Patxi Etxebarria, Alicia Ozamiz y Luis Rivera*
Fundación UZTAI Fundazioa

Diez lecciones que se extraerán de esta crisis: ideas para un debate

Aunque todos están de acuerdo en que el cambio denominado «The Singularity» no es posible planificarlo y sus consecuencias son desconocidas, pensamos que si la humanidad mantiene una consistencia con lo que le es propio, desarrollará este cambio no solo sin sufrir su resquebrajamiento sino avanzando en sus aspectos positivos.

Proponemos a amigos e interesados expertos debatir ideas sobre las principales líneas que nuestra civilización puede desarrollar en la era pospandémica. Lo hacemos desde la experiencia extraída en nuestra labor en gobiernos autónomos, nacionales y en distintas administraciones europeas, los proyectos que hemos desarrollado con la Comisión Europea y con las universidades, las actividades desarrolladas como miembros dirigentes de distintas organizaciones internacionales como el Comité Ejecutivo de la Federación Mundial de la Salud Mental y nuestra participación consecuente en diversas asambleas de las Naciones Unidas.

En el Congreso de Diputados de España, Pedro Sánchez, en su primer discurso de investidura fallida, apuntaba hacia parte de esos cambios. Constatamos que hay grupos de profesionales y expertos en todo el mundo que prevén las posibles características del cambio cualitativo que se está generando. Aunque todos están de acuerdo en que el cambio denominado «The Singularity» no es posible planificarlo y sus consecuencias son desconocidas, pensamos que si la humanidad mantiene una consistencia con lo que le es propio, desarrollará este cambio no solo sin sufrir su resquebrajamiento sino avanzando en sus aspectos positivos. Pensamos, humildemente, que una visión de conjunto como la que exponemos, puede aportar algo al desarrollo de esa visión. Lo que proponemos, esencialmente, es sustentar el humanismo al mismo ritmo y tempo que el desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación y la inteligencia artificial. El humanismo debe de ser siempre cuidado y protegido. Ya que estamos unidos de algún modo, por lo que hoy llamamos orgullosamente la globalización; fenómeno que explica lo que es y ha de ser el mundo: una comunidad de hermanos. El que no aprende la lección de la historia no puede vivir mejor el presente y preparar mejor el futuro. La pandemia nos ha enseñado de qué pasta estamos hechos. La respuesta y las estrategias futuras deberán de pasar por una idea de sentirnos unidos tanto en los buenos como en los malos momentos. Pensamos que la ética y la moral profesional se van a imponer en las asociaciones y organizaciones internacionales, y ello es y va a ser el revulsivo para implementar las líneas de acción que sugerimos.

De las tendencias que ya existen antes de la crisis y las estrategias que se propusieron y que comenzaban a funcionar, así como de las prácticas desarrolladas durante la misma crisis, se puede deducir que en la situación actual de crisis mundial, aprenderemos al menos algunas lecciones, para la recuperación, pero que permanecerán en el ulterior desarrollo social. Asi pues sugerimos algunas cuestiones como las siguientes:

1. Se valorará adecuadamente el apoyo familiar, de las personas con las que se cohabita y de la comunidad circundante. Se incrementará el amor por la vida familiar y comunitaria. Las distintas iniciativas extendidas por las redes sociales lo demuestran. Se están estudiando esmeradamente las actitudes, temores y estrategias para afrontarlos en la situación de confinamiento (investigaciones de la UPV/EHU y diversas entidades de distinto tipo)

2. Se desarrollarán redes de amigos y profesionales que combinarán regularmente las reuniones virtuales y las presenciales. Se está utilizando ya profusamente la videoconferencia entre profesionales y entre amigos en esta situación de confinamiento general.

3. Se generalizará la docencia por internet. Ya existía como objetivo en la mayoría de universidades, pero se ha impuesto en la actual situación. Todo ello hace que los costos de desplazamiento e infraestructuras disminuyan sustancialmente, se extienda el alcance de la formación y mejore la calidad de la enseñanza y sobre todo de la investigación.

4. La formación en sociología y políticas públicas se desarrollará desde la enseñanza secundaria hasta su implantación en todas las áreas de conocimiento académicas. La conciencia cívica, la responsabilidad, el compromiso, la confianza, la solidaridad son cuestiones que han de ser sustentadas en un conocimiento sustancial y generalizado de los fenómenos sociales, la dinámica de las instituciones y el funcionamiento de las organizaciones tanto públicas como privadas. Diversas conferencias mundiales, como la prevista en Asís (Italia) lo corroboran. Será profuso y generalizado el conocimiento y la investigación sobre la eficiencia de los sectores privado y público en distintas áreas, y más específicamente en la prevención, asistencia y recuperación de situaciones catastróficas como la actual. Se intensificará la enseñanza de los valores morales o ética para una buena vida comunitaria.

5. Se organizará adecuadamente en todo el mundo la promoción de la salud mental y de la inteligencia espiritual. El arte, la música, los museos, el multilingüismo y la protección de las lenguas minorizadas serán los cimientos de los sistemas educativos. Se generalizará el Parlamento Mundial de las Religiones y el Humanismo secular. Existen abundantes experiencias y propuestas al respecto. Por mencionar algunas que conocemos de cerca: "Banff Center for Arts and Creativity", "European Commission Horizon 2020. Program on Health and the Environment, SC-BHC-22-2019", Proyecto Arcels (alianza entre empresas y universidades escocesa, danesa, portuguesa, vasca, española y búlgara), Revista internacional de Espiritualidad y religión en la sociedad, Declaración de Sankelmark sobre políticas de promoción de salud mental en las regiones europeas.

En la recuperación de la crisis será trascendental el organizar la asistencia a los afectados por el síndrome de estrés postraumático, tal y como se aconseja en el informe "Improve the Preparedness to give Psychological Help in Events of Crisis" de la Comisión Europea. Como esta asistencia habrá de ser masiva, se impondrá su permanencia y por lo tanto su tratamiento psicológico se convertirá en rutinario y regular.

6. Se creará una organización potente, sanitaria dependiendo de la OMS para la prevención secundaria de las epidemias. Esta organización estará preparada para actuar en la aparición de nuevos virus, conteniendo su expansión, elaborando vacunas y tratamientos efectivos. Ya hay un grupo de emergencionistas que trabajan con la OMS, pero que carece del potencial y recursos necesarios, y que recientemente alertaba del surgimiento de una pandemia como la actual. Se puede observar la propuesta de Bill Gates al respecto. Este señor se ha implicado totalmente en e-health y en la lucha contra la malaria en Africa. Pero también tiene una importante visión global sobre la salud y los sistemas sanitarios desde la que realizó en el 2018, una propuesta básica para la prevención secudaria de epidemias y pandemias como la actual, previendo además las consecuencias de no hacerlo.

7. Habrá un cambio cualitativo en la organización sanitaria y del sistema de producción utilizando generalizadamente nanotecnolgias, inteligencia artificial y tecnologías de la información. Será comúnmente utilizado el trabajo online desde el domicilio, y habrá mayor participación de los trabajadores en la toma de decisiones de las empresas y organizaciones. Se generalizará la utilización de programas de inteligencia artificial como el Watson de IBM. Se implantarán hospitales de tercera generación, estrategias de e-health y cuidados domiciliarios como los desarrollados por HAH en el Reino Unido y OZE en el país Vasco, con estrategias como las propuestas por el proyecto «Sistema predictivo de cuidado teleasistido.» de S&M Services, en Bizkaia. Se priorizará e intensificará la investigación en el sector de la salud. Se cultivará el sentido universal del respeto a la vida.
El trabajo online desde el domicilio se está desarrollando ya generalizadamente a lo largo de esta crisis.
La mayor participación de los trabajadores en las tomas de decisiones de las empresas tiene ya modelos efectivos desarrollados en diversos países europeos. La Fundación Arizmendiarrieta, ligada al Grupo Mondragón de Cooperativas, se halla realizando interesantes propuestas al respecto que están siendo estudiadas por el Gobierno Vasco asi como también por diversas organizaciones internacionales.

8. El sistema de accionariado se democratizará y se fiscalizará adecuadamente el poder financiero. Se utilizará generalizadamente el dinero virtual. La comisión Nacional de Valores se halla ya prohibiendo la compra masiva de acciones. Las estrategias antimonopolios mejorarán. Hay una tendencia a disminuir los costos de la energía, las comunicaciones y el transporte público, así como los intereses de los préstamos. Estas tendencias se institucionalizarán y asentarán en unos mínimos. Como ya han expresado públicamente algunos responsables políticos, se han de fiscalizar las transacciones financieras especulativas y las grandes fortunas, se ha de organizar un sistema fiscal internacional. Todo ello ya se están haciendo en países del centro y norte de Europa. Se controlarán adecuadamente los paraísos fiscales. El dinero virtual se está ya imponiendo en esta situación de confinamiento y contagio por las monedas. Experiencias de dinero digital se impondrán, debido sustancialmente a su autonomía, independencia de políticas monetaristas.

9. El indicador del PIB será transformado a la hora de valorar la situación de un país. Se incluirán en el mismo indicadores sobre el impacto del sistema de producción en el medio ambiente, así como indicadores sobre el sistema de salud y el bienestar percibido. Hay muchas experiencias y estudios sobre el tema . Por citar algunos destacados cabe recordar el GPI (Genuine Progress Index) adoptado el año 2010 en Maryland. Había ya sido utilizado en Japón y Finlandia. Posteriormente ha sido adoptado por otros países como Oregón. El HDI (Human Development Index) es otro interesante indicador utilizado en países escandinavos y adaptado a Canadá en una experiencia peculiar. Pero países de todos los continentes se hallan trabajando en elaborar indicadores que mejoren el PIB haciendo que incluya aspectos positivos y reales del sistema de producción asi como índices del sistema de salud y el capital social, y excluya aspectos negativos como actuaciones que provocan el deterioro del medio ambiente.

10. Se organizará una Federación Internacional de Personas Mayores que será miembro de las Naciones Unidas. Esta Federación extenderá la utilización de tecnologías, sistemas y logística que optimicen el bienestar de las personas mayores con eficiencia. También liderará los cambis sugeridos en las líneas apuntadas en este documento. Esta Federación se halla ya trabajando con Fiapa, Riopam y la «International Federation on Ageing».

Todo esto no se dará por añadidura ni llovido del cielo. Se desarrollará antes o después en todas las regiones del mundo, pero Europa será pionera. Creemos que lo expuesto en los puntos 1,2 y 3 se está ya desarrollando y será de por sí imponiendo, pero los puntos más ambiciosos necesitarían mucho apoyo nacional / internacional. Creemos que lo descrito en los puntos 4 y 5 y 7 recae más en la responsabilidad nacional / profesional, pero los puntos 6 y 8 son realmente exigentes. El punto 10 debería ser el foco del cambio. Podemos ver cuán frágil es el apoyo global de las personas mayores. No existe un progreso real en la tecnología para las personas mayores y la OMS siempre ha tenido recursos muy escasos en las políticas de envejecimiento.

Tendremos que trabajar y luchar mucho para lograrlo y mantenerlo. La historia nos enseña que no hay progreso sin lucha social. En este sentido pensamos que el frente de batalla lo representan la ética y la moral profesional de las asociaciones y organizaciones internacionales Esperemos que las personas de buena voluntad se impongan.

*Estas son algunas de las personas que han contribuido a la elaboración de este documento, o que han manifestado acuerdo con su contenido: Patxi Etxebarria, Alicia Ozamiz, Luis Rivera, Leena Helela, Jacki Sewell, Ian Grant, J. Manuel Alvariño, Jean Pierre Kankolongo, Mario Marrone, Zhang Zhiyong, Victoria E Eusse, Agurtzane Ortiz, Vapu Taipale, Ilkka Taipale, Andrés Saez, Juha Labikainen,Pablo Serrano, Almudena Garrido, J. Agustin Ozamiz, Iñaki Markez, Mikel Palacios, Agustin Ganboa, Enrique Pons.

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