Elias Anton Murgiondo

Desatando nudos...

Transcurridas las elecciones de la CAV escuchamos interpretaciones diversas referidas a los triunfos y derrotas de las políticas ofertadas por los participantes en la contienda que se pueden compartir o discrepar. Lo cierto son los resultados reales y los porcentajes del voto, cuestión que permite analizar con neutralidad lo qué ha ocurrido, cuestión nada sencilla, pues hay quien se empeña en manipular los datos y barrer para casa sin un átomo de vergüenza (» ladran, luego cabalgamos»). El pánico ante el crecimiento que EH Bildu produce demuestra la gran mentira de los análisis que el PRV (Partido Regionalista Vasco) y su «socio» (PSOE) desarrollan, ya que se refugian en una pretendida unidad que tendrá que romperse en el proceso de gobierno y en las contradicciones que la organización soberanista ha de provocar con sus ofertas políticas a lo largo de la legislatura. El nudo gordiano que amarra la CAV ya no se va a soltar por medio de la espada, se va a soltar con lentitud y agudizando las contradicciones entre las dos fuerzas que formarán gobierno, pues los objetivos del PRV y PSOE entrarán en colisión cada vez que EH Bildu haga una propuesta de progreso (desde su fuerza ética y representativa) en el parlamento terciario, cuestión que Andueza y Sánchez deberán sopesar para asumir una política de progreso; a su vez, el PRV tendrá que defender sus devaneos con el soberanismo cada vez que EH Bildu proponga defensa de país y capacidad de autogobierno en el mismo terreno de juego.

Nos hallamos ante un momento ilusionante y de gran importancia, pues el innegable crecimiento de EH Bildu supone el respaldo incuestionable de una parte mayoritaria del sentimiento popular para el reconocimiento de la larga lucha que la población vasca ha desarrollado y desarrolla en favor de la autodeterminación de Euskal Herria. Las zancadillas no sirven ya para marear la perdiz y por mucho que se empeñen en España en negar sus responsabilidades históricas para con las vascas y los vascos, utilizando arteramente el «terrorismo» como arma parcial, pasando de largo sobre el asesino Franco y sus cientos de miles de ejecutados, con Fraga Iribarne y su partido neofranquista, así como las figuras de González, Barrionuevo, Vera, Galindo y la contratación de mercenarios con dinero público para asesinar «democráticamente»... Nada de ello les ha valido y las mochilas son de diversos colores y están cargadas de diferentes responsabilidades, cuestión que vascas y vascos conocen perfectamente y de ahí los resultados reales que se han producido en el tercio vasco.

Sin alharacas ni manipulaciones, EH Bildu va desarrollando ese «frente amplio» que busca la unidad y el encuentro de vascos y vascas para un mejor gobierno con una administración limpia y sin imposiciones neoliberales. El tablero electoral ha premiado a la coalición soberanista para deshacer el nudo unionista y así lo demostrará con el paso del tiempo, obligando a Ortuzar y Andueza a definir sus políticas sociales, sean sobre sanidad, educación, vivienda, empleo, juventud o cuidados..., cuestiones que enfrenta propuestas y promesas entre dos fuerzas que van a gobernar la CAV. El PRV está por la privatización y por el acompañamiento al capital desfoliador, cuestión que, según Andueza, no asume el PSOE, lo cual, sin duda alguna, permitirá a EH Bildu meter el dedo en los ojos de ambas fuerzas políticas obligándoles a optar: o imposición o progreso (partido de pelota con árbitro abertzale). Lo que no se puede negar es el excelente resultado logrado por la coalición soberanista y el derecho de la misma y sus votantes y militantes a gozar del mismo, pues el esfuerzo realizado y la capacidad de trabajo han resultado premiados con una victoria épica que va a permitir ofertar futuro e ilusión; el tiempo irá pasando lentamente y las imposiciones deberán desaparecer, acercando políticas responsables que nos sigan permitiendo deshacer el resto de nudos que atan y dividen los territorios vascos, pues nuestro trabajo se desarrolla de forma paralela en Nafarroa e Iparralde para la construcción política y territorial de Euskal Herria. Este tiempo nuevo se nos antoja feliz, sobre todo después de soportar la asfixia metropolitana, así como sus agresiones impunes y sus intromisiones y falta de respeto con su Constitución reformista e impositora. Como bien están señalando los diferentes representantes del soberanismo abertzale, «comienza una nueva etapa», cuestión que importa para superar las duras agresiones a nuestro pueblo, también el cansancio por la resistencia y el enfrentamiento, donde los espacios de libertad han sido negados de forma sistemática, donde las agresiones al euskara y la cultura todavía se practican desde diversos sectores de la ultraderecha facciosa que amenaza con un gobierno destructor (PP, Vox...), donde el negacionismo sigue siendo la argumentación principal en esa unidad asquerosa entre neofranquistas.

También importa para sonreír y encontrarnos, para ser más, para avanzar en solidaridad, para contagiar a otros pueblos y cuidar la tierra, en definitiva, para salvar a la humanidad.

Para finalizar, solo me queda el inmenso agradecimiento a quienes han hecho posible esta victoria sobresaliente, a las mujeres y hombres que han aupado a EH Bildu al lugar prominente que le permitirá arbitrar el futuro de nuestro pueblo: Zorionak! Gora herria! Euskal preso politiko eta iheslariak etxera!

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