Mikel Arizaleta

El gobierno español: un mondongo de exaltación oficial del terrorismo

Días atrás escribía Joan Cantarero: «El cónsul en San Petersburgo homenajea a los fascistas españoles que sitiaron Leningrado. El diplomático Juan Antonio Martínez-Cattáneo es hijo de divisionario, militar franquista y fundador de la Editorial Fuerza Nueva con Blas Piñar.

Un gran ramo de rosas conformando los colores de la bandera española, colocada sobre el campo de batalla nevado de Krasny Bor, situado a 38 kilómetros al sureste de San Petersburgo, es el homenaje rendido el pasado día 10 por excombatientes, familiares y nostálgicos de la dictadura franquista, a los voluntarios de la División Azul que, junto al ejército nazi, fueron derrotados por las tropas soviéticas en febrero de 1943, en el cerco cruel cerco a la población civil de Leningrado, durante la Segunda Guerra Mundial.

En los documentos públicos de la propia Fundación División Azul y a través de foros y webs de ideologías similares, se pone de manifiesto la implicación del diplomático español destinado en Rusia Martínez-Cattáneo en la exaltación de la «heroicidad y la memoria de los caídos» de la División Azul, una unidad de voluntarios y veteranos del bando nacional formado por más de 10.000 hombres, que fue creada ad-hoc en 1941 para combatir «el comunismo», bajo las órdenes supremas de Adolf Hitler, quien acababa de lanzar la invasión de la Unión Soviética en la llamada Operación Barbarroja.

No hay que olvidar que el cerco a Leningrado forma parte de los episodios más crueles del nazismo y sus aliados del Eje. Hitler, ante la imposibilidad de tomar la ciudad fuertemente protegida por las tropas soviéticas, ordenó sitiarla con el propósito de liquidar a su población, casi tres millones de habitantes. Su intención no era otra que matar de hambre a los civiles esperando su rendición, y así lo hicieron durante más de 900 días, entre el 8 de septiembre de 1941 y el 27 de enero de 1944.

El padre del cónsul, Antonio Martínez-Cattáneo, fallecido en 1995, fue teniente de Artillería que se sumaría a la sublevación contra la República en Pamplona, tras viajar desde Inglaterra donde estudiaba. Años más tarde se alistaría como voluntario en la División Azul. Militaba en Falange Española Tradicionalista y de las JONS y llegó a ser Gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento en León»

Juana Chaos

Tras cumplir 18 años de cárcel impuesta por sentencia y quedar en libertad, Juana Chaos es reclamado por el juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco por un presunto delito de enaltecimiento del terrorismo (por escribir una carta).

«El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha solicitado a Interpol que verifique si el etarra José Ignacio de Juana Chaos, a quien investiga por un delito de enaltecimiento del terrorismo, se encuentra en el pueblo de Chichiriviche. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 ha cursado un oficio a las oficinas de Interpol de España y Venezuela para, en el caso de que la información sea cierta, iniciar el proceso de extradición. La Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) ha urgido a que este "sanguinario" etarra sea extraditado "de forma urgente e inmediata».

La jueza Servini

El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz ha citado para el próximo jueves al exinspector de Policía Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, y al excapitán guardia civil Jesús Muñecas Aguilar para preguntarles si desean ser extraditados a Argentina en el marco de la causa que sigue la juez María Servini por las supuestas turturas que ambos habrían cometido durante los últimos años del franquismo, informaron fuentes jurídicas.

Juan Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, está reclamado por un delito de torturas que habría cometido sobre trece personas durante el tiempo en que estuvieron detenidas entre 1971 y 1975. La reclamación contra Muñecas Aguilar también se basa en un delito de torturas, pero en concreto, las que habría cometido contra Andoni Arrizabalaga durante el tiempo que estuvo arrestado en el cuartel de la Guardia Civil de Zarautz (Guipúzcoa).

El pasado 30 de octubre, Servini emitió un auto en el que ordenaba la detención de 20 acusados de crímenes cometidos durante la dictadura, entre ellos los ex ministros Martín Villa y José Utrera Molina. Estas órdenes fueron bloqueadas en noviembre por la Interpol a petición de España, aunque Martín Villa dijo que no se va a "esconder" y pedirá declarar ante juez argentina, que le imputa por su eventual responsabilidad, cuando era ministro de Relaciones Sindicales, en la muerte en Vitoria de cinco trabajadores en una acción policial en marzo de 1976. 

El silencio de gobierno y jueces ante la reclamación de la jueza Servini hasta el día de hoy es delator, más, diríamos espejo de un talante. La famosa transición española fue dos puntos y seguido. Los diplomáticos, colaboradores del golpista Franco, siguieron siendo los representantes de la llamada nueva democracia ante el mundo. Los jueces, de sangre y condenas, de apoyo a un gobierno puchista, siguieron dictaminando sentencias con la misma toga, el mismo mazo y el mismo bigote del fascio. Los policías, grises de entonces, siguieron patrullando por la calle bajo los mismos jefes y a las órdenes de los de antes, ejemplos son el Billy el Niño y el Martín Villa.

Los tres hechos revelan la actitud y comportamiento de un gobierno y una judicatura de jueces y fiscales. Por supuesto, el cónsul español en San Petersburgo no ha sido requerido por juez español alguno por la exaltación en el 2015 de una terrible matanza en 1944 por elementos nazis, alemanes y españoles. Juan Antonio Martínez es representante fiel de este estado español hoy ante la historia de un holocausto. Es curioso, frente al abandono consciente por parte del gobierno, de antes y de ahora, de los españoles que lucharon contra el fascio desde la República y fueron encerrados en campos de concentración nazi, sucumbiendo en gran parte como muestran entre otros los datos históricos y las confesiones y relatos de los sobrevivientes del fatídico campo de concentración de Mauthausen, hoy un representante del gobierno deposita flores de exaltación patriótica a los mercenarios de Hitler y el fascismo.

Todo un retrato del gobierno español de nuestros días, de sus gobernantes, jueces, fiscales y policías: Todo él una exaltación oficial del terrorismo. Por eso la denuncia ante ellos y sus representantes es papel mojado, la denuncia es contra ellos y en la calle

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