El triunfo ante el Barcelona acerca a la Real a su mejor registro
Las donostiarras, que no ganaban al equipo catalán desde la temporada de su debut en Primera, alcanzan los veinte puntos. Solo una vez estuvieron por encima a estas alturas y acabaron en Champions.
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Zubieta vivió el domingo un fiestón, que se ha prolongado en las conversaciones y las redes. No es para menos. La Real se impuso al Barcelona, algo que consiguen muy pocos equipos y que al propio equipo txuri-urdin se le resistía desde 2007, y el triunfo le permitió mantenerse en posiciones europeas y muy cerca de sus mejores registros.
El partido frente al Barcelona se esperaba con especial interés. La Real se plantó en posiciones europeas en la tercera jornada, de las que solo se ha caído una semana desde entonces. Pero había jugado contra equipos metidos en otras peleas en casi todos los casos. Y la única excepción, la visita del Tenerife a Zubieta, se saldó con la primera derrota de la temporada y con una floja actuación del equipo txuriurdin; lo que, unido a que todavía faltaban los partidos contra Barcelona, Real Madrid y Atlético, templaba el optimismo.
Va a ser más difícil hacerlo ahora porque el primero de esos enfrentamientos con los tres grandes se ha saldad de su lado. El más difícil, de hecho, y con total merecimiento. Porque al Barcelona, salvando todas las distancias, le pasó en Zubieta lo que tantas veces se le vio a la propia Real la pasada temporada, que el monopolio del balón y la inagotable vocación ofensiva chocaron con la incapacidad para golpear a un rival mucho más acertado en el empleo de sus armas. Es verdad que el equipo catalán ha perdido fondo de armario este año, y eso se suele ir notando más según avanza el curso y se multiplican las competiciones y los esfuerzos, y que además se le ha llenado la enfermería de gente importantísima.
Pero también lo es que la Real firmó una actuación perfecta. Y eso que cambió de traje, cediendo la posesión a su rival más aún de lo que cabía esperar. Pero supo mantener la concentración y el esfuerzo defensivos en niveles altísimo para contrarrestar el peligro que conlleva esa decisión y también inquietar al rival las pocas ocasiones en las que recuperó el balón. No le faltó fortuna porque su segunda llegada al área, sin haber disparado aún a puerta, se saldó con el penalti que le acabó dando la victoria. Pero también perdonó después algún contragolpe claro, lo que mantuvo vivo al Barcelona hasta el final y, por tanto, elevó la exigencia del choque al máximo.
Dos décacas
El alegrón tuvo varias vertientes. La primera, la propia felicidad de imponerse al Barcelona, uno de los rivales a los que en más ocasiones se ha enfrentado la Real a lo largo de su historia, con un bagaje realmente pobre.
Donostiarras y culés se cruzaron por primera vez en la temporada 06/07, la del debut en Primera. Y los dos partidos se saldaron del lado txuriurdin (2-1 en Zubieta, 1-3 en la segunda vuelta). Pero desde aquel 22 de abril de 2007, en el que los goles de Evelyn Santos, Aintzane Encinas y Lau Gómez sellaron el triunfo en la capital catalana, han transcurrido casi dos décadas de sequía, en las que la Real apenas ha sido capaz de rascar tres empates, entre un sinfín de derrotas y no pocas goleadas.
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— Real Sociedad Femenino (@RealSociedadFEM) November 2, 2025
Solo en la temporada 07/08, con el Barça en Segunda, han dejado de verse las caras. Porque en la 19/20, la suspensión de la Liga por la pandemia les dejó sin sus dos enfrentamientos ligueros pero para entonces ya habían disputado la dolorosa final de Supercopa de Salamanca, que se saldó con un escandaloso 1-10. Y es que los malos números de la relación que mantienen los dos equipos, son aún peores en los últimos tiempos. Incluso en la temporada 21/22, la mejor de la historia para las donostiarras, que acabaron clasificándose por primera vez para la Champions League, los dos duelos ligueros se saldaron con goleadas del equipo blaugrana (8-1 y 1-9), que encima también ejerció de verdugo en los cuartos de final de Copa, aunque con un marcador bastante más modesto.
En total, en los 18 años que han pasado desde aquel 1-3 hasta este último triunfo, Real y Barcelona han disputado 41 partidos (32 de Liga, 7 de Copa y 2 de Supercopa), saldados con 35 victorias culés y 6 empates. Ni una sola victoria en casi dos décadas, hasta que este domingo acabó la racha.
Buenos recuerdos
Pero la satisfacción no solo la produjo el rival, sino también las consecuencias del triunfo en la clasificación. Las victorias de Atlético y Real Madrid el sábado habían condenado a la Real a dormir en la cuarta plaza pero cuando acabó la jornada, volvía a pisar zona europea.
Son 20 puntos con nueve jornadas disputadas y las referencias no pueden ser mejores. Porque solo una vez había alcanzado esa puntuación a estas alturas del curso, con los 21 de la temporada 21/22, que acabó con las donostiarras la Champions League. Claro que entonces ya se había enfrentado a tres de los equipos que le acompañaban en la pelea por Europa. Al Athletic le ganó por la mínima y contra Levante y Barcelona, de forma escandalosa en el caso de las culés, encajó sus dos primeras derrotas del curso. Ya solo fueron cuatro más hasta el final de Liga y aquel segundo año de Natalia Arroyo en el banquillo, que había empezado con una desbandada tremenda en el vestuario, acabó con el equipo en Europa.
Aquel equipo contaba con una ventaja respecto al actual, el estado de gracia ante la portería lo compartían tres futbolistas, Amaiur, Eizagirre y Franssi, que acabaron marcando 43 goles. Ahora, y aunque para cuando se estrenó, sus compañeras ya habían macado siete goles en cuatro partidos, la dependencia de Edna Imade puede resultar peligrosa: siete de los nueve últimos goles de la Real han llevado su firma. En defensa, también ha ofrecido más dudas que entonces, cuando a estas alturas solo Levante y Barcelona habían sido capaces de marcarle algún gol. Curiosamente, esta vez no ha podido hacerlo el campeón culé, pero sí otros tres rivales; Madrid, Tenerife y Granada marcaron por partida doble.
La portería, en cualquier caso, ha quedado blindada en los dos últimos partidos ante Eibar y Barcelona. Dos triunfos a los que el equipo txuriurdin tratará de dar continuidad el próximo domingo, cuando visita al Espanyol.