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La dirección cesante del CREENA aporta documentos que dejan en evidencia a Gimeno

El consejero de Educación navarro, Carlos Gimeno, ha comunicado que ya tiene relevo para el CREENA, entidad que atiende al alumnado con necesidades especiales, y ha tildado de «patraña» que haya abierto una vía a su privatización. La dirección dimisionaria ha aportado documentación que le desmiente.

La dirección dimisionaria del CREENA, liderada por Domblás (segundo por la derecha). (NAIZ)

La dirección cesante del CREENA, que presentó su dimisión en bloque hace dos semanas, ha convocado una rueda de prensa de urgencia esta tarde para responder al consejero de Educación que había vertido acusaciones en mal tono contra ellos. En esa comparecencia, se ha presentado una cronología de los hitos principales que les llevaron a su dimisión y, además, una copia del polémico convenio firmado con una asociación que provocó su renuncia como protesta. Varios sindicatos habían solicitado este documento, pero les había sido negado por parte del Departamento. El convenio se ha adjuntado a esta noticia.

Todo ha comenzado por la mañana, cuando Carlos Gimeno ha comunicado que la nueva directora del CREENA será Ester Navallas, quien ahora tiene que nombrar otros tres cargos para completar la nueva directiva. El consejero ha estado poco elegante y ha asegurado que la dirección del CREENA se marcha diciendo «patrañas».

«¿Alguien en su sano juicio puede creerse la patraña de que el departamento de Educación puede estar privatizando algo?», ha aseverado Gimeno. Ha alegado, además, que el convenio firmado con la Fundación Alegría es «idéntico» al que el CREENA tiene con la ONCE. 

Una vez han trascendido estas declaraciones, Ander Domblás y el resto de la directiva del ente público han convocado a los medios para ofrecer su versión. 

En ese encuentro, donde el resto de miembros de la Ejecutiva han dicho sentirse molestos por el hecho de que Gimeno centralice sus ataques en Domblás cuando ha sido una dimisión en bloque consensuada, se han facilitado los documentos por los que ellos han entendido que el convenio con la Fundación Alegría abre «una vía de agua» en el modelo de atención a la diversidad en Nafarroa y favorece la privatización. 

Muy resumidamente, la polémica arranca en febrero pasado, cuando Gimeno firmó con la Fundación Alegría (de familiares de niños con trastorno del espectro autista, TEA) un acuerdo, que contenía un párrafo que abría la puerta a especialistas de esta asociación para trabajar directamente en el aula mientras el Departamento no pusiera medios adecuados para atenderlos.

La dirección del CREENA entendió que ese párrafo daba pie a la privatización de la atención al alumnado con necesidades especiales y elaboró un texto alternativo con aportaciones técnicas a este convenio que les afectaba -y que, además había sido redactado sin tan siquiera su conocimiento- donde se suprimía el párrafo. El texto con las correcciones también se ha adjuntado a este artículo.

Tras intentos infructuosos para reunirse con el consejero, acabaron dando un ultimátum: o el párrafo se eliminaba o ellos dimitirían. El conflicto se mantuvo a nivel interno durante nueve meses, en los que la dirección del CREENA se reunió directamente con la citada Fundación, sin llegar a un acuerdo.

Finalmente, Educación comunicó que ese párrafo no se iba a cambiar en lo esencial y, tal y como habían advertido, Domblás y su equipo registraron a través de una instancia que dimitían de sus responsabilidades.

No equiparable al acuerdo con la ONCE

El equipo cesante también ha desmentido que el texto sea asimilable al convenio de la ONCE como dice Gimeno, alegando varios motivos. El primero, que el convenio con la ONCE es del año 1993 y previo a la creación del CREENA. El segundo, que a diferencia de la Fundación Alegría, la ONCE es una entidad semipública. El tercero, que la atención a personas con graves problemas de visión es muy específica, es complicado adaptar a los docentes y requiere de materiales que solo la ONCE puede ofrecer. El cuarto, que ni siquiera ese convenio entrega a la ONCE la potestad de actuar directamente en las clases. 

Domblás ha asegurado que han recibido el apoyo de todos los sindicatos y de los claustros de más de cien centros educativos navarros. También han sido respaldado por otras asociaciones que trabajan con alumnos que tienen dificultades diferentes al TEA. 

Asimismo, ha añadido que el convenio está mal diseñado para el fin que pretende conseguir. De un lado, porque presume que los miembros de esta Fundación tienen un conocimiento mejor de cómo tratar al alumnado con TEA que el que atesora el propio sistema público y el CREENA (que lleva más de cuatro décadas funcionando y que cuenta con unos 60 profesionales) y, del otro, porque prácticamente obliga al alumnado TEA a inscribirse en esta fundación para el acceso a este apoyo suplementario.