Acabo de enterarme de la muerte de nuestro amigo y compañero Amadeo Rementería Basterretxea, en su día −década de los 60−, sacerdote en Zeberio de Bizkaia. Él fue el primer sacerdote en la larga cadena que nos llevaría al exilio o la cárcel a un grupo de entonces sacerdotes y otras personas que intervenimos en el refugio y huida de Mikel Etxeberria, Makaguen (1945-2017), en abril de 1969. Fue también de las primeras personas de aquella cadena que tuvo que huir y exiliarse en Iparralde para, posteriormente, buscar trabajo en París, donde residió hasta su vuelta a casa. Siempre fue un hombre sencillo, alegre, discreto y solidario. Abertzale, participó en todas las acciones del grupo de curas de Gogortasuna.

La década de los sesenta fue una época muy convulsa en Euskal Herria por la grave represión franquista y el nacimiento de ETA. Muy en especial el año 1969. La caída más importante de la entonces parte de la cúpula de ETA en Mogrovejo (Cantabria) y Bilbao provocó tal vez la mayor represión, con cientos de personas detenidas, torturadas, exiliadas y encarceladas, así como la mayor red solidaria.

Especialmente grave fue la escapada de Makaguen el 9 de abril de 1969, desde la calle Artekale de Bilbao, herido de gravedad; la muerte del taxista Monasterio que rechazó atender al militante abertzale; su refugio por distintas zonas de Bizkaia; su huida hasta el exilio por Catalunya y su paso definitivo al Estado Francés vía Pirineos y Perpignan. Esa historia y su logística, en la que quien suscribe fue también testigo y protagonista hasta el exilio en el Estado Francés, nos llevó dos meses.

Precisamente fue Amadeo Rementería quien me llamó por teléfono para enrolarme en aquella cadena solidaria para buscar médicos que atendieran a Makaguen, buscar refugio en distintas zonas y preparar su huida vía Barcelona y Pirineos. Ese día quien suscribe bautizaba a una sobrina en Durango y cuando iniciábamos la comida sonó el teléfono. Inmediatamente, tuve que abandonar mi familia e iniciar mi camino al exilio comprometido con la fuga del militante de ETA herido.

Al final de mayo de 1969 realizamos el paso hacia el exilio Makaguen y yo mismo. Acompañados de una pareja amiga catalana solidaria, llegamos de madrugada al Pirineo y desde allí, solos, hasta Perpignan desde donde nos dirigimos a Iparralde. Aquí, en Donibane Lohitzune, me encontré con Amadeo, que días antes ya había llegado exiliado también.

No iba a ser mucho el tiempo que Amadeo permaneciera en Iparralde. No obstante, mientras estuvo, fue una de las personas que junto conmigo iniciamos la búsqueda de casas, refugio, documentación y trabajo para quienes venían exiliadas, especialmente desde Bizkaia por la caída de la cúpula abertzale. Fue el inicio de la construcción de Anai Artea, a la que pedimos se unieran Telesforo Monzón y Pierre Larzabal, el cura de Sokoa.

Poco tiempo después de permanecer en Donibane, Amadeo decidió trasladarse a París. Aquí encontró trabajo en una empresa de automoción. Allí residió varios años hasta que pudo volver a casa. Se casó con Mari Karmen Aierbe, tuvieron dos hijos y residieron en Tolosa. Aquí se nos fue. Abertzale, sencillo, alegre, discreto y solidario. Agur eta ohore, Amadeo. Besarkada Mari Karmen.


Podéis enviarnos vuestros artículos o cartas vía email a la dirección iritzia@gara.net en formato Word u otro formato editable. En el escrito deberán constar el nombre, dos apellidos y DNI de la persona firmante. Los artículos y cartas se publicarán con el nombre y los apellidos de la persona firmante. Si firma en nombre de un colectivo, constará bajo su nombre y apellidos. NAIZ no se hace cargo de las opiniones publicadas en la sección de opinión.