Tomás García Díaz
Exparlamentario vasco

Deshojando la margarita

El pasado sábado, día 10 de Enero, Bilbao fue el escenario de una gran manifestación de cientos de miles de personas de diferentes signos ideológicos, jóvenes y adultos en silencio reclamaban  el acercamiento de los presos/as vascos, reclamaban el fin de la dispersión, el fin de la condena añadida a los familiares de los presos.

Un estado que se autodefine “de derecho” no puede mantener una práctica de doble condena, una a los sentenciados, otra a sus familiares, esta es una práctica que recuerda tiempos pasados y que debería avergonzar a quienes se hacen llamar demócratas.

La existencia de normas jurídicas, dictadas con ánimo de venganza, aunque se arropen con el manto de la justicia, no hace sino dejar al descubierto la autentica ideología y forma de hacer política de quienes nos gobiernan, la pasada Dictadura creó y generó los actuales dictadores.

El “pensamiento único” genera una perversión del razonamiento político, y de igual forma que el ex-presidente norteamericano G.Bush afirmó con respecto a la invasión de Irak, “Quién no está con nosotros está con el terrorismo”, así se razona desde quienes gobiernan el estado español y algunos que se consideran oposición, con respecto al tema de la dispersión.

Que facilidad de razonamiento, meter a todos los que no opinan igual que el poder, en el campo del terrorismo, bien sea como participes, colaboradores, encubridores, seguidores, etc. etc... Cada día que pasa esa mentira argumentada por gobiernos, jueces y quienes les hacen el caldo gordo, va perdiendo peso y de igual forma que un bumerán, se volverá contra quienes la están utilizando tan torticeramente.

Otro tema que también llama la atención es el del arrepentimiento, es el de la petición de perdón, cuestión ésta que está directamente relacionada con el reconocimiento de la equivocación del acto o dicho erróneo, sin entrar en los pormenores de lo correcto o incorrecto de la exigencia, sí es necesario, que cuando esta se reivindique se haga de forma genérica y no selectiva, por ejemplo, los condenados de los aparatos del estado por torturas, asesinatos y sus colaboradores, ¿se les ha exigido la correspondiente declaración de arrepentimiento y perdón?, esto con respecto a aquellos cuyos actos tienen menos de cuarenta años de antigüedad, es decir, ejercidos o inducidos por “demócratas”. Ni que decir tiene el tema de la llamada “Memoria Histórica” y su ley rimbombante, que después de muchos años publicada, mantiene poblaciones dentro de esta piel de toro con sus plazas y calles principales, dedicadas al dictador y sus generales, ¿se les ha exigido a quienes están vivos rectificación, arrepentimiento, peticiones de perdón por el daño causado?. Esta es la cuestión que parecen olvidar quienes se sienten víctimas y realmente protegen y encubren a los verdugos desde su posición de poder.

El clamor silencioso de Bilbao el pasado día 10 se irá incrementando de la misma forma que las huelgas de los trabajadores y trabajadoras se fortalecen a pesar de quienes, colaborando con la patronal, argumentan que no participan en la huelga porque “falta unidad”, “hay que reivindicar más contenido social” etc. etc., es decir, a pesar de quienes están constantemente deshojando la margarita.

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