ELA se movilizará ante la decisión de Lakua de «dejar a Madrid» las necesidades de su plantilla
El sindicato ELA ha anunciado este martes que se movilizará ante la decisión del Gobierno de Lakua, anunciada en la Mesa General de la Administración, de «dejar en manos de Madrid las necesidades de empleo y salario de su plantilla».
Ante la decisión de Lakua de «dejar en manos de Madrid las necesidades de empleo y salario de su plantilla», el sindicato ELA ha anunciado que llevará a cabo movilizaciones. De hecho, este martes ya se ha concentrado ante la sede de Lakua para que «lleve el autogobierno del discurso a la práctica». LAB también ha criticado que Lakua mantiene a su personal público subordinado a Madrid.
La central ha hecho público un comunicado en el que critica que el PNV afirmó el lunes que «pretende defender el salario mínimo interprofesional a través del autogobierno», pero el Gobierno de Lakua «ha dejado claro en la mesa general celebrada hoy que no tiene intención de decidir aquí los salarios, el empleo y las condiciones laborales de las personas trabajadoras del Ejecutivo».
Así, en la reunión de la citada mesa, Lakua ha presentado a los sindicatos «la subida salarial que incluirá en el proyecto de Ley de Presupuestos para 2026, así como las previsiones de empleo público y otras medidas relacionadas con las condiciones de trabajo».
Entonces es cuando «la viceconsejera de Empleo público ha señalado que también en el Proyecto de Ley de Presupuestos para el año 2026 dejará en manos de Madrid las necesidades de empleo y el salario de la plantilla del Gobierno Vasco. Así ha rechazado la petición del sindicato ELA de que se decidan aquí las condiciones laborales de las y los 115.000 trabajadores que dependen del Ejecutivo».
La central ha recordado que en los presupuestos aprobados en los últimos años, el Parlamento de Gasteiz ha decidido «dejar en manos de Madrid las condiciones laborales de su plantilla y ha rechazado hacer uso de sus competencias en materias como el salario y el empleo de la plantilla del Gobierno Vasco».
Consecuencias
Una decisión que ha tenido como consecuencia que «el 42% de la plantilla del Gobierno Vasco es temporal. Más de 27.000 personas trabajadoras en Osakidetza, la mitad de la plantilla. En educación, más de 25.000, el 55%. La temporalidad del Gobierno Vasco triplica a la del sector privado».
Además, «la plantilla, en general, no ha tenido ningún incremento salarial en 2025 y la pérdida salarial desde 2022 es del 8,6%», el euskara «sigue siendo una lengua secundaria» y «las cargas de trabajo, la no sustitución y la excesiva burocratización tienen efectos graves sobre la salud laboral de la plantilla».
Por todo ello, considera que la decisión de Lakua «es muy grave» y que «en estas condiciones, garantizar unas prestaciones de calidad a la ciudadanía por parte de las plantillas es muy complicado».
Tomar decisiones
Y le insta a «tomar decisiones a favor de los servicios públicos» contemplando en el presupuesto de 2026 que, en el empleo, se establezca «un articulado que cierre las puertas a la privatización y prever procesos de reversión a lo público, garantizando la subrogación del personal. También hay que establecer fórmulas para reducir la temporalidad real al 8%, convocando procesos garantistas que permitan la consolidación del personal temporal».
En el ámbito de los salarios, ELA plantea que las cuentas «deben establecer un incremento salarial del 8,6% + IPC de 2025 para todo el personal» y en cuanto a la jornada, «reducción a 32 horas, con una partida presupuestaria para su implementación».
También pide «establecer una partida presupuestaria para acabar con el exceso de burocracia y aliviar las cargas de trabajo en cada sector, incluir una partida para planificar la euskaldunización del personal», partidas por la igualdad de género y medidas de rejuvenecimiento de las plantillas, entre ellas, restableciendo la jubilación parcial.
LAB: «Mantiene a su personal público subordinado a Madrid»
LAB por su parte, ha criticado que el Gobierno de Lakua ha rechazado todas sus propuestas. Según LAB, la actitud mostrada por Lakua mantiene tres rasgos habituales: «Rechazo e imposición en la negociación colectiva; rechazo de las posibilidades de autogobierno y dependencia de Madrid; y continuidad con los gobiernos anteriores presididos por Pradales».
Han subrayado las prioridades de cada ámbito, solicitando partidas presupuestarias y financiación para ellas: financiación necesaria para los convenios; inversión para reducir ratios; recursos y planes para la euskaldunización; subidas salariales frente a la pérdida de poder adquisitivo del 20% en los últimos años; financiación para reducir la jornada a 30 horas; planes de rejuvenecimiento; inversión para reducir la temporalidad y estabilizar los puestos de trabajo, así como estructurar y crear nuevos puestos; medidas para la salud laboral; y procesos de recuperación de servicios privatizados y financiación para equiparar y homologar los salarios del personal en el camino hacia la publicización.
Sin embargo, LAB cree que el Gobierno de Lakua «ha dejado claro que espera los criterios de Madrid, sin presentar ninguna propuesta». Desde LAB han señalado que los límites impuestos desde el Estado español pueden superarse mediante acuerdos complementarios, «como hemos logrado en todos los convenios firmados en la educación pública. Sin embargo, ha renunciado a la posibilidad de extender la función pública a todo el personal público. Queda claro que se trata de una cuestión de voluntad, y que la voluntad solo puede cambiarse mediante la lucha».