Fuimos nosotros quienes, por separado, en julio de 2019 presentamos ante la Ejecutiva de Eusko Alkartasuna la solicitud de investigación por las continuas actuaciones irrespetuosas de diversos afiliados de EA; quienes de manera obscena en cada una de sus apariciones públicas incumplían los estatutos y el resto de reglamentación de EA. Denunciamos los hechos y aportamos las pruebas de las tropelías que realizaban y siguen realizando semana tras semana.

Lo primero que queremos hacer es agradecer a la instructora su trabajo. En la instrucción se explica por qué un proceso que comienza en 2019 concluye en 2022; sencillamente porque las personas investigadas decidieron poner en marcha un proceso judicial. Esto supuso que la instructora tuviese que pausar la instrucción para no interferir en el proceso. Hacer público su nombre es jugar sucio; no era necesario.

A nuestro juicio, y así lo recoge la instrucción, los y las afiliadas investigadas buscan un interés particular por encima del bien común del proyecto político llamado EA. Lo hacen aprovechándose de sus cargos internos y/o públicos. Dicen hablar en nombre de todo un territorio. Mentira, ningún coordinador territorial tiene el apoyo del 100%. Por el contrario, sí que es cierto lo que recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Araba, que tanto el coordinador territorial de Gipuzkoa como las coordinadoras de Araba y Nafarroa, se aprovecharon de su cargo y actuaron en beneficio de una parte. Curioso, ¿verdad?

Una de las cuestiones que más nos escandaliza es escuchar a Maiorga y compañía repetir una y otra vez su exigencia a la secretaría general del partido de suspender los expedientes disciplinarios abiertos. Menuda desfachatez. ¿Dónde quedan nuestros derechos como personas denunciantes? ¿Es eso lo que les importamos la afiliación?

Comprobar como cargos del partido proponen actuar contraviniendo las reglas aceptadas, es un escándalo. Al igual que ver como con sus propuestas de suspensión de las investigaciones, de facto estaban pidiendo un trato de favor, un salvoconducto para Maiorga y su camarilla, que han actuado de manera lesiva contra todo un partido con 35 años de historia.

Cuando le interesa bien que usa la palabra suspensión, pero cuando no le interesa usa la palabra expulsión. Y he aquí las grandes mentiras de su relato actual:

1. No se propone expulsar a nadie de EA, se propone suspender de afiliación durante un tiempo determinado, a unas personas que han cometido irregularidades y han quedado demostradas. Mienten cuando dicen que se les quiere expulsar.

2. La instrucción está ahora en manos de la Ejecutiva, quien tiene la última palabra en la tramitación de las sanciones; por lo tanto, dar por hecha su falsa expulsión, sabiendo que la resolución aún no es firme, implica de nuevo mentir. ¿O acaso no tienen ahora un plazo de diez días, igual que nosotros, para presentar alegaciones a la instrucción inicial? Otra mentira más.

3. Filtrar a los medios su lectura falsa, imprecisa y manipulada de la instrucción, significa no respetar la vía interna. Esto supone un nuevo motivo de expediente, pero claro si se aplica la normativa, se es una tirana.

¿Cuántas mentiras van? Pues así estamos en los últimos años en EA, con personas que mienten en los medios, en las redes sociales, en las reuniones del partido, que mienten a compañeros de partido y cuando con pruebas se propone sancionarles, en vez de reconocerlo, pedir perdón y colaborar en la depuración de responsabilidades, se autoconvierten en víctimas.

Después de tanto tiempo ambos tenemos claro que dentro de EA, principalmente, hay dos corrientes enfrentadas y muy distanciadas. Nosotros estamos con la corriente que tiene un proyecto sólido, práctico, que funciona para nuestro país, Euskal Herria. Estamos con el proyecto de futuro, nacido para la luchar por el Estado vasco que nos merecemos. Con quien se arriesga y no tiene miedo a tomar decisiones, con quien tiene visión y ve más allá de las mochilas reales y los «sanbenitos» de los poderosos. En la otra parte están quienes necesitan acceder al control del partido para seguir viviendo del mismo, cuyo único anhelo es volver a controlarlo.

Por ultimo hay que resaltar cómo en ningún momento de la investigación llevada a cabo, repetimos, en ningún momento, ni Maiorga ni el resto de personas investigadas han negado haber cometido las irregularidades denunciadas. Así es, no niegan haber infringido la normativa interna, no niegan haber mentido, haber faltado al respeto al partido, a sus órganos, a compañeros y compañeras. Y es que, ¿cómo van negar lo que está escrito? ¿Cómo va a demostrar alguien que no mintió cuando dijo que la actual dirección de EA iba a regalar los Alkartetxes a otro partido?

Nosotros solo queremos que se apliquen los Estatutos y el Reglamento Disciplinario, como lo quisiéramos se aplicara a nosotros mismos en las mismas circunstancias. Lo que jamás, nunca se debe permitir en un partido político, es la indisciplina de ninguno de sus afiliados, tenga el rango que tenga. Todos somos afiliados y estamos sometidos al cumplimiento de las normas establecidas.