El arzobispo de Pamplona y Tudela, uno y trino
Despojándose de la dignidad moral por completo, Francisco Pérez, excapellán castrense y hoy arzobispo de Pamplona y Tudela, revestido de su particular indignidad episcopal, ha actuado escandalosamente en nombre de la Iglesia católica de la diócesis navarra, presentando alegaciones en contra de las exhumaciones de la cripta del Monumento a los Caídos, donde están enterrados con honores los criminales de guerra José Sanjurjo y Emilio Mola, generales golpistas responsables directos de 3.000 asesinatos de civiles y de miles de huérfanos en Navarra.
Plantea el mitrado en su alegación, o alegato reaccionario, un conflicto de autoridad entre el arzobispado, usufructuario de la cripta, y el municipio, propietario, y defiende sus privilegios en edificio público, contrariado por los trámites iniciados por el ayuntamiento para acabar con la exaltación franquista en nuestra tierra, demasiado tiempo castigada por el estigma requeté, fascista y nacionalcatólico. Olvida arteramente su Ilustrísima los crímenes de lesa humanidad que la asolaron y el terror franquista impuesto por años sin término, todavía hoy impunes y apartados del relato oficial, sobretodo del sistema educativo de nuestros jóvenes, que siguen sin saber las dimensiones y consecuencias traumáticas de aquella guerra de exterminio. Sistema educativo en el que, no obstante, el obispo nombra profesores de religión que paga el Gobierno de Navarra.
El Ayuntamiento pamplonés ha utilizado la fórmula de clausura de cementerio urbano y devolución de los restos a sus familiares para dar término a esta ultrajante situación que incumbe a toda la sociedad navarra, provocando el trueno de los deudos de la Sanjurjada y el trino corifeo del arzobispo. Trueno y trino que indivisible con el trono foral, formaron los cimientos del antiguo régimen al servicio de la unidad de la España eterna e indisoluble.
La sotana, el espadón y el vulgo regionalista que haciendo genuflexiones y besando anillos recitaba obediente: «a lo que manden vuesas mercedes, vale quien sirve».
La triada perfecta que hoy no soporta perder privilegios y ganancias, pues hasta hace poco eran, por poner un sólo ejemplo infame, los VIP que desmontaron la CAN al 6% de interés, demostrando lo rentable que puede ser incluso el limosneo, sin necesidad de dar explicaciones.