Estreno de Xabi Alonso como técnico en una Liga con más competencia para los equipos vascos
A excepción del aterrizaje de Xabi Alonso como nuevo técnico de un Real Madrid que ha invertido mucho dinero para enderezar el errático rumbo blanco de la campaña pasada, LaLiga 2025-26 se presenta con pocas novedades, los mismos candidatos a ganarlo todo y más competencia para los equipos vascos.
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El buen hacer de los entrenadores vascos sigue al alza. La llegada de Xabi Alonso al banquillo del Real Madrid así lo atestigua y supone una de las principales y escasas novedades de LaLiga 2025-2026, que sigue perdiendo fuelle respecto a otras competiciones –petrodólares y Premier son un reclamo cada vez más apetecible–, con la marcha de importantes jugadores.
Ello no impide, en todo caso, que la competencia siga siendo máxima para los cuatro conjuntos vascos que militan en Primera, con diferentes objetivos de partida, pero que se van a encontrar con rivales reforzados y plantillas propias más mermadas, sobre todo en los casos de Alavés y Real.
Un reinventado Villarreal y el Betis se presentan de nuevo y a priori como los contrincantes más duros en la pelea por hacerse con algún puesto europeo, a la espera de cómo les afecta a Rayo y Celta precisamente su participación en un torneo continental. Con menor carga de partidos, Valencia y Girona asoman como equipos al alza, al igual que el Espanyol.
Para la parte de abajo, además de los tres recién ascendidos, no pintan bien las cosas para un Sevilla acostumbrado a saborear las mieles del triunfo, pero que ahora mismo se encuentra inmerso en una intestina lucha institucional que también le está afectando, y mucho, en lo deportivo.
De partida, los mismos candidatos de siempre a ganarlo todo. El Real Madrid se ha rascado de manera importante el bolsillo para renovar su vestuario y enmendar la mala campaña pasada. A otro nivel, el Atlético también ha hecho lo propio para incorporar caras nuevas y oxigenar motivación. En todo caso, y tras hacerse con los trofeos liguero y copero del curso anterior, el Barcelona asoma como el adversario a batir, pese a los graves problemas económicos que padece y que le mantienen en vilo respecto a la inscripción de sus fichajes.
Esta no ha sido una cuestión exclusiva de los culés. A falta de una semana para el comienzo del torneo de la regularidad, más de la mitad de dichas nuevas incorporaciones todavía estaban sin inscribirse, con Getafe, Levante y Oviedo como principales clubes acuciados por dicha circunstancia, a diferencia de las escuadras vascas, que se mantienen dentro de los parámetros del fair play financiero.
Movida arbitral
El inicio de la LaLiga 2025-2026 viene precedido de la importante movida arbitral que se produjo a finales de junio pasado. El presidente de la RFEF, Rafael Louzán, destituyó a toda la cúpula directiva del Comité Técnico de Árbitros (CTA) para renovarla con nuevos perfiles, más técnicos, aunque con muchas grietas, ya que hasta tres de ellos han renunciado posteriormente en menos de un mes por problemas de incompatibilidades.
Renuncias aparte, una de las más recientes decisiones de estos nuevos dirigentes arbitrales ha sido proteger a los colegiados en las fechas previas a las disputas de los partidos, especialmente de la televisión oficial del Real Madrid, habituada a realizar videos inculpatorios de los trencillas antes de dichos encuentros.
Así, el Comité Arbitral de la Competición Profesional (CACP), órgano rector encargado de las designaciones arbitrales, ha decidido que «los equipos arbitrales de cada partido se publicarán el día anterior de su disputa antes de las 16.00 horas». A diferencia del curso anterior, en el que se hacían públicos los de todas las jornadas el jueves.
Además, los colegiados se especializarán, ya que habrá dos grupos diferentes. Por un lado, los que ejercerán sobre el campo y, por otro, aquellos que lo harán en el VAR. No habrá rotaciones como hasta ahora, cada grupo tendrá sus propias funciones y formación específica para ellas.
En cuanto a normas estrictas, se repetirán aquellos penaltis marcados con doble toque tras la polémica surgida con el lanzamiento de Julián Álvarez en la eliminatoria de Champions entre merengues y colchoneros. Y se sancionará con un saque de esquina la retención del esférico por parte del portero durante más de ocho segundos, lo que ya no será una falta indirecta dentro del área.