El fracaso del programa HABE de alfabetización de adultos
El objetivo institucional de HABE es el fomento de la euskaldunización de la población adulta, según establece la ley que lo creó. Sin embargo, su labor de euskaldunizar queda muy cuestionada a la vista de los datos que muestra la realidad:
Datos:
1. Mientras que en Catalunya los cursos de catalán iniciales (A1 y A2) son gratuitos, en Euskadi el A1, el más barato, cuesta 171 €.
2. Según los datos de HABE, el curso 2021-22 se matricularon 32.910 personas, de las que, en la primera convocatoria, se presentaron a los exámenes de los distintos niveles 10.683, es decir, el 32’46%.
3. Y, recogiendo nuevamente los datos que aporta HABE, del total de las personas presentadas aprobaron 4.048, es decir, el 37’89%, pero del total de matriculadas, aprobaron el 12.3%
Estos resultados son escandalosos y demuestran que los cursos de HABE no consiguen acercarse, ni de lejos, al objetivo de euskaldunizar a la población adulta.
Lo lógico sería que las personas responsables de esa institución, así como el gobierno vasco y las parlamentarias, se preguntaran qué ocurre para que esos datos, que recogen la enorme diferencia entre las personas matriculadas y las que se presentan a los exámenes y entre éstas y las que los aprueban, sean tan sumamente negativos. Y no solo preguntarse, porque después de 40 años de funcionamiento, y viendo los resultados, ya se deberían haber tomado medidas que corrigieran su marcha antes de llegar a esta situación.
Y es doblemente grave lo que ocurre porque, sin lugar a dudas, las más perjudicadas son las personas que carecen de un contexto euskaldun (es decir, de un mundo de relaciones en el que el euskara ocupa un lugar), las que no tienen recursos, las que trabajan en actividades exigentes física y mentalmente, es decir, mayoritariamente las personas que han migrado a Euskadi tanto desde fuera del estado como desde otras regiones del mismo.
Los datos citados son un reflejo inconfundible del mal funcionamiento de esta institución. Y existen responsables del mismo, empezando por el gobierno y los partidos que lo sustentan (PNV y PSE), siguiendo por el consejero de cultura y política lingüística, Bingen Zupiria, así como por los responsables de los distintos servicios en los que se divide HABE y que aparecen en su página web. Y sin olvidar, por supuesto, al resto de partidos que conforman el parlamento vasco, que algo deberían decir y proponer al respecto, así como a las personas que forman parte de dicha institución.
Es hora ya de dejar de fingir que se desea que el euskara se extienda y sea accesible a todas las personas que viven en la CAV, porque más parece, a la vista de la política educativa de apoyo a la privada y el abandono de la alfabetización de personas adultas, que lo que se desea realmente es convertir el euskara en otra forma de segregar a unas personas para mantener y ampliar los privilegios de otras. ¡Que no sea sin resistencia!¡Que no les salga gratis!