Martzel Ibarra

De la batalla de Celaya al declive de la División del Norte

Quiero responder al compañero villista del modo más escueto posible y sin tratar de dar lecciones a nadie. Los términos que el utiliza como excepciones y tolerancia (sobre todo tolerancia) no son de mi agrado, creo que nadie es quien para tolerar nada a nadie (sería ir de perdonavidas por la vida y en este caso el Sr. Sastre interpreta mal mi intervención radiofónica). Y pasando al grueso de su carta, solo hay que documentarse un poco……..

 

 

El 6 de Abril de 1915 inicia la batalla entre el Ejercito de Operaciones y la División del Norte. Por primera vez dos fracciones con base campesina de la revolución se enfrentaban una con otra, y también, por primera vez, la División del Norte es derrotada a manos de Obregón, el cual junto a Carranza, tenía un programa político nacional (el programa de la burguesía), los ejércitos campesinos no lo tenían, ni lo podían tener, no es que no fueran revolucionarios una y otra vez los ejércitos campesinos demostraron su capacidad de lucha, pero el mismo carácter de clase de los campesinos les impedía tener un proyecto político de alcance nacional, y más aún, cuando los dirigentes obreros de la COM se habían vendido al carrancismo.

La derrota de Celaya es catastrófica para la División del Norte, la cual sufre miles de bajas y en su retirada le es dejada al enemigo con municiones, armas y la artillería.

Nuevamente en Trinidad, muy cerca de León Guanajuato, se presentan la batalla decisiva frente a Obregón, la cual dura más de un mes. Obregón pierde un brazo y se encuentra a punto de morir. La visión de la guerra de Villa era la de proteger su base social, no solamente una visión militarista de las batallas, esto provocó una fuerte discusión con Felipe Ángeles, el cual rompe con él; nuevamente. La División del Norte es derrotada y se repliega hacia Aguascalientes, donde es combatida y vencida, con esto comienza la disolución del poderoso ejército campesino.

Las derrotas de la División del Norte comienzan cuando dos fracciones de los ejércitos revolucionarios se enfrentan entre sí. Carranza obtiene un poco de apoyo popular con sus propuestas de reformas agrarias y sociales, las cuales usa para tratar de consolidar su régimen, obtener apoyo, aislar a los ejércitos campesinos y finalmente derrotarlos, con un programa de carácter nacional pero defendiendo los intereses de la naciente burguesía mexicana. Las bases campesinas tras 5 años de lucha armada, se empiezan a replegar, pero nunca dejan de simpatizar y brindarles su apoyo, ocasionalmente, a Francisco Villa y a Emiliano Zapata.

Francisco Villa se repliega hacia el Norte y Emiliano Zapata se dirige hacia Morelos. Aún así dirigen varias batallas dignas de mencionar.

Para 1916, Francisco Villa, con unos cientos de campesinos armados, continúa la lucha, ahora guerrillera, la cual se prolongo durante 4 años más. Durante este periodo se lleva a cabo la invasión a Columbus en Estados Unidos con los campesinos armados en torno a él, la cual ha sido hasta el momento la única incursión extranjera armada en territorio estadounidense. Dicen que fue en venganza por el trato que recibían los mexicanos en EU, otra versión afirma que fue para conseguir armas para continuar la lucha, la cual creemos que es la más correcta. La incursión provocó la intervención de una columna norteamericana en territorio nacional que nunca pudo encontrar a Francisco Villa. La columna se retiro derrotada y dejó un gran descontento popular contra el gobierno de Carranza.

A mediados de septiembre de 1916, Villa toma nuevamente Chihuahua, libera a los presos y se apodera de víveres, armas para sus tropas y los reparte entre la población.

Para Octubre, Villa lanza un manifiesto haciendo un llamado a la expropiación y la nacionalización de todas las empresas mineras y ferroviarias extranjeras, en repudio a la invasión yanqui en territorio nacional. En Diciembre de ese mismo año, nuevamente (por tercera vez) Villa se apodera de la Plaza de Torreón, esto mientras en Querétaro se celebraban la sesiones del Congreso Constituyente.

Las batallas de Francisco Villa y su pequeño grupo continuaron hasta el día de la firma de su rendición el día 28 de Julio de 1920. Debido a que uno de sus principales objetivos según él ya había sido cumplido a la caída del gobierno Carranza (o ‘Don Venus¸); aún así Villa se expresó «me parece que es el mismo toro, nada más que revolcado». Pero la rendición fundamentalmente se debía al reflujo de la lucha campesina. El día que Villa entregó las armas miles de personas salieron a recibirlo en Chihuahua,  lo que refleja que las masas populares aún simpatizaban con el General Francisco Villa.

La fracción burguesa, quién fue la triunfadora de la revolución, no podía permitir una figura de la envergadura de Francisco Villa, quien los aterrorizó y los tuvo en jaque durante mucho tiempo. El General Villa, representante durante muchos años de las causas populares y los campesinos pobres armados, fue asesinado a traición en Julio de 1923, en la hacienda de Parral en su natal Chihuahua,
A 100 años del inicio de la Revolución mexicana los pobres y los oprimidos recordamos siempre las grandes batallas de la División del Norte y a su máximo dirigente Doroteo Arango, mejor conocido entre el pueblo como Francisco Villa.  Seguiremos combatiendo ahora no contra la dictadura de Díaz, de Huerta o contra ‘Don Venus’ sino contra la dictadura que ha impuesto el capital.

Y plasmado esto, que es historia, centrémonos en Bildu, los Alardes y la discriminación de la mujer.

Las tradiciones están para respetarlas, otras para abolirlas y también otras para actualizarlas y mejorarlas en todo lo que se pueda. Los gansos en Lekeitio, la tortura a los toros, las gamberradas en la universidad,…y los alardes que recuerdan las batallas y victorias entre hermanos/as.  Vindicar exclusivamente la figura de la cantinera del batallón en los desfiles de los alardes como intervención de la mujer en las fiestas del pueblo y como recuerdo a su intervención en la batalla me parece darle un papel cuando menos pobre, denigrante y discriminador. Esto es lo que Bildu no acepta y todos sus militantes lo asumen de antemano cuando entran en dicha formación. Pretender buscarle otros pies al gato es mear fuera del tiesto.

Aludir a la soberanía del herri-batzarra sobre dichos preceptos sería como defender que para reclamar la Independencia de Euskal Herria, someterlo a si el herrialde de, digamos por ejemplo Araba, dice que no, se abandona el proceso independentista. Eso es lo que defiende el PP y sus demócratas de toda la vida.

Nadie habla de grandes proclamas  al viento, más bien de realidades, unas más sangrantes que otras, pero sin perder el norte compañero. Bien por la lucha de Doroteo Arango, Zapata y sus guerrilleros (hasta la muerte si es necesario), pero no acabemos en maniobras Carranzistas o en manos de los Díaz y Huertas que siempre acechan ante las aspiraciones del pueblo revolucionario. Gora emakumeen eskubideak!

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