Juan Angel Lekanda 
Baserritarra y cineasta

De imperialismo, fascismo y servilismo

Los hechos ocurridos en Francia, Bélgica y Alemania que se han saldado con 22 personas muertas violentamente y varios detenidos, así como la redada contra 16 abogados y solidarios con los presos políticos vascos son noticias que nos han sacudido con fuerza estas dos últimas semanas.

Je suis… Charlie Hebdo?
La defensa ardiente y masiva de la libertad de expresión como derecho supremo irrenunciable ha dejado algunas grietas hipócritas por el camino.

Al grano. Desde de una postura ideológica progresista no vemos, a priori, ningún inconveniente en tratar a las religiones (a todas, claro) de forma irreverente.  Hasta ahí todo va bien. No vamos a hacer una tesis doctoral sobre la línea editorial del semanario francés. Pero en este mundo globalizado no hay nada que se le escape al que realmente nos manda, por lo que descontextualizar ciertas acciones con trascendencia, digamos, internacional tiene sus riesgos.

¿Cuando la autodenominada “Comunidad Internacional” tienen bajo sus botas genocidas sometidos la mayoría de estados y pueblos árabes o musulmanes es de recibo esa fijación por ridiculizar a Mahoma, asemejar  el Corán con un arma de destrucción masiva y criminalizar (eso sí, satíricamente) de forma recurrente el Islam? ¿En la práctica (teniendo en cuenta donde se edita y publica) no se puede convertir en un mensaje racista e islamófobo? ¿O al menos, que amplifique la xenofobia ya existente hacia esa comunidad? ¿No es rechazable  burlarse una y otra vez de las creencias y del sufrimiento ajeno? ¿Porqué para algunos insultar al Islam es libertad de expresión, pero, no ya insultar, sino solamente criticar o satirizar a los judíos es antisemitismo?

¿No da qué pensar ver en esa manifestación parisina a gente sin duda alguna de izquierdas junto con impresentables fascistas que echan al mar a emigrantes que se acercan a sus costas? ¿Es racional compartir manifestación gente solidaria con el dolor ajeno al lado de quien condena la muerte de 17 personas (¿o sólo de los 4 judíos?) cuando sólo 6 meses  antes había ordenado la operación militar contra Gaza asesinando a 1994 palestinos, la mayoría civiles(83%) y casi 500 niños/as? ¿Se puede frivolizar con tamaña hipocresía? ¿No es extraño que sujetara esa pancarta por la libertad de expresión  el representante del estado de la Ley “mordaza”, del cierre de periódicos ('Egin', 'Egunkaria') radios, revistas; del que prohíbe manifestaciones, concentraciones, del que  encarcela por  participar en ruedas de prensa, incluso el que prohíbe esperpénticamente torneos de mus y de futbito? ¿De verdad que no hay algo raro en todo esto?

El Imperialismo/Fascismo siempre necesita un enemigo interior y exterior para seguir siendo dueño y gendarme del mundo. Pasada a segundo plano la Guerra fría con Rusia ahora el enemigo propagandístico y cierra-filas ha pasado a ser el mundo del Islam. Le ha tocado.  La CIA, con la ayuda de la NSA, “crea” el enemigo y el mensaje, los medios de retención lo publicitan (le llaman terrorista, dictador ¿recordáis aquello de: “El dictador Hugo Chávez …”) la masa acrítica lo asume como propio, impulsan una oposición interna, si es necesario el Pentágono y sus aliados invaden el país insumiso, cambian de gobierno y, finalmente, las multinacionales se apoderan de todas sus riquezas. Ya está. Final feliz: El Imperialismo sigue asegurando su supervivencia y dominación.

No caigamos en su trampa, como muchos verdaderos demócratas lo hicieron en París. Sigamos defendiendo todas las libertades, incluida la de expresión. De hecho, por aquí, somos de los pocos que lo hacemos. Pero no defendamos “su” libertad de expresión: la del pensamiento único y excluyente, la que no es más que el derecho exclusivo del poderoso a insultar y mentir, y que la usan como medio y cobertura para identificar su enemigo, criminalizarlo y si el guión lo exige invadirlo y/o asesinarlo.

Je suis …  basque! Eta harro nago!
Pasados más de 3 años desde que ETA declarara unilateralmente el cese definitivo de su actividad armada (20/11/2011) los de siempre siguen haciendo lo único que saben y quieren hacer: reprimir. Para cualquier observador (incluso superficial) ver que un estado que lleva décadas intentando acabar con la contestación armada no se implica en la superación de esa confrontación violenta, solucionando las consecuencias de la misma y facilitando la entrega de armas de aquella debe ser alucinante. Pero amigos “Spain is different”. En esto también. No sólo no ayuda sino que la dificulta lo más que puede. Sencillamente porque sabe que la democracia acabará con él.

Estamos, sin duda, en un estado de esencia fascista/franquista. Un monstruo que se va poco a poco quitando su careta homologada y que como todos los monstruos al ver que su ciclo se acaba responde más que nunca violentamente hasta por las orejas. Pero no podría hacer todo lo que hace sin la estimable ayuda de los tibios vascos. Aquellos que ante un escandaloso acto de venganza y rapiña como han sido las últimas detenciones de vascos/as sólo se quejan de no haber sido avisados con antelación. Los que tratan con respeto a los que no han dado ni un paso hacia la paz, pero exigen más a quien ya los ha dado. Legitimando y practicando la misma política inmovilista y represiva  del estado; deteniendo impunemente aún a jóvenes vascos (su obsesión de siempre) y llevándolos  a las mazmorras de Madrid. Y lo seguirán haciendo, no nos engañemos. Por una simple razón: el Estado tiene cogido al PNV por los… ¡Piii!. El ir de su mano le da tranquilidad. El Estado le dice: “mira como tratamos a la izquierda abertzale y el caso Pujol (por ejemplo). Estas mejor conmigo”. Y así lo hace. Gestionando lo que el franquismo quiso y guardando el resto del año la proclama independista del Alderdi Eguna en una papelera en los sótanos de Sabin Etxea.

Nosotros no hemos nacido para ser oposición vitalicia de ese partido de nombre vasco pero sentir y práctica española (sumemos la Lomce). Este pueblo tiene que  ser independiente por higiene democrática y porque así lo va a desear la mayoría. Para ello necesita un liderazgo claro y fuerte que haga una gran pedagogía política y social. Y para eso no estamos más que nosotros. Así de claro.

La propuesta del 24 de enero va acertadamente en esa línea. Seamos responsables y valientes. Recuperemos otra vez el castillo de Amaiur. Hemos nacido para ganar. Y ganaremos.

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