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Entrevista
Alaitz Bollegi
Presidente del Getxo Rugby

«En Getxo todos tenemos claro que el rugby ha echado raíces desde hace tiempo»

Getxo Rugby, uno de los clubes más pujantes de Hego Euskal Herria, cumple este año medio siglo de vida. Una efeméride a la que, según su presidente, Alaitz Bollegi, llega en un gran estado de salud. Pero siempre mirando hacia un futuro aún mejor.

Alaitz Bollegi, presidente del Getxo Rugby. (NAIZ)

Getxo Rugby está celebrando durante este año medio siglo de vida. ¿Cuál es el estado de salud del club?

Seguramente somos el club más grande de Euskadi, con diferencia. Tenemos alrededor de 450 fichas, más veteranos y demás. El año pasado, en categorías inferiores, fuimos en todas campeones o subcampeones. Todos los entrenadores tienen como mínimo la acreditación World Rugby 2 para poder entrenar. Vamos cambiando metodologías, formando a los técnicos, hacemos mucha divulgación para conseguir jugadores.

Hace un tiempo hicimos un plan estratégico, mirando dónde queremos estar en el futuro, y poco a poco empezamos a recoger frutos.

El paso básico, y complicado, en un deporte minoritario, es tener gente para jugar, porque la competencia es brutal, más aún en capitales o su entorno…

Te diría que Getxo es de los municipios que más oferta tiene, cualquier cosa que se te ocurra. Deportes de mar como piragüismo o remo, tenis, pádel, hockey sobre hierba, hasta equipo de beisbol, de todo, hasta frisbee. Y por supuesto fútbol.

La mejor manera ha sido hacer mucha divulgación en los colegios, y luego intentar mimar a las familias. Siempre he dicho que los mejores comerciales son tus propios jugadores y sus padres. Si haces un buen trabajo en la escuela, los demás padres se enteran de que los hijos están a gusto, que están bien cuidados y que el rugby igual no es lo que ellos se imaginan. Y poco a poco la bola se va haciendo cada vez más grande, y ellos mismos son los que 'venden' el club.

Seguimos haciendo el mismo trabajo, pero también funciona mucho ya el boca a boca. En las escuelas, en gimnasia hacemos algunas clases de rugby, y si hay 4 o 5 que ya saben jugar te ayudan a dar la puntilla. Y luego en el parque los padres comentan: «Me ha dicho mi hijo que súper bien, encima se los llevan en autobús, vienen medio comidos por el tercer tiempo…». Plantas una semilla y muchas veces germina y aparece gente nueva, el efecto llamada funciona y facilita mucho que un deporte minoritario se haga hueco.  

Ese factor de convivencia fuera del terreno de juego –el autobús, el tercer tiempo– hace diferencial a este deporte. En otras modalidades muchas veces ni se duchan juntos, termina la competición y cada uno por su lado…

Los chavales están encantados, si te vas a todo correr después del partido no puedes comentar las cosas, qué guapo esto o lo otro, creo que es cuando de verdad se hace piña. Mi hijo juega a fútbol, y cuando acaba el partido una vez que sale con la mochila es como si echaras una gota de Fairy, todo el mundo a su coche y cada uno por su lado. Me da pena que no haya un poco más de sentimiento de familia.

Con cincuenta años de vida son una institución en el pueblo…

Todos tenemos claro que el rugby en Getxo ha echado raíces desde hace tiempo. Sí ha ido cambiando mucho el rugby, y con ello la relación, antes era más entre pueblos, ahora se ha globalizado, hay más gente de fuera, se ha «profesionalizado».

En ese proceso el Ayuntamiento siempre se ha interesado por nosotros, siempre ha puesto su granito de arena en la medida de lo posible, porque hay un montón de deportes y todos queremos nuestro cacho. Pero a los chavales no les falta de nada. Tenemos instalaciones, un gimnasio, ponemos fisios, médico… La estructura interna también ha ido mejorando.

Y en el rugby más social lo mismo. Al tener tanta gente en la ‘eskola’, hay muchos padres que no tenían ni idea, pero poco a poco se van acercando y van aprendiendo, porque quieren saber a qué esta jugando su hijo. Y poco a poco el rugby se va haciendo más conocido. Es algo muy positivo, porque va haciendo que otros padres vayan quitando el miedo al juego, a bajar a Fadura y a preguntar libremente si no tienen ni idea, que no pasa nada y nadie nace sabiendo. Estamos en un momento bonito.

¿Este domingo tienen programada una jornada festiva, no?

Ese será el día de los exjugadores adultos. Pero la ‘eskola’ ha tenido su fiesta, ha sido hace poco la del inclusivo, con un torneo, paseo en el ‘txinbito’, cena… El día 11 vendrá gente que ha ganado Copas, Ligas, una forma de juntar a viejas glorias.

En lo deportivo, en categoría femenina son el único equipo vasco en División de Honor…

Andaremos sobre 48-50 fichas femeninas, siempre es lo que más nos cuesta sacar. Aunque pongamos la mayor energía en intentar captar chicas, cuesta. De primeras, hay menos chicas que hacen deporte, eso se ve. Hay menos donde pescar.

Y luego está todo muy dirigido al fútbol, porque el Bizkerre no tiene este problema, le sobran chicas. De hecho, estamos intentando captar a las chicas que echan, para que no dejen el deporte y vean que hay otras opciones.

Es una de nuestras peleas, siempre vamos justitos de gente. En chicos es un problema que no tenemos, todo lo contrario, igual en los próximos cuatro años nos suben 100 jugadores, vamos a tener 'overbooking' arriba.

De todos modos, el primer equipo femenino es un equipazo, son súper competitivas. También es verdad que tenemos refuerzos de los clubes de alrededor y es una especie de selección de Bizkaia, como poco. Ascendimos el año pasado, el objetivo sigue siendo no bajar, pero viendo sobre el papel el equipazo que tenemos es posible llegar a semifinales y soñar con otras cosas. Se irá viendo, lo primero no bajar.

En chicos se quedaron fuera de la nueva segunda categoría, bautizada como élite.

Nos tocó jugar contra los 'cocos' las tres primeras jornadas, sobre todo Gernika y Belenos, y fue suficiente para quedarnos fuera por un punto. Así que el objetivo de este año es subir, creo que tenemos equipo, estructura… Si no pasa nada raro, porque solo sube uno directo y otro promociona.

Hay que subir, porque además a los chavales que vienen por debajo les tienes que ofrecer un proyecto bonito en el que poder desarrollarse. De lo contrario la gente de nivel se te va a marchar, y no queremos ser un club formador para otros.

Otra cosa son casos como los de Jon Zabala jugando en Pau o Kerman Aurrekoetxea en Biarritz. Es como si andas jugando a fútbol en Zimbabwe y de repente te viene un equipo de Primera española. Aunque estemos al lado hay mucha diferencia de rugby, de sueldos, de televisiones… es otro rollo. En ese caso lo único que les dices es 'disfruta, cuando pueda iré a verte'. Y es para estar orgullosos, es un indicador de que lo estás haciendo bien.