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Euro 2025: Nuevo asalto de una rivalidad que ya es histórica

España e Inglaterra, finalistas del último Mundial, vuelven a citarse el domingo en Basilea (18.00), donde las inglesas defienden título. El equipo de Montse Tomé es el único que ha ganado todos sus partidos en esta Eurocopa.

Kelly y Aitana en la final del Mundial de 2023 entre Inglaterra y España. (Franck FIFE | AFP)

Las previsiones estaban en lo cierto. España e Inglaterra disputarán mañana domingo en Basilea (18.00) la final de la Eurocopa. Un nuevo asalto de una rivalidad que ya es histórica porque las dos selecciones se enfrentaron también en la final del último Mundial. El triunfo fue entonces, por la mínima pero con clara superioridad, para España. Después, el equipo rojigualdo se hizo con la Nations League; antes, las Lionesses se habían adjudicado la anterior Eurocopa, en la que ejercieron de anfitrionas. Junto a Estados Unidos, que fracasó en el Mundial pero se resarció en los Juegos, son las tres grandes selecciones del panorama mundial.

Desde aquella final de Sidney, en la que un gol de Olga Carmona dio a España su primer título en categoría absoluta, las cosas le han ido mejor al equipo de Montse Tomé: se adjudicó la primera edición de la Nations League y se ha clasificado para la fase final de la segunda aunque arrastra el lunar de los Juegos de París, a los que llegó como favorito pero acabó quedando fuera de las medallas, en un torneo en el que pesó el cansancio que acumulaban las jugadoras y del que la seleccionadora española salió muy señalada, pese a lo que se mantiene en el puesto. Inglaterra ni siquiera llegó a París, precisamente porque había caído en la fase de grupos de a Nations League, en una emocionantísima última jornada en la que Países Bajos acabó haciéndose con el primer puesto del grupo. Las inglesas se han sacado la espina con el equipo Oranje en esta misma Eurocopa, con una goleada que envió a casa al equipo de Andries Jonker y permitió a Inglaterra salir viva del «grupo de la muerte» pese a su doloroso tropiezo inicial contra Francia. Ahora esperan hacer lo mismo con España, con la que han compartido grupo en la Nations League, para volver a acabar en la segunda plaza y fuera, por tanto, de la fase final. Sus duelos directos en el torneo, en cualquier caso, no ofrecen demasiadas pistas de lo que pueda pasar en St. Jakob's Park: Inglaterra ganó en Wembley (1-0) gracias a su gran trabajo defensivo y un gol de Jess Park y España se impuso en Cornellà (2-1), remontando el gol inicial de Russo con un espectacular doblete de Claudia Pina.

El rodillo y los altibajos

El camino que ha llevado a ambos equipos a la final de la Eurocopa sí despeja ligeramente la incógnita y tiñe la respuesta, aunque con tonos un tanto difuminados, de rojo y amarillo. España es la única selección que ha ganado todos sus partidos en el torneo aunque también es cierto que sus rivales hasta semifinales no se contaban entre los más potentes de la competición. Goleó a Portugal (5-0) y Bélgica (6-2) en la fase de grupos para sumar su tercer triunfo ante Italia (1-3) también con claridad aunque con más dificultades. En cuartos de final contra Suiza tuvo que recurrir a toda la paciencia que ha acumulado estos años de enfrentamientos con equipos que se cierran como un testudo romano antes de que los goles de Athenea y Pina resolvieran el choque en cinco minutos de la segunda parte. Y frente a Alemania, su rival más exigente pese a todos los obstáculos que tuvieron que superar las teutonas para llegar a semifinales, solo la inspiración de Aitana Bonmatí para aprovechar el único error de Berger con una magnífica acción y la de Cata Coll para evitar el gol rival cuando estaban a punto de acabar los noventa minutos primero y la prórroga después, le permitieron ganar (0-1), pese a que durante muchas fases del encuentro sometió a las alemanas con su chorreo ofensivo habitual. 

Toone y Agyemang celebran el gol que forzó la prórroga contra Italia. (Miguel Medina/AFP)

Inglaterra, por su parte, es el ciclista que debe resolver al sprint el Tour de Flandes tras superar 260 kilómetros repletos de muros. En el primero, nada más darse la salida, se quedó rezagada. Y con el miedo metido en el cuerpo porque Francia le pegó un meneo importante y aunque el marcador final fue ajustado (2-1), en ningún otro grupo como el suyo penalizaban tanto los tropiezos. Reaccionó de inmediato y todo el sufrimiento que acumuló en la primera jornada se lo trasladó a su rival de la segunda, Países Bajos, imponiéndose con contundencia en el marcador (4-0) y sobre el césped. Con la clasificación encarrilada, también goleó a Gales (6-1), en un partido con más minutos para las suplentes, que han acabado resultando decisivas para que el equipo inglés alcance la final. Y es que el equipo de Sarina Wiegman ha resuelto las dos eliminatorias en el último suspiro y tras verse por detrás en el marcador. De infarto fueron los cuartos de final frente a Suecia. En el minuto 78, las Lionesses perdían por dos goles ante un rival que solo había encajado uno en los tres encuentros anteriores, pese a que desde el inicio de la segunda parte habían atacado por tierra, mar y aire. Apareció entonces Chloe Kelly que, con dos asistencias en tres minutos para los goles de Agyemang y Bronze, consiguió llevar el partido a la prórroga (2-2). También marcó en la locura de los penaltis, que no es poco, teniendo en cuenta que de los 14 lanzamientos totales, solo cinco –Russo, Kelly y Bronze por Inglaterra y Ziggiotti y Bjorn por Suecia– acabaron en gol. Poco faltó para que la semifinal contra Italia acabara decidiéndose también desde los once metros. O cayendo del lado rival porque en un muy buen partido, el equipo de Andrea Soncin llegó al minuto 95 por delante en el marcador gracias al tanto de Bonansea. Pero Agyemang y Kelly volvieron a vestirse el traje de heroína. La primera empató el partido en el 96 y la segunda aprovechó un penalti entre discutible e inexistente para marcar el 1-2 definitivo a un minuto de que acabara la prórroga.

Dos partidos extenuantes, pese a lo que el equipo de Wiegman llega con cierta ventaja respecto a España en el plano físico. Y es que la campeona del mundo también necesitó la media hora de añadido contra Alemania y jugó un día después que su rival. Aunque el fondo de armario de Tomé –Athenea, Paralluelo, Alba Redondo, Vicky, Lucía García...–, que poco tiene que envidiar del inglés, le permite relativizar la importancia de esas 24 horas.

Virtudes y defectos

La entrenadora española, con el parte de bajas inmaculado, recupera para la cita a Laia Aleixandri, que cumplió sanción en semifinales. La catalana acompañará en el centro de la zaga a Irene Paredes, que se perdió el primer partido también por sanción pero después lo ha jugado todo. Con muy buena nota, pese a lo que es en defensa donde se concentran las escasas debilidades de las campeonas del mundo. Bélgica le hizo dos goles, Italia otro y Alemania no lo consiguió por la actuación espectacular de Cata Coll. Los balones largos a la espalda hacen daño a España y es, precisamente, una de las armas de su rival, de la que incluso participa Hannah Hampton. El 1-0 de las inglesas a Países Bajos llegó de un balón de la guardameta del Chelsea al pie de Russo junto al área, que asistió para que marcara James.

Claro que el equipo de Wiegmann tampoco está teniendo problemas para proteger a su guardameta. Sobre todo por el flanco izquierdo, donde Cascarino con Francia, Rytting Kaneryd con Suecia o Cantore con Italia han hecho bastante daño. Un agujero del que ha salido muy malparada Jess Carter. La jugadora del Gotham comenzó el torneo en el lateral zurdo, con Williamson y Greenwod como pareja en un centro de la zaga donde se ha echado de menos a Millie Bright. Antes de que acabara ese primer partido contra Francia, Wiegman ya le hizo intercambiar posiciones con Greenwod y así se mantuvo en los dos choques posteriores. Pero en cuartos de final, también fue en zona donde encontró los mayores agujeros Suecia. Tampoco ayudó la insistencia de Inglaterra de salir jugando con Carter. Su entrenador la desplazó más a la derecha, colocando a Williamson en su puesto. En semifinales frente a Italia, Carter se quedó en el banquillo y dejó su puesto a Esmee Morgan, que posiblemente también será titular contra España.

Por arriba, la cosa es muy diferente, con la perseverancia de Russo, la movilidad de Hemp y Tonne, el genio de Mead, la oportunidad de Agyemang, la chispa de Kelly y el talento de James, aunque la jugadora del Chelsea, que se fue al banquillo en el descanso contra Italia por problemas en el tobillo, es duda para la final. En el centro del campo, Stanway no está especialmente fina aunque ha marcado dos goles, y Walsh es un peligro si encuentra hueco.

Una genialidad de Aitana contra Alemania dio el billete a la final a España. Miguel Medina/AFP

Aunque ningún centro del campo es comparable al que conforman Patri Guijarro, Aitana Bonmatí y Alexia Putellas que, ya sea en el Barcelona o con España, controlan los partidos de principio a fin y además tienen la capacidad de decidirlos. Se les suman Coll en la portería, Batlle y Olga en las bandas, y Pina, Esther o Mariona por arriba. La balear no está brillando en este torneo pero va para récord: en 2023 ganó Champions –y otros tres títulos con el Barcelona– y Mundial; en 2024, Champions –y los cuatro títulos domésticos– y Nations League y en 2025, además de ser elegida mejor jugadora de la WSL, ha conquistado la Champions con el Arsenal y está a un partido de proclamarse campeona de Europa.

Wiegman, a por el récord de Theune

Otro tanto puede decirse de Sarina Wiegman. La de Basilea es la quinta final consecutiva para la entrenadora neerlandesa, que con Países Bajos se proclamó campeona de Europa (2017) y se colgó la plata mundial contra Estados Unidos (2019) y con Inglaterra conquistó la Eurocopa de 2022 y repitió plata un año después contra España.

Mañana tratará de ganar su tercer título continental, algo que solo ha logrado la alemana Tina Theun. También lo hizo en tres ediciones consecutivas (97, 2001 y 2005), al frente de Alemania. Las dos posteriores fueron para su compatriota Silvia Neid, con las que las alemanas lograron sus últimos títulos. Y después comenzó la era Wiegman.

Son siete Eurocopas consecutivas ganadas por seleccionadoras y la octava prolongará la racha porque en el otro banquillo se sienta Montse Tomé. Será la cuarta final con dos mujeres en los banquillos: en 2009 la Alemania de Silvia Neid se impuso a la Inglaterra de Hope Powell, en 2013 repitió Neid derrotando a la Sueecia de Pia Sundhague y en 2022, la Inglaterra de Wiegman derrotó a la Alemania de Martina Voss Tecklenburg.

La ficha

INGLATERRA
Once inicial: Hampton; Bronze, Williamson, Morgan, Greenwood; Walsh; James o Mead, Toone, Stanway, Hemp; y Russo.
Bajas: No tiene.

ESPAÑA
Once inicial: Cata Coll; Ona Batlle, Paredes, Aleixandri, Olga; Patri Guijarro; Mariona o Athenea, Bonmatí, Alexia, Pina; y Esther.
Bajas: No tiene.

Árbitra: Stéphanie Frappart (Francia). 

Hora y estadio: St. Jakob Park de Basilea, 18.00.