Juan del Barrio
Miembro del Consejo Navarro de Medio Ambiente

A la Agrupacion de Garajes de la calle Sangüesa

El presidente y promotor de esa agrupación, Enrique Huesa, recientemente hizo unas declaraciones a los medios donde trataba de vendernos las ventajas que la construcción del parking en la Calle Sangüesa aportaría al vecindario. Este personaje con intereses profesionales y mercantiles en el proyecto, sin duda defendía los beneficios económicos que la obra le aportaría.

De entrada, aseguró que en 24 días ya se han firmado 200 solicitudes formales de plazas de garaje de las 346 con las que cuenta el proyecto. Ese número de solicitudes es susceptible de ser inflado, dado que el solicitar la plaza de garaje no implica el abono del importe de la misma. Con todo, y aun teniendo en cuenta que se llene la lista de solicitantes de las plazas de garaje y abonen su importe, eso no justifica la construcción del parking de la calle Sangüesa, donde debiera prevalecer el interés común por encima de los intereses privados.

El que un autoproclamado presidente, a la vez arquitecto, promotor y constructor decida realizar el proyecto del parking, con todo lo que conlleva a nivel ambiental y social, significa que el proyecto lo deciden unas minorías y el desaguisado lo dejan al resto del vecindario, especialmente a las personas mayores y desfavorecidos. Esto no es muy democrático que digamos.

Por otra parte, es sabido el suelo donde se pretende construir el parking, que significa que la propiedad es de la ciudadanía de Iruñea en su conjunto y no de la Agrupación de los Garajes, o sea, del promotor Sr. Huesa. Me pregunto qué valor económico tiene el suelo de la calle Sangüesa, que los compradores de las plazas de garaje por supuesto no pagarían.

Respecto a la eliminación del arbolado, 36 árboles de gran porte y 11 para su trasplante, la reposición de los mismos implica que durante su crecimiento, esos árboles no harán su función de refrigerar la zona en verano, ni como sumidero de gases de efecto invernadero, ni como refugio en época de estiaje. Los árboles a trasplantar no tienen ningún futuro, porque como aseguran los técnicos no prenderán.

Se habla de que el precio de cada plaza de garaje sale a 32.000 euros, pero en el mismo no está incluido el precio de suelo que es público. Tampoco se incluye el precio de los servicios que esos árboles hacen al vecindario, ni los trastornos que la construcción ocasionará a los alumnos del Instituto, a los comerciantes y a los vecinos del entorno. Si todo esto lo cuantificamos a nivel económico, seguro que cada plaza de garaje no saldría a 32.000 euros. Con eso solamente pagarían la construcción del mismo, con la solución técnica más barata, pues existen otras más caras que no conllevarían las talas anunciadas.

Dentro del modelo de ciudad que necesitamos, el problema no es la economía sino la ecología, donde se debería priorizar el concepto de ciudad habitable, desarrollando la movilidad urbana, potenciando los desplazamientos peatonales y el transporte público. Problema preocupante es considerar a la ciudad como un espacio de especulación, en vez de espacio de relaciones vecinales.

El economista rumano Nicolás Georgescu-Roegen, padre de la bioeconomía y la economía ecológica, desarrolló la relación existente entre la economía y la naturaleza. En la misma aseguró que si los productos y servicios nos salen tan baratos, es porque no se incorpora a la producción de los mismos los costos ambientales, que después tendremos que pagar entre todos. Este sería el caso en la construcción del parking para ricos en la calle Sangüesa.

En un futuro inmediato las olas de calor serán más largas y agresivas y mientras la razón y la decencia nos piden actuar de inmediato para hacer las ciudades más resistentes al cambio climático mitigando sus consecuencias, el promotor del parking en la calle Sangüesa defiende la eliminación de parte del arbolado, priorizando el uso del coche cuando la mayoría de las ciudades europeas los están sacando de la ciudad. El beneficio económico no justifica semejante aberración ambiental y social, por muchos beneficios económicos que obtengan los promotores.

Después de las grandes movilizaciones sociales históricas en nuestra ciudad contra la eliminación del adoquinado en el Casco Viejo de Iruñea y de la construcción del parking subterráneo en la Plaza del Castillo, la participación social contra la construcción del parking de la calle Sangüesa es sin duda la más importante. Personas de toda clase y condición han venido manifestando pacíficamente cada semana su rechazo a ese proyecto depredador e irracional. Personas cuyo interés común en la defensa de la vida… que es de aplaudir por su carácter cívico y democrático. Esta movilización ciudadana ha traído la paralización momentánea del proyecto, por lo que podemos en un principio estar satisfechos y felicitarnos, aunque también atentos a como se desarrollan futuros acontecimientos.

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