Por la vía del electroshock, Saski Baskonia logra por fin el primer triunfo de la era Galbiati
El Real Madrid ha llegado a adelantarse 20-40 ante un Baskonia sin Markus Howard y que ha padecido la recaída de Kurucs de su lesión. Pero con un Trent Forrest erigido en MVP de la jornada, más Luwawu-Cabarrot y la mejoría defensiva, se ha pasado al mágico 105-100 final, para el delirio de Zurbano.
SASKI BASKONIA 105 - REAL MADRID 100
¡Por fin ha llegado la primera victoria de Saski Baskonia! «¡Finalmente!», ha suspirado el priopio Paolo Galbiati, casi sin voz. Y desde la primera temporada de Joan Peñarroya al frente del banquillo de Saski Baskonia, los gasteiztarras han derrotado al Real Madrid después de dos años largos de barbecho. Y para culminar un primer párrafo alegre en esta campaña del cuadro baskonista, Trent Forrest ha conseguido el MVP de la jornada gracias a sus 26 puntos –con 19 tiros libres sin fallo–, 7 asistencias y 43 de valoración. Pero más allá del galardón individual, ha emergido en toda su expresión como líder absoluto del Baskonia.
Y ha llegado el día en el que el descarte del extracomunitario ha sido nada menos que Markus Howard. Y ha llegado el día en el que Rodions Kurucs se ha lesionado, aparentemente por culpa de una recaída de su problema en la fascia plantar. Y ha llegado, sobre todo, remontando un 20-40 adverso, resultado que ha tenido que levantar después de un primer cuarto calamitoso y un arranque en el segundo período para nada halagüeño. El lema del Baskonia para esta campaña pregunta a sus aficionados si son creyentes. Este domingo, por fin, sus jugadores le han dado a su gente un motivo para creer, aunque haya sido por la vía del electroshock.
Porque el arranque ha sido como para salir despavorido del Buesa Arena: parcial de 18-34, con un Lyles provocando una hemorragia tremenda en la «defensa», entre comillas, de los muchachos de Paolo Galbiati. Y cuando no era Lyles, anotaba Campazzo, o si no lo hacía Deck, o Kramer, o Hezonja. Porque la defensa gasteiztarra no ha estado a la altura.
De lo individual a lo colectivo
Hasta que ha llegado el momento del 20-40 y los jugadores baskonistas se han quitado los complejos, los corsés y casi toda esperanza. A golpe de talento individual, Luka Samanic ha compensado en ataque sus debes defensivos; a golpe de talento individual, Tim Luwawu-Cabarrot, sobre todo tras hacerse pitar una técnica, ha empezado a limar la desventaja y a despertar a los 11.000 valientes reunidos en el Buesa Arena.
Solo faltaba convertir en colectiva la reacción individual. La pareja de bases que han conformado Nowell y Forrest se ha encargado de coser esos hilos sueltos, así como el trabajo defensivo de los Diakité, Diallo o Sedekerskis, sin olvidar los buenos minutos que han dado Spagnolo o Frisch.
Llegar al descanso con menos de diez tantos de desventaja ha sido el primer triunfo del Baskonia: 49-58. Y es que los de Galbiati han ganado los tres últimos cuartos, condición indispensable para arreglar el desaguisado del primer asalto. A pesar de la lesión de Kurucs y los problemas en un dedo de Diakité –posiblemente haya sido una pequeña luxación que no le ha impedido continuar–, a pesar del talento de Lyles y Campazzo, Saski Baskonia ha encontrado en la verticalidad su manera de responder a un Real Madrid que no es que sea un tigre de papel, pero que tampoco es tan fiero como en otros años.
Forrest ha encontrado la vía del tiro libre para ir descontando poco a poco una desventaja que poco a poco se ha convertido en reversible. Pero claro, en estos casos, hay que culminar las volteretas para que no resulte tan pesado mentalmente. Los gasteiztarras han llegado a empatar a 75 a poco del final del tercer cuarto, pero pronto se ha visto con un 75-81 adverso. No obstante, con Luwawu-Cabarrot, Forrest y Diakité en vena, la réplica ha asido un 9-0 que no solo ha puesto al Baskonia por delante por primera vez desde el 4-2, sino que ha cambiado por completo la decoración del duelo.
El Real Madrid ha intentado volver y, de hecho, ha logrado un parcial de 2-7 para pasar del 84-81 al 86-88. Y hete aquí que los de Galbiati –un Galbiati encendido, buscando el ánimo de la grada de manera vehemente– han respondido a ese coletazo madridista con un parcial de 11-0, con Samanic y Luwawu-Cabarrot escoltando el partidazo de Forrest –hasta Sergio Scariolo ha alabado la labor del base baskonista–. El resultado de 97-88, pese a los intentos merengues, ya ha sido ilevantable. Ya lo había dicho en su día Dusko Ivanovic, que en el basket moderno los parciales son cada vez más habituales, pero desde luego que esta resurrección por la vía del electroshock ha supuesto, esperemos, algo más que la primera victoria de Saski Baskonia en la era Paolo Galbiati.
FICHA TÉCNICA
BASKONIA: Markquis Nowell (9), Mamadi Diakité (7), Tadas Sedekerskis (7), Trent Forrest (26) y Hamidou Diallo (9) –quinteto inicial–, Tim Luwawu-Cabarrot (21), Luka Samanic (17), Khalifa Diop (2), Matteo Spagnolo (4), Clément Frisch (2), Rodions Kurucs y Rafa Villar.
REAL MADRID: Kramer (8), Hezonja (15), Deck (13), Tavares (7) y Feliz –quinteto inicial–, Lyles (24), Garuba (2), Bruno Fernando (7), Campazzo (18), Procida (2) y Llull (4).
Parciales: 18-34, 31-24, 28-23, 28-19.
Árbitros: Peruga, Cortés y González. Han señalado técnica a los baskonistas Luwawu-Cabarrot y Diallo, y al madridista Campazzo. Han eliminado al baskonista Diakité.
Incidencias: Markus Howard ha sido el descartado para el partido. 11.046 espectadores en el Buesa Arena. Rodions Kurucs y Diakité han tenido que ir a vestuarios tras haber sufrido sendas lesiones, aunque Diakité ha regresado al juego.