Mauricio Rodriguez-Gastaminza
Militante de Antikapitalistak de Euskal Herria

Dos citas electorales en Euskal Herria

Estamos en vísperas de dos comicios que tienen para nuestro territorio una importancia diferenciada.

Por un lado, las elecciones al parlamento del Estado español pueden aliviar, un poco la presión centralista sobre los procesos soberanistas que, sin duda alguna, van a proseguir con más fuerza en las diferentes nacionalidades históricas. Por otro, las elecciones al parlamento de la CAV, pueden acarrear una sustancial diferencia en la actual correlación de fuerzas y hacer tambalear la interminable hegemonía del PNV.
     
El gobierno que salga en el estado no va traer beneficios tangibles e inmediatos para nuestro pueblo, todo indica, desgraciadamente, que será uno del agrado de Bruselas, del FMI y del Ibex 35. Si los social-liberales de Sánchez están en ese futuro gobierno, que estarán, quizás consigan ponerle el PP y a Ciudadanos un ligero maquillaje para que dejen de tener el ceño fruncido de tanto fijar la mirada en las directrices de la UE, ¡ojo! sólo cambiar el ceño, no desviar la mirada.
     
Si la hipotética, y deseable, confluencia de Podemos con IU, concreta un programa de ruptura, negro sobre blanco, y retoman la senda de las movilizaciones y de la lucha, podremos vislumbrar a medio plazo un horizonte más esperanzador para las clases trabajadoras del Estado Español.
     
En cuanto a nuestras elecciones autonómicas, con diferencias, están muchas cosas por definir y concretar. Podemos, el partido emergente y «transversal» sigue pasando de puntillas sobre cuestiones fundamentales que afectan a toda la población de Euskal Herria.
     
Si, como dicen, quieren desalojar al PNV del gobierno de Gasteiz, no logro entender porque no se sientan con EH Bildu a negociar un programa común que consiga ilusionar a una mayoría de la gente de este pueblo. En este caso, y sobre el derecho a decidir, no se puede seguir contestando a la pregunta, ¿a quién quieres más a España o a Euskal Herria? con la manida respuesta de siempre, a las dos.
     
Pero es que sobre temas tan trascendentales, como el TAV, Nafarroa, Plan B, OTAN, ejército español en nuestro territorio etc., tampoco se pronuncian con rotundidad. Su programa es como una nebulosa de buenas intenciones que podría firmar Cáritas, diseñado para que cada cual coja lo que le atrae más y forme su propio mecano.
    
Al mismo tiempo, copiando a la socialdemocracia española, se ha establecido una endemoniada carrera para fichar personajes mediáticos, algunos muy respetables, con poco o ningún vínculo organizativo o pasado luchador. Generales pro-OTAN, guardias civiles, hasta un antiguo miembro de la Falange como senador por Alava, y ahora  un intento fallido de una jueza antigua militante de Euskadiko Ezkerra. Parece un enloquecido debate para ver que figura ponemos en la portada de cualquier revista del corazón y así poder vender unos miles de ejemplares más.      

Se que a Bildu, hay gente que le acusa de lo mismo cuando se refieren a Arnaldo Otegi, y también a su pasado, como si el resto no lo tuviera. Otegi a contribuido notablemente en el proceso de paz de esta tierra y ha estado presente, con sus claroscuros, en todas las luchas que se han desarrollado en Euskal Herría.
     
Sólo con un programa de poder popular, con gente sencilla y luchadora en las listas, lograremos ilusionar a la gente de esta pueblo. Mujeres y hombres que representen nuestra tradición combativa y social.

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