Iulen Lizaso Aldalur

Biografía de un expolio (II)

¿Porqué los Fondos de la Seguridad Social están fuera de los PGE, sabiendo que pensiones contributivas y prestaciones conciernen a toda la sociedad y ya se hizo desde este mismo principio social con la Sanidad en 1992?

Evitar el desgarro social, prioriza alcanzar ese mínimo de bienestar vital para una ciudadanía hoy desempoderada dentro de esta crisis civilizatoria. Requiere poner el «foco», no tanto en los 1.080 euros, ni en el IPC, que ya están dichas, sino en lo que nos ocultan sobre el reparto histórico del PIB en este país, ya que de esa enorme barra de «pan», se aseguran ellos la mordida fija, y con las «migajas» que quedan como monto variable, debemos cubrir las necesidades sociales y si se acaban para junio, a sobrevivir hasta enero. ¿Que ocultan también detrás de tanto suicidio?... un enorme desgarro en el alma ciudadana.

La sostenibilidad social es un imperativo constitucional, no sujeto a coyunturas temporales, pues tiene directamente que ver con el PIB. Según Eustat, en 1996 en la CAPV, el PIB era 31.000 millones y 72.600 en 2017, incremento de 134%. La población pasó de 2.107.307 a 2.171.866 habitantes en el mismo período, y supone una subida del 3,06%. Esto nos viene a decir que si hace 21 años con solo una barra de pan se alimentaba a 100, y hoy teniendo dos barras iguales y un tercio más, para alimentar a 103, se da el caso que el 40% de la ciudadanía vasca no está cubierta... ¡nos están robando!

Siendo así, además se hace obligado repetir lo que Lander Martínez recordaba al lehendakari como principales generadores de riqueza: «Es gracias a la gente que trabaja diariamente». También los hoy jubilados lo hicimos con sudor y lágrimás en lucha contra la dictadura política y patronal, pero que tristeza hoy vernos en la calle gritando contra esa lucha de clases para arrancarles pensiones dignas homologables a países de parecida riqueza y servicios sociales justos... ahí se retratan los valores de la casta que nos gobierna.

Nekane Jurado asegura que el problema no es económico sino político: «No estamos frente a un problema de financiación de pensiones, sino frente a un problema más grave, el de ruptura del sistema consensuado de reparto de riqueza, sostén clave de la Seguridad Social de cualquier estado». Consenso europeo tras la Segunda Guerra Mundial, dándose que los gobiernos de la Europa democrática la sostienen desde 1945, pero el postfranquismo del tardío Régimen del 78, se asienta en unos principios cívicos tan endebles, que ni en cuarenta años de Transición hemos sido capaces de alcanzar un desarrollo democrático ni judicial homologables y «desatados» de esa memoria, que corrija ese desajuste en justicia social y democrática dentro de la UE.

¿Por qué los Fondos de la Seguridad Social están fuera de los PGE, sabiendo que pensiones contributivas y prestaciones conciernen a toda la sociedad y ya se hizo desde este mismo principio social con la Sanidad en 1992?

Si la Seguridad Social entrara dentro de los PGE se mataba a la gallina de los huevos de oro de partidos políticos y sindicatos que entre otras cosas manejan los Cursos de Formación y los ERE. Este fraude es calderilla comparada con lo que les han dado de si los Fondos de la Seguridad Social, pero antes señalemos a quienes aún hoy legalmente se niegan a ello, pues cometen delito objetivo de rebelión contra el espíritu y letra de la Constitución, pendiente de que si en España no, altos tribunales europeos dirimirán sobre la presunta malversación y trasvase de fondos públicos provenientes de las rentas de trabajo y expolio a las arcas de la Seguridad Social: ¿De donde quieren que saque el dinero?... ya se lo dirán.

En nuestra comunidad foral, es labor de quien se legitima como rebelde, informar para concienciar, concienciar para reclamar, y reclamar sin miedo a molestar a quienes hoy seducen para acompañarles en ese viaje a favor del fuero y en busca de horizontes inciertos en la actual coyuntura, al vernos obligados a sentir y convivir dentro de una «armadura» constitucional.

Priorizan alcanzar la soberanía política de la mano de quienes son cómplices de ese silenciado saqueo histórico a la Seguridad Social, y sus fondos trasvasados para financiar los costes de la Reconversión Industrial de 1982 y 1992 con jubilaciones anticipadas y fondos para las empresas, el Acuerdo Económico y Social de 1984, la Reforma de las Pensiones de 1985 con el «tijeretazo» de Felipe Gonzalez, hasta el «préstamo» a la banca (60.613 millones perdidos) de Zapatero por autocompra de Bonos del Estado a cargo de la Seguridad Social. Privatizaciones de Las joyas de la Corona y pérdida del Fondo de Pensiones por enajenación de las cuentas de los trabajadores y trasvase a la banca privada. Un enorme fraude de bienes públicos que exige restitución y responsabilidades penales.

Partidos y sindicatos en complicidad con la patronal y la banca, recortando nuestras migajas y privilegiando a esa clase activa y pasiva, militar, eclesial, política y judicial, que son quienes en mayor medida provocan este desencaje de legitimidad moral y falta de conciliación legal con una Constitución que en su artículo estrella dice que: «Todos los ciudadanos somos iguales ante la ley».

Este es el mayor problema estructural del país y no tanto la calderilla de una corrupción coyuntural que a modo de borrachera queda reducida a una resaca en cuanto los corruptos abandonan la «bodega». Lo verdaderamente trágico de este país pendular y bipolar, es que los que vuelven a entrar son igual de permisivos con esta grosería antidemocrática heredada (o impuesta) de la dictadura franquista, del atado y bien atado en estamentos como el ejército y la judicatura, haciendo buena la máxima de Krishnamurti: «No es saludable estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma»... en este caso a un sistema político enfermo, elitista e instalado en la xenofobia de clase.

En desigual reparto de riqueza, la mitad del PIB va a sociedades, cuando aportan menos del 10% de lo que recaudan las diputaciones; el resto IRPF e IVA. Hoy la destrucción de empleo y resta de recaudación que conlleva la robotización, automatización de empresas y digitalización de instituciones exige crear una cotización del capital tecnológico, exclusivo para el fondo de pensiones, como herramienta para disminución de la concentración de riqueza.

Antes de la crisis el 1% más rico tenía lo que el 43% de la población; con la crisis, (el Gobierno Vasco oculta este dato en Eustat) ha subido al igual que la economía sumergida consentida (genera esclavitud laboral) que ya es 30%. Esto, junto a que el gasto social en función del PIB es el más bajo de Europa, 15 puntos más bajo que Francia estando el de la CAPV (24,3%) por debajo de la media de España (24,7%) y esta por debajo de Grecia (26,5%) siendo la media de la UE-28 el 29%..llevaría a preguntarnos: con esta foto, ¿es prioritario apostar por el fuero de la mano de quien nos niega el huevo; con quien a concentración de riqueza añaden concentración de poder en las mismás familias «Alfa» de la CAPV sin resquicios para los demás?... el resto propaganda.

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