INFO

Un «buzzear beater» de Kendrick Nunn rompe el corazón de un Baskonia luchador (84-86)

Los gasteiztarras, tras ir siempre a remolque, han logrado empatar a 84 a falta de 4,4 segundos después de levantar un 73-82 adverso. Pero en la jugada final los defensores locales han decidido no parar en falta a la estrella de Panathinaikos y este, autor de 30 puntos, ha anotado el tiro ganador.

Diakite intenta frenar a un Kendrick Nunn que ha decidido el duelo con su talento. (Raúl BOGAJO | FOKU)

SASKI BASKONIA 84 - PANATHINAIKOS 86

Al final, esto es el baloncesto: un balón que vuela por el aire y que entra, o no entra. Después de levantar un 73-82 adverso con un parcial de 11-2, cerrado con un rebote en ataque de Trent Forrest, finalizando él mismo una jugada de tres puntos errando adrede su segundo tiro libre, ha puesto el empate a 84 con 4,4 segundos por jugarse. Saski Baskonia, pese a tener una falta por hacer para entrar en el bonus, ha decidido defender la jugada final. Mamadi Diallo ha podido manotear varias veces a Kendrick Nunn, auténtico héroe de un Panathinaikos aún en construcción. El alero baskonista ha punteado el tiro del jugador heleno y este, autor de 30 puntos, ha anotado el tiro ganador como una daga directa al corazón.

Ha sangrado por sus propios errores este Saski Baskonia que aún no sabe lo que es ganar, pero su carácter, esta vez sí, a pesar de un Markus Howard que no ha anotado un solo punto, lo ha llevado al borde de la prórroga. pero el basket tiene esto: Kendrick Nunn se ha podido levantar y su «buzzer beater» ha entrado. Duele, pero este juego va así.

Ha sorprendido Paolo Galbiati metiendo en el quinteto titular a Diakite, de forma que él y Sedekerskis han conformado un juego interior liviano y móvil ante un Panathinaikos que también ha empleado a Yurtseven como único referente interior. La imprecisión ha reinado en eso0s primeros minutos, en el que Saski Baskonia ha experimentado una notable mejoría con la entrada de Nowell y los primeros minutos de Rodions Kurucs, fuertemente pitado en la presentación y en su primera salida al campo. El letón, de hecho, ha ofrecido un gran pase para el mate de Diop, lástima del «autotapón» del senegalés, al tropezarse con el aro cuando subía el balón.

Sin embargo, si ha habido alguien capaz de marcar la diferencia, ese ha sido el dúo conformado por Çedi Osman y Kendrick Nunn. Su movilidad y variedad de recursos ha sido muy superior a la capacidad de respuesta de un Baskonia más o menos disciplinado en la defensa en estático, pero muy deslavazado en ataque, lo cual ha provocado canastas en transición de estos dos jugadores del PAO, quienes han llevado a su equipo a una primera escapada con el 7-16, obligando a Paolo Galbiati a parar el partido.

Ha podido ser peor el desaguisado, ya que la entrada de Luwawu-Cabarrot ha dado un faro ofensivo al Baskonia. De hecho, el alero francés ha anotado la mitad de los puntos gasteiztarras en este cuarto, alcanzándose el primer receso con 14-20 a favor de los pupilos de Ergin Ataman. Con un 5 de 20 en tiros de campo, poco más se podía aspirar, aunque en parte, las recuperaciones de balón han compensado la inferioridad alavesa.

No se puede negar que los de Galbiati le hayan echado voluntad a su trabajo defensivo, pero esta vez la descompensación ofensiva ha sido notable. Tampoco es que el PAO haya presentado el mejor juego colectivo del mundo, pero los de Ergin Ataman han encontrado en Sloukas y sobre todo Osman el modo de ir anotando y sacando ventaja a un rival que ha dado la impresión de ir siempre un paso por detrás.

Nadie como la pareja de pívots de este Saski Baskonia para ir un paso por detrás. Samanic ha desesperado a la afición con sus despistes defensivos y Khalifa Diop se ha cargado con tres personales en un par de errores consecutivos, lo cual unido a las dos faltas que también ha cometido Diakite, ha obligado a Galbiati a improvisar un juego interior con Kurucs y Sedekerskis formando el triple poste junto a Diallo. Y a todo esto, Markus Howard sin estrenar su casillero, ya con el descanso a menos de cuatro minutos: 24-32, tras triple de Nowell.

Juntar a Forrest y Nowell ha supuesto el mejor momento gasteiztarra, con un quinteto muy liviano, con Kurucs como único interior, flanqueado por Luwawu-Cabarrot y Diallo en las alas. Con una buena defensa de cambios que ha imposibilitado al PAO sacar ventajas con el cambio de asignación, los helenos se han atascado en ataque y, sobre todo gracias a los puntos de los bases, Saski Baskonia ha reaccionado para arrimarse, aunque una antideportiva muy discutible sobre Hernangómez, pitada después del Instant Replay a petición del ala-pívot español, ha dado aire a un Panathinaikos muy agobiado, pudiendo llegar al paso por vestuarios con un 36-42 en el marcador y un cabreo monumental en la grada del Buesa Arena, que ha despedido al trío arbitral con una pitada de mucho cuidado.

De la esperanza a la ruptura

La charla del descanso de Galbiati ha debido ser buena, porque el arranque ha sido de lo más esperanzador. Parcial de 7-0 con Tadas Sedekerskis al quite para meterla de tres, asistir por la espalda a Diakite y poner al Baskonia por delante 43-42 al palmear un triple que se le iba a salir a Markus Howard. Por fin, después de una primera mitad viéndolas venir, los 8.662 valientes del Buesa Arena han brincado de verdad.

Poco ha durado la ventaja, ya que un triple de Kendrick Nunn ha devuelto a los atenienses a la cabeza en el marcador, pero al menos se ha visto a un Baskonia metido en el partido y con una ambición por ganar ausente desde el partido inaugural ante Olympiacos.

Sin embargo, tras el 45-46 que ha anotado Diallo con un mate, el PAO ha estirado su renta con un parcial de 0-9. Juancho Hernangómez primero y Kendrick Nunn después han sacado los colores a la defensa baskonista con un movimiento de balón más aseado que en la primera mitad, y de paso, le han sacado la cuarta falta a Khalifa Diop.

Ha sido el momento de la ruptura del choque. Panathinaikos no ha tenido0 más que valerse de los errores del Baskonia para salir a escape, uno errores que también incluyen un balance defensivo insuficiente. Después de los puntos de Kendrick Nunn, ha vuelto a ser Çedi Osman el encargado de meter el turbo y poner una máxima renta de 17 puntos de diferencia en el 54-71, una desventaja paliada por una canasta postrera de Diallo, para dejar el duelo con un 56-71 improbable de levantar a falta de diez minutos.

Escaso consuelo

No se ha rendido Saski Baskonia, sobre todo de la mano de Trent Forrest y un nuevo quinteto pequeño, con la ayuda de la capacidad atlética de Diakite y Diallo para volver a arrimarse a un Panathinaikos aplacado tras la tormenta anotadora del final del tercer cuarto. Una canasta de Luwawu-Cabarrot, la primera desde el primer acto, ha puesto a los gasteiztarras en una distancia de remontada, aunque un 70-76 adverso a falta de menos de cinco minutos es como para ir con cuidado. Eso sí, el cuadro heleno ha copado rápidamente el cupo de personales, lo cual ha facilitado a los de Galbiati poder visitar la línea de tiros libres más profusamente.

Por desgracia, los propios errores han traicionado a los gasteiztarras en ese momento clave. Tres tiros libres errados entre Nowell y Diop, un par de balones perdidos por el propio Nowell y Markus Howard –este por pisar la línea de banda en un contragolpe–, más los puntos de Nunn y Grant han empezado a diluir las ilusiones gasteiztarras, pasándose del 71-76 a un 73-82 con dos minutos y medio por jugarse. Tiempo muerto de Paolo Galbiati e Indar Baskonia cantando «Volveremos a ser grandes», augurando un futuro más halagüeño que este presente.

Lo ha buscado hasta el final, empero, con sendos triples que han metido Luwawu-Cabarrot y Diallo, mientras que Rogkavopoulos ha perdonado la opción de ajusticiar a su exequipo. Con 81-84, Forrest no ha estado rápido en subir el balón uy han podido pararlo en falta para dos tiros libres. El basen ha anotado el primero y ha lanzado tan mal el segundo, que ha agarrado su propio rebote para empatar a 84 a falta de cuatro segundos.

Balón para los de Ergin Ataman y un Buesa Arena incapaz de creerse lo que ha pasado. Diallo no ha querido hacerle personal a Kendrick Nunn y el número 25 de Panathinaikos, redondeando sus 30 puntos, ha castigado con un doloroso «buzzer beater» a un Saski Baskonia que ha peleado pero que sigue sin conocer la victoria en este lacerante arranque de temporada.

FICHA DEL PARTIDO:

SASKI BASKONIA: Trent Forrest (15), Hamidou Diallo (15), Tadas Sedekerskis (10), Mamadi Diakite (6) y Markus Howard –quinteto inicial– Markquis Nowell (11), Khalifa Diop (3), Tim Luwawu-Cabarrot (16), Rodions Kurucs (7), Matteo Spagnolo (1) y Luka Samanic.

PANATHINAIKOS: Osman (20), Hernangómez (15), Grant (2), Nunn (30) y Yurtseven –quinteto inicial–, TJ Shorts (5), Holmes (4), Sloukas (2), Nikos Rogkavopulos (2), Mitoglou (6), Grigonis y Samodurov.

Parciales: 14-20, 22-22, 20-29, 28-15.

Árbitros: Javor, Kardum y Celik. Han eliminado por faltas al heleno Holmes.

Incidencias: 8.662 espectadores en el Buesa Arena. Se ha recibido con una gran ovación en la presentación del PAO al exbaskonista Nikos Rogkavopoulos y no pocos pitos al baskonista Rodions Kurucs.