El museo Bonnat-Helleu volverá renovado, ‘emocional’ y abierto a Baiona Ttipia
Catorce años ha estado cerrado el museo Bonnat-Helleu de Baiona. Tras las obras –29 millones de euros sin IVA han costado–, se prepara para su reapertura, fijada para el 26 de noviembre. Llega con el doble de zona expositiva, un planteamiento ‘emocional’ de visita y nuevos aires para Baiona Ttipia.
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Situado en el barrio de Baiona Ttipia, en pleno centro histórico de la capital labortana, tras catorce años de cierre vuelve a abrir sus puertas el museo Bonnat-Helleu, el que se podría definir como el Museo de Bellas Artes de Baiona. Desde 2011, cuando cerró para su renovación y ampliación, el proyecto ha ido cambiando: primero solo iba a estar cerrado solo tres años y el presupuesto para las obras estaba fijado en 12 millones; luego, en 2011, en un pleno muy ‘apasionado’ celebrado en el Ayuntamiento, se aprobó su ampliación actual y la subida a casi el doble del presupuesto. Esto trajo polémica, porque suponía casi el 40% del presupuesto del consistorio de los siguientes tres años.
Ahora, tras la fuerte inversión realizada (29 millones sin IVA, según ha informado el servicio de prensa del museo) y la operación de ampliación y renovación, el museo se inaugurará el miércoles 26 de noviembre, día en el que regresará este centro cultural, con un edificio totalmente renovado, un recorrido accesible y un planteamiento abierto, tanto en lo expositivo como en lo urbanístico.
Porque el Bonnat-Helleu estará conectado, tras las obras realizadas, con Euskal Museoa o Museo Vasco y de Historia. Lo que se ha buscado, apuntan, es crear una especie de ‘calle de museos’ en el corazón de Baiona Ttipia, a través de la ampliación de zonas peatonales y una «especial atención prestada a la vegetación» que crea un puente natural entre ambos museos.
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Otra particularidad: en lugar de una organización estrictamente cronológica, las obras expuestas han sido distribuidas proponiendo una exploración abierta, en la que cada uno puede trazar su propio recorrido y establecer vínculos personales entre las piezas, «de forma que invitarán a descubrir la colección de forma natural a través de grandes temas universales: la representación del cuerpo, la mirada hacia el otro, la expresión de las identidades. Esta elección museográfica refleja una voluntad firme: hacer del museo un lugar donde el arte sea accesible a todos, en todas sus dimensiones. Aquí, la jerarquía entre las obras reconocidas y las piezas más discretas se desvanece, en favor de un diálogo entre ellas y con el visitante, independientemente de su experiencia previa o su relación con el arte», explica el museo.
Más espacio, más obras y geotermia
La arquitectura ha sido rediseñada por el estudio bordelés Brochet, Lajus y Pueyo, que ha buscado devolverle todo su esplendor a la claridad natural imaginada en el siglo XIX por la arquitectura original de Charles Planckaert. Los visitantes vuelven a encontrar el museo Bonnat original, apunta el museo, como si nada hubiera cambiado, y, sin embargo, el mosaico de Giandomenico Facchina situado en el patio o las vidrieras originales se han recuperado, y también se han creado nuevas salas en los áticos y en la antigua escuela del Petit-Bayonne, que ha sido derribada y cuya superficie se ha anexionado para ganarla para el museo.
La temperatura está regulada con un sistema basado en la geotermia, gracias a la transformación de las calorías del suelo del Aturri en calor o frío, según las necesidades, y el patio, la cafetería y la tienda estarán abiertos al exterior, para contribuir «a la idea de un museo como un espacio vivo, abierto a la ciudad, donde se puede entrar para descansar, conversar o descubrir cosas nuevas».
Paralelamente, una obra de restauración ha devuelto la vida a las obras, que ahora se presentarán en una exposición inédita. El museo conserva cerca de 7.000 obras, entre pinturas, esculturas, dibujos y objetos de arte, que abarcan desde la Antigüedad hasta el siglo XX. Esta diversidad se explica por la singular historia del museo: sus fondos nacieron de sucesivas donaciones de coleccionistas, artistas y mecenas, impulsados por un mismo deseo de compartir.
Hay obras no solo de los más grandes artistas europeos (Rubens, Van Dyck, El Greco, Goya, Ingres, Delacroix, Géricault, Degas, Barye, Bonnat, Helleu...), sino que también acoge uno de los gabinetes de artes gráficas más ricos del mundo: en él se conservan más de 3.500 dibujos de gran calidad de Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Rafael, Durero, Rubens, Rembrandt, Poussin o Watteau.
De hecho, preservar las artes gráficas y, al mismo tiempo, hacerlas accesibles al mayor número de personas posible es uno de los retos del nuevo recorrido. Esto permite mostrar los dibujos en las salas del museo y se ha establecido una rotación trimestral, de modo que se puedan mostrar las obras y hacerlas resonar con el resto de las obras expuestas. Entre las obras más importantes del museo, ‘La bañista’ de Ingres ocupa un lugar singular.
Y la colaboración con el Museo del Louvre, iniciada en 2023, refuerza la relación histórica entre ambas instituciones. De hecho, más de 2.500 obras inscritas en los inventarios del Louvre se encuentran depositadas en Baiona, lo que convierte al Museo Bonnat-Helleu en el mayor depositario del Museo del Louvre en territorio francés. El Louvre ha prestado así para la reapertura del museo un ‘Hermafrodita’ que se expone habitualmente en su Gran Galería.
El museo, en datos
Número total de obras en las colecciones: 7.000.
Número de obras gráficas: 3.469.
Número de obras expuestas en la exposición permanente: 1.150 + 50 dibujos.
Número de obras restauradas: 958.
Número de metros cuadrados de exposiciones: 3.000 metros cuadrados.
Número de salas: 22.
La obra más antigua: La tapa del ataúd interior del sarcófago de la señora de la casa Reriou, del siglo VIII a. C.
La obra más reciente: Una obra del taller M de Tanzania, de 1970.
La obra más grande: El tríptico bayonés de Henri-Achille Zo, en tres paneles (2 x 500 x 370 cm y 1 x 500 x 310 cm).
La obra más pequeña: Unos pendientes de 3 cm de diámetro.
Coste de las obras: 29 millones de euros sin IVA, de los cuales el 53% será financiado por los socios y patrocinadores. A Baiona, según los datos facilitados por el servicio de prensa del museo, le corresponden 14 millones de euros. Entre los socios del museo están también el Estado, la región de Nueva Aquitania, el departamento de Pirineos Atlánticos, la Comunidad de Aglomeración del País Vasco y también donaciones de mecenas.
Coste de las obras de restauración de las colecciones: 4 millones de euros sin IVA.
Tarifas: 9 euros en temporada baja / 11 euros en temporada alta. La reducida es entre 6 y 8 euros.

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