Juan Mari Arregi
Periodista

¿Carros de combate Leopard 2A4 desde el Puerto de Bilbao para Ucrania?

«Hemos realizado la protección y acompañamiento de un convoy militar en el @bilbaopot hasta su partida». Así se informaba por parte de la Guardia Civil de Bizkaia el pasado día 16 de diciembre de 2024 a las 11.14 de la mañana. El convoy estaba compuesto por varios tanques Leopard 2A4. Incluía tres fotos en las que podían verse varios de esos taques descargados en el Puerto de Bilbao. Su destino era una incógnita, si bien se ha especulado con que dicho material militar estaba destinado al ejército de Ucrania. Para estas fechas, esa nueva partida de tanques Leonard estarán ya en manos del ejército ucraniano. Mientras tanto, ni el Ministerio de Defensa español, ni el Gobierno Vasco, ni el Puerto de Bilbao han dicho palabra alguna al respecto.

Una de las personas que se ha unido a quienes sostienen que ese convoy militar estaba destinado a Ucrania ha sido el bloguero y especialista en historia militar, Andry Tarasenko, que desde su canal de Telegram ha apuntado a que los vehículos pesados descargados en el puerto vasco formarían parte de un nuevo envío de material militar del Estado español a Kiev.

El Estado español se ha convertido, desde el inicio de la invasión rusa, en un aliado clave de Ucrania. Entre todo el material militar enviado destaca el de los tanques Leopard 2A4 reparados en la planta Santa Bárbara Sistemas de Sevilla. El último envío, con 10 tanques, salió en julio de este año y el Ministerio de Defensa dio por hecho que habría una entrega más en la segunda mitad de 2024. En total, según asegura "Huffpost", el Estado español ya ha entregado 20 tanques Leopard 2A4 al Ejército ucraniano. Además, ha enviado vehículos blindados Vamtac, aunque no se ha especificado la cantidad.

España cuenta con 347 carros de combate, de los que 108 son del modelo 2A4 comprados a Alemania en la década de los 90, y 239 del modelo 2E que son una versión más moderna. El coste económico, según fuentes del sector, se sitúa entre los 6 y 8 millones de euros por cada Leopard.

Los envíos de material militar desde el Estado español a otros países y sobre todo a los que mantienen conflictos militares o guerras siempre han permanecido bajo secreto y cualquier especulación o información sobre supuestos envíos militares desde puertos o aeropuertos vascos han sido siempre desmentidos de inmediato si bien posteriormente resultaron confirmados.

Por haber sido testigo directo como leerán más adelante, en el caso de la empresa vasca de morteros Esperanza y Cía., ECIA, quien suscribe puede asegurar lo que estamos diciendo del secreto militar con el que se mueven tanto empresas armamentísticas como Gobiernos cuando se trata de envíos de material militar sobre todo a países en guerra o conflictos militares. En Euskal Herria desde siempre ha habido y sigue habiendo un sector industrial dedicado a la fabricación de material militar (170 empresas en la CAV y más de 30 en Nafarroa, según el último informe de Gasteizkoak, cuya denominación de empresa de armas para muchas de ellas es discutible).

ECIA, fundada en 1925 y establecida en Markina desde 1933, se mantuvo activa y con un negocio boyante hasta 1994 en que cerró. ECIA estuvo financiada especialmente por el entonces Banco Vizcaya y Explosivos Río Tinto, que en 1980 se hizo con más del 40% de sus acciones. Posteriormente, se transformó en una cooperativa laboral.

Esta empresa, que en 1978 era la primera exportadora de armas del Estado español, facturó por valor de los 1.760 millones de pesetas. Se dedicaba a la producción de armas individuales, municiones y morteros para el Ejército español y para la exportación. En aquellos tiempos ya había rumores y especulaciones de que una buena parte de sus morteros eran destinados al Ejército de Israel, siempre en conflicto o guerra con Palestina y otros Estados.

Lo que contamos aquí, siendo testigos directos, ocurrió en la década de los 80 y el diario "Egin" en el que trabajaba estaba abierto. La guardia civil tuvo que realizar un traslado de un convoy militar desde Markina al aeropuerto entonces de Sondika. Uno de sus empleados nos «sopló» que a una hora determinada el convoy con morteros de ECIA estaría en la pista aeroportuaria para ser transportados a Israel. Y se prestaba para recogerme en una furgoneta oficial en la puerta de entrada a la pista y poder hacer alguna foto de la citada carga «explosiva».

Nos pusimos de acuerdo, y tumbado en la furgoneta, entré en la pista y pudimos acercarnos al convoy cuyos morteros estaban cargando en un espectacular avión de transporte. Agazapado, pude hacer la foto desde la furgoneta sin que me vieran y al día siguiente fue portada de "Egin" en la que denunciábamos esa exportación de armas, de morteros, en este caso, de la empresa vasca al ejército de Israel. La noticia fue desmentida de forma inmediata, aunque una o dos semanas después, la propia empresa ECIA hizo pública una nota en la que confirmaba el denunciado envío de morteros a Israel, si bien aseguraba que la citada exportación se había hecho con todos los requisitos legales.

Estos envíos de carros de combate a Ucrania desde el Puerto de Bilbao podrán ser legales −¿por qué, sin embargo, tratan de ocultarlo?− aunque supondría una gran contradicción entre las declaraciones de los Gobiernos español y vasco de estar en contra de las guerras y a favor de la paz y al mismo tiempo sostenerlas con el envío de material militar, en este caso esos Leopard 2A4, para el ejército de Ucrania en guerra con Rusia.

Para estas fechas podrían ser ya más de 20 los carros de combate enviados vía puerto de Bilbao. Entretanto seguiremos escuchando de los distintos Gobiernos declaraciones supuestamente pacifistas en contra de las guerras mientras siguen sosteniéndolas con el envío de material militar.


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