Javier Pérez Cueva
Alcalde del Valle de Ollo

¿A quién representa la Federación Navarra de Municipios y Concejos?

Dentro de pocos días tendremos la Asamblea anual de la Federación. Durante esta legislatura, la Reforma del Mapa Local ha sido un tema transcendental para las Entidades Locales de Navarra, y a punto estuvieron el PSN y UPN de reducir significativamente las competencias locales que actualmente disponen los Municipios y Concejos.

Desde nuestra propia Federación se afirmaba que era inevitable tener que hacer una Reforma de importante calado, tras la aprobación en Madrid de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, ya que de lo contrario esta Ley Estatal pasaría por encima de las competencias que actualmente gozamos. Sin embargo, como afirmábamos desde el grupo dinamizador de la Asamblea de Berriozar, que agrupó a 900 cargos en contra de la Reforma planteada por PSN y UPN, la Ley Estatal no obligaba a Navarra en todas aquellas cuestiones que nos quisieron hacer creer que eran inevitables. La prueba está en la nueva Ley que cuenta con los votos favorables de UPN, PSN, PP, y que deja las cosas prácticamente como estaban.


La Federación decía que no había tiempo para organizar un proceso participativo con garantías que recogiera la opinión de los Municipios y Concejos, negando así la posibilidad de trabajar desde los propios afectados una mejora de lo existente.


Entiendo que, en general, quienes trabajamos en los Ayuntamientos y Concejos tratamos de gestionar de la mejor manera que podemos y esto supone anteponer los intereses de nuestros vecinos y vecinas a los de determinados partidos políticos. En consecuencia, la Federación, como representante de los Municipios y Concejos, tendría que hacerlo de la misma manera.
Para justificar, quienes defendieron la Reforma del Mapa Local que afortunadamente no se ha hecho, afirmaban que hay muchas Entidades Locales en Navarra y que esto encarece y merma la gestión de los servicios a los vecinos y vecinas. Pues es curioso comprobar dos cuestiones que me parecen importantes sobre estos asuntos.


1º La deuda pública de las Entidades Locales de Navarra, sin tener en cuenta la de Pamplona y Tudela, es de unos 208 €. Nuestro modesto Ayuntamiento, como otros muchos, tiene superávit. Mientras, el Gobierno de Navarra, tiene una deuda de unos 4.900 € por habitante.

2º Según se desprende de las encuestas entre los ciudadanos, la Administración mejor valorada son las Entidades Locales.


Por las mismas razones que apuntaban los defensores de la Reforma del Mapa Local, alguien podría plantear que, si la gestión del Gobierno de Navarra encarece y merma los servicios y además cuenta con una valoración muy mala de los ciudadanos, debería desaparecer como institución el Gobierno Navarra.


Más allá de disparates que a cualquiera se nos pueden ocurrir, opino, como tantos otros cargos  públicos, que la solución para mejorar las Entidades Locales no pasa por lanzar cortinas de humo para recentralizar propiedades o servicios para después, si lo desea el Gobierno de turno, poderlos privatizar.


La mejora de las Entidades Locales, que sigue sin hacerse, pasa por sentarse a trabajar con las mismas para rentabilizar los recursos de que disponen y optimizar los servicios que ofrecen, pasa por tener criterios comunes y acabar con la relación arbitraria que existe entre las Entidades Locales y el Gobierno de Navarra, pasa por trabajar de manera horizontal con la información que se dispone y actuar en consecuencia con mayor transparencia y, ¡cómo no!, por garantizar la financiación de los servicios.


Como un número importante de electos, entiendo que estas son algunas de las cuestiones por las que se tiene que regir la gestión de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, y entiendo que para ello es necesario que quien gobierna la Federación tiene que tener estos principios y aplicarlos. 


Podemos seguir teniendo a la Federación como una correa de transmisión de los partidos mayoritarios o cambiar y representar los intereses de las Entidades Locales. En cualquier caso, y afortunadamente, la pelota está en manos de los miembros de la Asamblea de la Federación.

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