Jorge Garay Zabala

Arzalluz

Respecto a la entrevista a Xabier Arzalluz, reproducida en NAIZ el 3 de enero, y que en su día fue publicada por 7K el 3 de enero de 2010, dice Xabier Arzalluz que escribió una carta al pediatra bilbaino Josu Arenaza, único militante del PNV que conocía, y que este le contestó diciendo que había hablado con gente y que estaban encantados, y que a partir de entonces comenzó a trabajar en el partido. Lo cierto es que, estando Arzalluz de profesor de Derecho Político en la Universidad de Madrid, fueron a verle Juan Ajuriagerra y Sabin Zubiri, que se enteraron de que había un profesor que enseñaba política y que hablaba muy bien, y fue cuando le ficharon para el partido. Pudo ser esto por indicación de Arenaza. Pero fue cuando Arzalluz empezó a trabajar en serio para el partido.

Le pregunta Joseba Macías en la entrevista a Arzalluz si es independentista. Responde Xabier: «Sí. Siempre he pensado que el PNV se creó con el objetivo de lograr un estado vasco independiente». Ahí difiere de Sabino Arana. Sabino creó el nacionalismo vasco para que la etnia vasca, el grupo étnico vasco −lo que él llamaba raza− perdurase. Crear un estado es un medio para que la etnia vasca perdure, no un fin. Pero puede darse el caso, paradójicamente, como ahora, en que la etnia vasca es muy exigua en territorio vasco, en que se constituya un estado independiente, pero apenas con etnia vasca.

A ese estado independiente, Sabino se opondría con toda su alma: «(...) que el día que la idea de la separación material de España se propagase en nuestro pueblo, surgiera, inspirado por las infames logias, algún partido que con capa de patriotismo, pretendiese liberalizar nuestra constitución y el carácter social de nuestra raza, y fuese por lo tanto no ya «nacionalista», pues carecería de derecho su bandera, sino verdaderamente ‘separatista’ y más enemigo de Euskeria que la misma España». ("Obras Completas" págs. 1.332-1.333, "Efectos de la invasión", "Baserritarra" núm. 11, 11-07-1897)

«Creen no pocos al oírnos hablar de ‘pureza de raza’, que de un modo tan absoluto la establecemos en la política nacionalista, que en el momento en que Bizkaya consiguiera su independencia perdida, sería expulsado de su territorio todo el que en sus venas tuviera sangre extranjera, aunque solo fuese una gota».

«(...) ¿Qué es, pues, lo que respecto de la «pureza de raza» se contiene en el programa nacionalista?

Puede reducirse a los puntos siguientes:

1º Los extranjeros podrían establecerse en Bizkaia bajo la tutela de sus respectivos cónsules; pero no podrían naturalizarse en la misma. Respecto de los españoles, Las Juntas Generales acordarían si habrían de ser expulsados, no autorizándoles en los primeros años de independencia la entrada en territorio vizcaino, a fin de borrar más fácilmente toda huella que en el carácter, en las costumbres y en el idioma hubiera dejado su dominación.

2º La ciudadanía vizcaina pertenecería por derecho natural y tradicional a las familias originarias de Bizkaya, y en general a las de raza euskeriana, por efecto de la confederación; y, por concesión del poder (Juntas Generales) constituido por aquellas y estas, y con las restricciones jurídicas y territoriales que señalaran, a las familias mestizas o euskeriano-extranjeras». ("La pureza de raza", "Bizkaitarra" núm. 24, OC págs. 545-546, 31-03-1895)

«Por el contrario: si se diera una Bizkaya, libre, sí, pero constituida por la raza española, ¿sería en verdad Bizkaya? Solo en los mapas; y de estos en los políticos, que no en los etnográficos o de razas; y sería Bizkaya en aquellos solamente como estado independiente, no como estado constituido y legislado bizkainamente, pues la raza maketa no podría vivir con las leyes tradicionales de nuestra raza. De manera que no quedaría más que el nombre de ‘Bizkaya’, por causa de quedar el territorio que en otras épocas ocupaba la nación bizkaina. Verdad es que en ese caso valiera más le hundiera un terremoto a este último, para que así desapareciese también el nombre». ("La pureza de raza", "Bizkaitarra" núm. 24, OC pág. 546, 31 de marzo de 1895).

Sabino habla de Bizkaia, pero vale para todo el Pueblo Vasco. Sabino era un «racista» ¿no? «Racista» elevado a la enésima potencia.

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