¡Amor! Con la Iglesia hemos topado, de nuevo
Los privilegios deben de desaparecer y atender a los comunes que somos el 99%; el 1% restante... y por lo que aprendemos de la historia les tendremos que reciclar a bien común... ¡y saldremos de ésta «pandemia» de una puñetera vez! ¿Para siempre? Amen.
Ayer no tuve un sueño, sentía el tiempo como cuando te ponen una aguja para donar sangre propia: sin dolor. Llevaba más de cuarenta días y cuarenta noches sin dormir, puro nirvana, a mi mente llegaban las ondas gravitacionales, estelas de polvo cósmico, dejadas por Epicuro, Galileo, Copérnico, Bruno, Darwin, hasta de Rosa Luxemburgo... etc.; la humanidad seguía perviviendo como especie, hasta se multiplicaba exponencialmente sin falta de milagros.
Estando en ese trance me subí a la nube más cercana, había más espacio que en las sabanas africanas, personajes diseminados pululaban por doquier, no había roces, era puro placer conversar mientras me desplazaba sin queroseno con Julio Cortazar, por ejemplo, disertando amigablemente concluimos en editar un librito cuyo título rezaba así: "La vuelta al Tiempo de 80.000 Mundos y Marx, en un Día", la verdad que quedamos satisfechos y seguí paseando sin notar gravedad alguna como en un cuento. Al no haber obstáculo alguno, deslízome graciosamente, incluso sentí los dones de no necesitar el comer, como los angelitos... y como había escampado y las nubes disipado bajé a ras de tierra y con perspectiva Períclea planeé sobre Iberia, hacia el sur... en eso que veo una mano fuera de la tierra que se mueve, como que me llamara y paré a ver qué decía, al saber el lenguaje de signos conversamos entre manos y al fin nos presentamos y supe quien así hablaba a falta de sonido bucal, era mi amigo Federico García Lorca. Tranquilo, lasai, me comentó que todavía no me he movido, agarrados a la Tierra seguimos cientos, miles, millones esperando que nos liberen de tanto terrenal peso inmundo de éste mundo tan fermoso y singular; te apoyo, le comenté, liberados estaremos siempre juntos sin Sangre, sin bodas mortales... puro romancero y mucha albahaca, perejil y romero; me despedí dejándolo hablar con Machado y W. Benjamin en un plasma estelar metidos, imbuidos de esa magia tan humana. Moví a otros terrenos, en mi alfombra mágica, sin coste alguno, aprendí que es preferible ser un «fantasma inocente» que un ser ruin en esta corta, vista y no vista, vida.
Siguiendo en la ocurrencia, sintiendo que los neuroconductores conexionan, bajo a tierra y como Kafka me como la metamorfosis y me transfiguro en ciudadano del reino español para más señas.
Ah! estoy aquí y casi ni me doy cuenta, ¡mekatxis! Pensaba, al despertar, que era un sueño, que diría María Zambrano, muy encarnadamente real, ¡casi verídico por lo que veo! Pero no, no estamos en una república, ni federal ni confederal, ni la II, ni la III: reino capitalista a secas (con bases yankis y episcopales)... y con cambio climático en el horizonte más presente. Y me pregunto: ¿cómo es posible que con más de 4.000 dioses y diosas hoy en día en nuestra «bola» y más de 50.000 inventados a lo largo de la larga trayectoria de la historia humana, no sean capaces; omnipotentes, misericordiosos, de inocular unos nanovirus y salir de la pandemia, ya no cuento los feminicidios, niños muertos de hambre, guerras y otras lacras de la avaricia humana, que no divina, ya que no hacen nada? ¿Qué pensar, qué creer?
Despierto del todo con agua fría del grifo que pago a Mancomunidad de Montejurra. Pienso la historia y como hace dos siglos: libertad, igualdad y fraternidad en permanente evolución hacia sociedades desmilitarizadas, hermanadas en el mutuo apoyo, la sapiencia colectiva en democracia participada y para empezar habrá que implementar en la la educación tesis e hipótesis nuevas al uso. Hasta ahora demuestran cotidianamente, recurrentemente, que emanan plaga y es muy tóxica: mata antes de tiempo y mal.
Volviendo al hoy, a nuestra geografía política, hay que renegar, manifiestamente, de la ideología que no supera, de las élites que no desean superar «fases», perpetuando la ignominia y violencia social, la desmemoria y la desigualdad y no implementa políticas laicas separando lo público (universal, científico, igualitario) de lo privado (creencias, religiones). Los privilegios deben de desaparecer y atender a los comunes que somos el 99%; el 1% restante... y por lo que aprendemos de la historia les tendremos que reciclar a bien común... ¡y saldremos de ésta «pandemia» de una puñetera vez! ¿Para siempre? Amen.
Gobierne quien gobierne con la Educación no se comercia, se aprende / Hezkuntzarekin ez da salerosian ibiltzen, ikasten da.
Una escuela pública y laica: Religión fuera de la escuela / Eskola publikoa eta laikoa: erlijioa eskolatik kanpo.