Xabier Sagredo cierra su etapa como presidente de BBK Fundazioa
Los rumores se han confirmado este lunes. Xabier Sagredo deja BBK Fundazioa, según ha trascendido «por motivos profesionales». Se cierra así una etapa en su carrera profesional, que el de Trapagaran ha afianzado como la de la fundación bancaria que aún preside.
Xabier Sagredo cierra su etapa como presidente de BBK Fundazioa. Aunque hace tiempo que había rumores sobre su marcha, este lunes se ha confirmado y se anuncia que el miércoles se oficializará. Hace escasos cinco días, se produjo su última comparecencia pública, en la que el de Trapagaran destacó que la fundación bancaria es «el principal inversor en empresas vascas de todo el Estado con una cartera de más de 5.200 millones», lo que le permitirá el próximo año destinar más de 53 millones de euros a la Obra Social, sin contar con el dividendo de Kutxabank.
Sagredo, según ha podido confirmar NAIZ, aduce «motivos profesionales» para dejar BBK. Lo hace en un momento dulce para la entidad que cuenta con el 57% de las acciones de Kutxabank y también en lo personal, ya que se ha hecho un hueco en varios consejos de administración de grandes compañías. La más destacada, Iberdrola, donde es consejero desde abril de 2016 y más recientemente de Tubacex, donde entró en septiembre pasado.
Quien fue tesorero del Bizkai Buru Batzar del PNV se ha labrado un curriculum profesional desde que su partido le colocase como presidente de la antigua caja de ahorros vizcaina, en 2013. Desde el inicio de su gestión en BBK, han sido muchas las voces que han asegurado que a Sagredo «nunca le ha interesado realmente la Obra Social sino el mundo financiero» y que BBK era un trampolín hacia nuevos retos profesionales. Ese momento parece haber llegado después de una dilatada carrera en la fundación.
Tampoco ha pasado desapercibido los numerosos galardones que ha ido atesorando en los últimos años y que le han dado proyección a nivel del Estado español. En 2021 recibió el reconocimiento 'Top Talent Saria CEO' del Grupo Noticias, al que siguió en 2022 el premio 'Tu Economía', en la categoría mejor dirección empresarial, otorgado por el diario 'La Razón', así como premiado en la categoría de organización financiera, en la I edición de los Premios Carlos V a la Excelencia Empresarial, de la Sociedad Europea de Fomento Social y Cultural. Asimismo, resultó elegido CEO del Año en la IX Edición de los Premios Capital.
Sagredo ha sido firme defensor de que la fundación obtuviese ingresos, al margen de los dividendos de Kutxabank, a través de inversiones en Iberdrola pero también en otras compañías como CAF, Arteche o Vidrala. En este época de bonanza para la banca, está liderando ese fervor inversor, en algunos casos siendo incluso más audaz que el propio banco que preside Anton Arriola.
En 2013, la entidad afrontó uno de los momentos más complejos de su historia. La crisis financiera global y la nueva legislación española que transformaba a todas las cajas en fundaciones bancarias obligaron a BBK a tomar decisiones trascendentales: mantener el control sobre Kutxabank o desinvertir en un contexto desfavorable.
El fondo de reserva
La decisión fue firme. Para preservar ese control, la fundación tuvo que constituir un fondo de reserva de más de 235 millones de euros, diez veces superior al presupuesto de Obra Social de aquel momento. A pesar del desafío, según indicó la semana pasada el propio Sagredo, «BBK apostó por la profesionalización, la gestión a largo plazo y la diversificación de su patrimonio».
Gracias a ello, BBK consiguió dotar el fondo de reserva dos años antes de lo exigido y ha logrado cuadruplicarlo, superando los 800 millones de euros.
La gestión de Sagredo no ha dejado indiferente ni a las personas más cercanas a la fundación bancaria ni a su partido. En 2023, NAIZ se hizo eco de las maniobras del presidente de BBK para seguir adelante con la por entonces cuestionada política de inversiones, tras las que algunas fuentes detectaban intereses particulares de este.
Esas inversiones se decidieron en una comisión de patronos después de que el Banco de España rechazase la constitución de una filial que concentrara todas las participaciones accionariales de la fundación. Su nombre era Ondare SL, del que llegaron a registrar un dominio, siguiendo el modelo que empleó la Fundación La Caixa con Criteria.
En esta década, Sagredo ha ido moldeando la composición del Patronato y ha transformado la Obra Social, no sin críticas, especialmente por su decisión de no dar cabida a personas que representen las ideas de la segunda fuerza política más votada de Bizkaia. También es cierto que al presidente no le han gustado muchas de las informaciones publicadas por este medio.