María Eugenia Parcerisas, Jesús Gil, Alfonso Caldas, Alvaro Macazaga y Fran Espinosa
Grupo motor de la Asamblea de Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz

Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz y el populismo

Además de no reducir el debate político en torno al eje izquierda-derecha, Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz ocupa todo el espacio del progresismo sin necesidad de reivindicarlo.

El populismo, por definición, consiste en que el «pueblo» se constituye como sujeto y actor político. El punto de partida para esta nueva construcción popular es lo que llamaremos una situación prepopulista, un contexto histórico en el que las instituciones son incapaces de dar respuestas satisfactorias a un conjunto cada vez mayor de demandas procedentes de la sociedad (del «pueblo»).

Con el paso del tiempo, entre estas demandas individuales insatisfechas, se va a ir generando una corriente de simpatía, basada, precisamente, en lo que tiene en común: el ser rechazadas por el sistema.

Es en un segundo momento, a través del discurso y del relato de los colectivos implicados, cuando se empieza a reivindicar lo positivo que tienen en común esas demandas individuales, a la par que se sigue acentuando entre ellas el desprecio por el orden que las niega. La frontera entre el «nosotros» y el «ellos» («los poderosos», «los de arriba», «los mismos de siempre»), la lógica del amigo/enemigo, está, pues, servida.

Veamos un ejemplo cercano (tan cercano como Uharte) para entender mejor de qué estamos hablando. La demanda insatisfecha de un sector de la población exigiendo más vivienda de alquiler social entra en sintonía con la demanda histórica de los vecinos de la urbanización Itaroa solicitando que se construya una pasarela sobre la PA-30 y con la demanda de la plataforma que solicita el cambio de ubicación de la parada de la villavesa y con la demanda de las vecinas y vecinos reclamando que se arreglen las aceras y con la demanda de aquellos que, con independencia de su filiación política, exigen más participación ciudadana y más transparencia en la gestión y con la demanda de…

Demandas todas ellas económicamente factibles, siempre y cuando no se estuvieran destinando 300.000 euros de dinero público para sufragar el déficit que acarrea a la hacienda municipal el Balneario-Centro de belleza-Palacio de Hielo (que hasta el nombre es monárquico).

Es entonces cuando Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz engloba todas esas demandas (que estaban en el programa con el que concurrimos a las elecciones de 2015 y muchas de las cuales ya han sido asumidas en nuestro trabajo institucional), pasando a convertirnos en la representación de un nuevo interés general, proyectando un nuevo concepto de pueblo (un concepto integrador lejos de las disputas entre españolistas y vasquistas, entre los «de Uharte de toda la vida» y los que han venido de fuera) que acoge en su interior todas las luchas citadas (y alguna más).

Con lo anterior, además de no reducir el debate político en torno al eje izquierda-derecha, Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz ocupa todo el espacio del progresismo sin necesidad de reivindicarlo. Nuestro compromiso en materia económica, de vivienda, de solidaridad internacional, de participación ciudadana y de transparencia (no en vano somos el único grupo que transmite a la ciudadanía informes y datos contrastados por el Interventor municipal) nos permite enarbolar con empuje la bandera de la izquierda (entendemos por políticas de izquierdas aquellas que profundizan en la igualdad social) sin, ni tan siquiera, tener la necesidad de reafirmarnos constantemente.

Lo mollar en las próximas elecciones será decidir si se cierra o no el complejo estético-deportivo de Itaroa, si se quieren destinar 300.000 euros de dinero público a unas instalaciones que sólo usan el 15% de las y los Uhartearras (para más inri, la gran mayoría perteneciente a los tramos más altos de renta) o si se apuesta por emplear ese dinero en atender todas las reclamaciones insatisfechas hasta la fecha.

Las vecinas y vecinos que acudan a los comicios de 2019 y que deseen que se mantenga abierto el Balneario-Centro de belleza-Palacio de Hielo tendrán que repartir su voto entre 3 formaciones diferentes (que, aunque en principio antagónicas, se han visto obligadas a cohesionarse para echar más tierra sobre el pasado). Sin embargo, quienes consideren (con toda la razón del mundo) que es una locura continuar soportando las instalaciones de Itaroa depositarán el año que viene la papeleta de Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz en la urna (o, como mal menor, si fueran potenciales votantes de los demás partidos, se quedarán en casa).

Los bandos están, por consiguiente, bien definidos: La Triple Alianza (Bildu, UPN-GIH y Geroa Bai), o sea, ellos, frente a Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz, es decir, nosotras y nosotros.

Mientras que desde nuestra formación hemos demostrado que se pueden cambiar las cosas, los demás grupos políticos del Ayuntamiento de Uharte se han limitado a acompañar al sistema durante 2 décadas, pero «Por fin llegó el momento/ de que la buena gente/ se embarque en un proceso/ de afán constituyente».

El cambio lo llevamos dentro, el cambio está en nosotras y en nosotros mismos.

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