Una historia de amor, fuego y pieles
LLÁMAME SINSORGA
Euskal Herria, 2025. 87'. Direc. y guion: Marta Gómez, Paula Iglesias. Música: Es amour, Ezta toujours, Merina Gris. Foto.: Emilia Martín, Andrea Martínez.
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Tras su estreno en Zinebi llega a las salas de cine el documental ‘Llámame Sinsorga’, protagonizado por Irantzu Varela y Andrea Momoitio. La obra pone en primer plano el trabajo invisibilizado de cinco obreras –carpinteras, interioristas, bricoladoras– que desafían los prejuicios de un oficio aún dominado por hombres.
A lo largo de la historia, las mujeres que han desafiado lo establecido han sido tratadas como locas, inconscientes, energúmenas… o «sinsorgas». Marta Gómez y Paula Iglesias han querido apropiarse de esta palabra que tantas veces han escuchado de niñas (y adultas) para hacer un ejercicio de reparación y reivindicar que las mujeres no tienen porqué ser siempre corteses, que cualquiera tiene derecho a cuestionar las convenciones de género y que, por supuesto, una mujer debe ser libre de desempeñar el trabajo que quiera.
Esta es la historia de una obra que no pudo hacerse solo con mujeres. Parece sorprendente, pero, ¿cuántas veces habéis llamado para que os arreglaran una avería en casa, y os habéis encontrado con una mujer al abrir la puerta? Seguro que no muchas.
Irantzu Varela y Andrea Momoitio son dos periodistas y comunicadoras que deciden transformar un centenario atelier de vestidos de novia en el primer centro cultural feminista de la ciudad: La Sinsorga. Su principal motivación es llevar a cabo toda la obra solo con mujeres y que este proyecto pionero sirva para crear una base de contactos de mujeres dentro del sector de la construcción. Sin embargo, al abrir la puerta, se encuentran con la dura realidad que hay detrás de un sector tan profundamente masculinizado; y es que el patriarcado pesa más que una caja de herramientas.
Cinco obreras son las encargadas de reconstruir este emblemático edificio de cuatro plantas, antiguo símbolo del amor romántico. Durante un año, vemos cómo la transformación se va abriendo paso desde lo invisibilizado de su trabajo, a través de un relato donde el costumbrismo de la obra convive con un universo performático en el que asoman los miedos y deseos que atraviesan el proyecto.
‘Llámame sinsorga’ retrata las dificultades y violencias que experimentan aquellas mujeres que deciden realizar trabajos que se suponían de hombres. Las protagonistas se enfrentan a numerosos obstáculos que pondrán en peligro la inauguración y puesta en marcha del espacio, pero es su amor y convicción en lo que están haciendo lo que las mantendrá a flote.