostenta el escaño obtenido por primera vez en la historia del soberanismo balear. Si se marchan, Vidal asegura: «No vamos a precipitar la caída del Gobierno ni facilitaremos nunca la llegada de un gobierno de PP y Vox. Votaremos todos los temas de agenda democrática y de derechos, esperamos que de esta forma se presione para ello», asegura.

En la coalición Més el problema no es la comisión de la DANA sino que tiene dos pilares: el poco caso que han hecho Sumar y el PSOE a las iniciativas de políticas concretas para Balears, y los casos de corrupción. En el archipiélago ha habido graves casos de corrupción en el gobierno autonómico y la izquierda local lo castiga con dureza en las urnas, a entender de los soberanistas. Desde que estalló el caso Abalos, y especialmente desde el informe de la UCO con escuchas a Santos Cerdán, las bases y la dirigencia intermedia han comenzado a incrementar sus quejas y pedidos de irse del grupo.

Hay que recordar que Més ha logrado su escaño en coalición con Esquerra Unida y Podem bajo el paraguas de Sumar, aunque a nivel autonómico los soberanistas son el partido más fuerte a la izquierda del PSOE tanto en el Parlament como en el Ajuntament de Palma y en los poderosos Consells de las islas.

Fuentes de la ejecutiva del partido mallorquín respondían desde Palma a NAIZ que, al menos hasta última hora de anoche, era casi imposible que se cambiara la decisión: «¿Qué proponen ahora (en Sumar)? El crédito se ha agotado, no han conseguido nada de la agenda balear en dos años. No han entendido PSOE y Sumar que la mayoría plural se tiene que cuidar».

Con la salida de Micó y la más que probable de Vidal, el grupo Sumar pasará a tener 25 escaños (tenía 31 hasta fines de 2023)

 

Explican desde las islas que entre la larga lista de temas que estaban incluidos en el acuerdo electoral para ser llevados al hemiciclo de las Cortes están un nuevo convenio ferroviario, una mejora del Régimen Especial Balear, la aprobación del IVA especial balear, la creación de la Reserva Marina de la Tramuntana, limitaciones a la cantidad de vuelos y cruceros y permitir que el canal en catalán de RTVE se pueda ver también en Illes Balears, entre otras varias promesas incumplidas.

Desde la cúpula de Sumar parecen ver atónitos y sin mucho problema estas nuevas escisiones. «Respetamos la decisión democrática de Compromís y expresamos nuestra disposición absoluta a seguir buscando el acuerdo con ellos para garantizar su presencia y su autonomía en el grupo parlamentario», han dicho desde Sumar anoche. No hacen mención a la situación con el soberanismo balear y desde Més dicen que no están por el momento proponiendo nada.

Con la salida de Micó y la más que probable de Vidal, el grupo Sumar pasará a tener 25 escaños (tenía 31 hasta fines de 2023). Fuera de micrófono, a Yolanda Díaz se la escuchó admitir más de una vez que no le gustaba ni se sentía buena liderando la gestión política de partidos, prefería dejárselo a otros. Para su pesar, el tiempo le ha dado la razón.