Germán Gorraiz López

El dilema del BCE

El anuncio de Mario Draghi de un nuevo plan de compra de Deuda Soberana para los países de la zona Euro que lo solicitaran, provocó la relajación de las primas de riesgo y al mismo tiempo , la revalorización estratosférica del Euro (subida del 11% respecto a dólar y del 32 % frente al yen en menos de un año), con la consiguiente constricción de las exportaciones de la Eurozona.

Así, según euronews.com, la locomotora alemana habría retrocedido en el cuarto trimestre del 2012, debido a la reducción en la producción industrial por la débil demanda europea, no siendo descartable su entrada en recesión en el 2013. Aunque el BCE adoptó medidas como el recorte de los tipos de interés tres veces (25 puntos básicos cada vez), la relajación de los requisitos que exige a los activos que los bancos presentan como garantía para financiarse y las dos inyecciones de liquidez a largo plazo, la llamada barra libre (LTRO), el mandato estricto del BCE sobre la inflación dificulta la adopción de medidas para incrementar la masa monetaria (quantitative easing) que podrían debilitar al Euro.

Además, tras la flexibilización del yen llevada a cabo por el Banco de Japón (en un agresivo movimiento de piezas para compensar el déficit récord de 6,9 millones de yenes (59.000 millones de euros en el 2012), los mercados volverán a presionar al euro al alza, pudiendo poner en jaque a la economía de la Eurozona y a la independencia del BCE. Por ello, el Financial Times cree que el BCE debería tener ya preparado un plan de choque que podría contemplar la bajada de tipos en medio punto hasta el 0,25 % para finales del 2013 e incluso la implementación de tipos negativos para la facilidad de depósitos, lo que obligaría los bancos de la Eurozona a pagar por dormir su dinero en el BCE.

Sin embargo, dichas medidas serían un arma de doble filo al conjugarse un escenario deflacionista (1,7 % en los países de la Eurozona en el pasado Marzo) provocado por la brusca caída del consumo interno, con el regreso de la Eurozona a escenarios ya olvidados de Double Dip (crecimiento negativo del 0,2 % para el 2013 según el FMI) y en el supuesto de efectuar Draghi estos audaces movimientos, asistiríamos a una devaluación progresiva de las diferentes divisas por parte de los Bancos Centrales Mundiales, la ruptura del sistema de paridad de las divisas internacionales y la posterior Libre fluctuación de las mismas.

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