En Navarra contamos por primera vez con un Plan de Coeducación que nace con la determinación del Departamento de Educación de que sea de obligado cumplimento para todos los centros educativos, públicos como privados, en toda la educación no universitaria.

La consejera Solana por medio de un artículo de opinión publicado en prensa, ha querido manifestar su agradecimiento a las y los 1.350 docentes que impulsan Skolae, y ha explicado en qué consiste este programa. Nos recuerda que hasta la puesta en marcha de Skolae no estábamos en situación de poder asegurar que estuviésemos cumpliendo las abundantes leyes orgánicas, leyes forales, reales decretos… que interpelan a las administraciones con competencias en materia en materia educativa a trabajar en materia decidida por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres: desde la Ley Orgánica de Educación, hasta el artículo 7 del Decreto Foral de Salud Sexual y Reproductiva, pasando por la Ley Orgánica para la Igualdad Efectiva entre Mujeres y Hombres o la Ley Foral Para Actuar contra la Violencia hacia las mujeres.

Sin embargo, llama la atención que la consejera Solana haya olvidado mencionar que en Navarra contamos desde junio de 2017 con la Ley Foral 8/2017, de 19 de junio, para la Igualdad Social de las Personas LGTBI+. Una Ley Foral que de rango superior y de obligado cumplimiento. Una Ley Foral, que al contrario de las Leyes mencionadas, sí habla de coeducación. Una Ley que contiene diferentes artículos relacionados con el ámbito educativo y cuyo objetivo es que la diversidad sexo-genérica sea abordada tanto de manera directa como transversal.

En los centros educativos, al igual que en el resto de la sociedad, existen muchas personas que no responden a los mandados sociales relacionados con la orientación sexual y la identidad de género. Existen personas que no se identifican con el binarismo de género (categoría exclusiva hombre/mujer) y que también quieren ser nombradas al hablar de Skolae. No perdamos la oportunidad de contar con un programa que busque la igualdad de todas y cada una de las personas.

Coincidimos con la consejera Solana cuando dice que desea que la igualdad impregne la gestión educativa y la labor docente en la escuela navarra. En educación no existe intervención neutra. Toda intervención, indiferencia u omisión, afecta de una manera u otra. Esto también es aplicable en el momento de hablar del Programa Skolae. Si no se contempla la diversidad sexo-genérica, estaremos contando con un programa que cojea. Este Departamento no puede acordarse de las personas LGTBI+ únicamente en fechas relacionas con el colectivo LGTBI (17 de mayo, 28 de junio…). Es importante que existamos cuando se habla de igualdad, porque aquello que no se nombra no existe. Y nosotras, las personas LGTBI+ no solo existimos, sino que en estos momentos tenemos una Ley Foral que ampara nuestros derechos.

En Educación, además, contamos con un Pacto por la Mejora de la Enseñanza Pública en Navarra. Esperamos que el Departamento cumpla literalmente lo que, a propuesta de STEILAS, aparece en el punto 3, dedicado a convivencia escolar y coeducación: dotar a la Asesoría de Convivencia de tres puestos de asesoría que atenderán también las necesidades derivadas de la implantación de de la Ley LGTBI+ y estarán formadas específicamente para éstas.