Altsasu, tradición e Iglesia
El Ayuntamiento de Altsasu retoma la tradición de participar como corporación municipal en los actos religiosos que se celebren en las ermitas del pueblo; ello incluye evidentemente la asistencia a misa, etc. Dicha decisión es fruto del acuerdo plenario del pasado mayo, a propuesta de Geroa Bai, que anuló una decisión anterior del año 2013, con la alcaldía de Bildu, en la cual se decidió no acudir como corporación a los actos religiosos.
Actualmente, el argumento de peso es, que se debe recuperar una costumbre que había sido interrumpida; la asistencia oficial a la ermita de San Juan el lunes día 23 marca una nueva dinámica.
Altsasu ha sido un pueblo ejemplar en la recuperación de sus tradiciones, de asimilar la igualdad de la mujer como el caso del baile del zortziko, Santa Ageda etc., con la mayor naturalidad, mediante el empuje feminista y, sin ningún punto conflictivo, pero paradójicamente se vuelve a la carga, se genera conflicto en el tema de tradiciones y evolución de una sociedad moderna.
Analizando el devenir del pueblo altsasuarra y sus manifestaciones en su conjunto, primero es conveniente decir que las creencias religiosas y la práctica de una religión es algo personal y ha de realizarse en el ámbito de la esfera privada sin mezclarlo con lo público. Quien desee participar en una celebración o festividad de su religión debería hacerlo a título personal. Corporación, funcionariado, etc., deben mantener la equidistancia entre los cultos religiosos. No se deben implicar, ni participar en representación de la administración. La inercia de un pasado autoritario en todo el Estado español, parece que es difícil de superar; así no se ejerce la laicidad y ninguna administración competente se puede denominar laica.
Las ermitas de Altsasu tienen una historia preciosa, donde muchos aspectos desconocemos, en un contexto donde la Iglesia era Estado y el pueblo asumía las directrices marcadas. Épocas de inquisición donde el obispo de Pamplona mando enterrar la talla de San pedro que se encuentra en dicha ermita, conservado el pueblo en desconociendo si se cumplió dicha orden o es la misma talla la que actualmente podemos observar. Épocas de conflicto entre liberales, carlistas, monárquicos, republicanos, pero por haberla mal estado, siempre manteniendo unas costumbres ancestrales.
La sociedad ha ido adaptándose perfectamente a todo ello y, Altsasu recuerda y debe mucho a la segunda república que tantos avances consiguió para luego ser derribados.
Precisamente en relación a la participación municipal en los actos religiosos, tenemos un dato muy significativo de junio de 1933, en el cual algunos concejales no estando de acuerdo con que la corporación acudiese a la misa de San Pedro, propusieron al pleno debatir el tema, tras discutirse acaloradamente se llegó a la votación, con el resultado de un empate, dándose la casualidad de que uno de los concejales Constantino Salinas (PSOE) no pudo acudir dicho día al pleno por tener otro acto en la Diputación; con lo cual se acordó volver a votar cuando el estuviese presente, llegado el día se procedió a la votación en la que como era de esperar ganaron los partidarios de no asistir a misa el día 29 de junio día de San Pedro como corporación.
Fue tal el rebote, que el cura amenazó con no acudir a la comida que el ayuntamiento celebra dicho día en la campa, la venganza fue cumplida y el cura no apareció.
Creo han pasado 92 años y aquellas republicanas y republicanos, lo tenían más claro que muchas
personas en estos momentos. Una sociedad laica, una iglesia que no interfiera en las decisiones de la sociedad
Alguien puede pensar que porque acudan a misa tampoco pasa nada, que se puede justificar en nombre de la tradición y el arraigo cristiano del pueblo vasco, pero debemos tener en cuenta todas las hipotecas que generan los ayuntamientos, ya que los que precedan deberán cumplir el acuerdo o derogarlo de nuevo y, ello si genera un mal ambiente, un conflicto innecesario; el árbitro de todo ello no puede ser nadie más que la sociedad laica y plural que tanto presumimos en muchos foros en relación a la evolución histórica altsasuarra.
No se trata si un partido u otro decide que hacer, es un aspecto más elemental y de sentido común, es decir, que cada persona que en dicho momento esté en una institución, solamente a nivel personal, decida ir o no.
Los conflictos se generan cuando algo no encaja en una sociedad avanzada plural. Religiones y estado deben mantener la mayor separación posible, los ejemplos que vemos en el mundo para erigirse en teocracias producen pavor, lo mismo que las declaraciones del presidente de la conferencia episcopal española, que no sé por qué. Están pidiendo elecciones cuando no tocan, no sé qué le pasa a la iglesia para alinearse con la derecha rancia española.
En junio de 1933, el día de San Pedro la misa se celebró y acudieron los fieles, el ayuntamiento preparó los actos, entre ellos la comida de la corporación y municipales, el cura comió en una mesa aparte y, todo funciono en perfecta armonía, manteniendo la autentica y verdadera tradición, la que surge del pueblo evolucionado.
Este año, en la campa de San Pedro, igual que el día de San Juan, el ambiente será espléndido, un gran día para celebrar, pero tristemente generando una nueva hipoteca de futuro, cuando todo estaba perfectamente debatido y argumentado.
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