Pedro A. Moreno Ramiro

El modelo educativo navarro, un ejemplo de segregación

Solo de esta manera, construyendo un modelo educativo común y para todas en la Escuela Pública Navarra, tendremos la oportunidad de construir en Nafarroa una sociedad inclusiva, abierta y donde la integración se convierta en la piedra angular de nuestra sociedad.

Según el INE de 2022, en Nafarroa viven 73113 personas extranjeras. Este dato pone sobre la mesa la importancia del colectivo extranjero en este territorio y digo extranjero y no migrante, porque dentro de estos datos también se encuentran reflejadas a personas que viven en esta tierra, pero que son de países occidentales, aunque es cierto, que este último grupo supone una minoría a nivel porcentual. Bien, si nos centramos en la cuestión que vamos a abordar: la segregación en el sistema educativo navarro, podemos decir, sin lugar a dudas, que el mismo poco tiene de inclusivo o integrador, todo lo contrario, hablar de educación en Nafarroa supone hablar de segregación y «guetificación» por cuestión étnica o de origen. Aunque oficialmente existen cuatro modelos educativos: A, B, D, G; podemos decir a rasgos generales, que en Nafarroa existen dos modelos mayoritarios, el de castellano y el de euskera, es decir, el A y el D. Esto en una gran parte del territorio –Zona norte y Zona central–, ya que tenemos que tener en cuenta que por culpa de la zonificación lingüística el euskera no se puede aprender en una parte considerable del territorio navarro. Si hablamos de zonificación a nivel educativo en cuanto al modelo idiomático de la enseñanza navarra, tenemos que referirnos a 3 zonas: la vascófona, la mixta y la no vascófona.

Pues bien, si hablamos del modelo educativo en la Zona Mixta, que por cierto es la que más población concentra al estar en esta franja territorial la Comarca de Iruñerria, tenemos que hacer alusión a la fuerte segregación que vivimos en los colegios e institutos. Solo hay que darse una vuelta por los patios de los coles que imparte las clases en castellano en los barrios iruindarras de la Rotxapea o Arrosadia, entre otras zonas de la capital navarra, para ver con tus propios ojos y sin exageraciones como un 70% o 80% de los y las niñas que allí estudian son de origen extranjero o de etnia gitana. Mientras, que si, por el contrario, uno se pasea por los patios de las ikastolas públicas, donde se dan las clases en euskera, nos topamos con un origen muy distinto de los usuarios de estos centros: más del 90% de los y las niñas que van a estas ikastolas son de origen vasconavarro. En este contexto poco óptimo para la convivencia, también nos topamos con situaciones en las que pese a que los padres y madres, sociopolíticamente, se sienten españolas, prefieren llevar a sus hijos al modelo D que al modelo lingüístico en castellano para que sus hijos e hijas no se mezclen con las navarras de origen foráneo. En último término, tenemos a la gente foral y española de «pelas» que lleva a sus hijas e hijos a la enseñanza privada bilingüe: en inglés y castellano. Esto mismo que escribo, con respecto a la enseñanza primaria de la escuela pública, se puede trasladar a la educación secundaria navarra sin ningún tipo de problemas, por lo que me limitaré a extrapolar lo anteriormente explicado al siguiente escalón en la formación de los y las navarras más jóvenes.

Las problemáticas derivadas de esta nefasta gestión educativa por parte de los sucesivos gobiernos de Navarra, las veremos de manera más clara en los próximos diez años. Aunque ya es fácil, encontrarse con cuadrillas de niños y adolescentes conformadas únicamente por personas de origen extranjero en algunos barrios de Iruñea. Este fenómeno se puede apreciar principalmente en aquellos lugares que cuentan con una mayor población extranjera, como por ejemplo: San Jorge/Sanduzelai, Milagrosa/ Arrosadia o Rochapea/Errotxapea. Esta situación supone el comienzo de una sociedad segmentada y fallida al estilo «estadounidense» o «francés». De asentarse con el paso del tiempo este contexto socio educativo, nos encontraríamos, casi con total seguridad, con la aparición de diferentes bandas de diferente índole, dónde, también, tendrían hueco y cabida los grupos y organizaciones ultras de extrema derecha a la «navarra», sin olvidar, el ascenso progresivo y la normalización de bandas según el origen étnico.

Por poner un ejemplo de este contexto de segregación que ya estamos viviendo, podemos hablar de las fiestas del barrio iruindarra de Arrosadia, celebradas en el primer fin de semana de junio. En este evento popular, como en otros similares, se puede comprobar de primera mano, como en un barrio que tiene un gran porcentaje de población migrante, la asistencia de este colectivo de personas a la zona de txoznas es residual por no decir nulo.

¿Qué podemos hacer para evitar la segregación lingüística en Nafarroa?

Desde mi punto de vista, y para evitar esta segregación que se da con motivo del idioma en que se cursan los estudios, se debería de aplicar un mismo modelo lingüístico en todo el herrialde. Este modelo educativo que propongo debería de ser en un 80% en lengua vasca, dedicando el 20% restante, a la enseñanza del castellano y una lengua extranjera (inglés). A muchas personas les sorprenderá esto que sugiero y pensaran que con una medida de estas características se podría perder el castellano en Nafarroa, eso sin tener en cuenta, que muchas otras «soltarían por su boquita» todo tipo perogrulladas ante una propuesta como la que aquí se defiende. Ahora bien, si algo hemos aprendido en Iruñerria, es que cursar la enseñanza primaria, secundaria o incluso universitaria en euskera, no conlleva que con la cuadrilla o con familiares se deje de utilizar el castellano y es que, el castellano está muy vivo en la Comarca de Pamplona, pero también la lingua navarrorum y es que, conocer la lengua vascona y saber defenderse en ella debería de ser un derecho que tengan todas las navarras desde Bera a Cintruénigo. Solo de esta manera, construyendo un modelo educativo común y para todas en la Escuela Pública Navarra, tendremos la oportunidad de construir en Nafarroa una sociedad inclusiva, abierta y donde la integración se convierta en la piedra angular de nuestra sociedad.

Seguramente y para finalizar, serán muchas personas las que me dirán que esta propuesta es una locura de aplicar en la Ribera, en mi opinión y como ya he defendido en este texto, la propuesta debería de ser para toda Nafarroa. Ahora bien, sería inteligente como pieza clave para la futura negociación que en un primer momento fueran los municipios situados en la Zona Mixta los que se acogiesen a esta medida, al igual que aquellos de otras zonas de Nafarroa que así lo demandasen para sus hijos e hijas. Respetando escrupulosamente de esta forma, la voluntad democrática de las gentes de la Ribera navarra. Eso sí, en la Zona Mixta, la necesidad de poner solución al problema de segregación étnico-social que vivimos nos invita a tomar medidas urgentes en favor de la inclusión y de la integración de las personas de origen migrante y las alumnas de etnia gitana. De no ser así, entre otros problemas que ya he descrito, que no nos extrañe ver en unos 10 años a chavales de origen extranjero educados en el modelo A, votando a opciones de la extrema derecha españolista (estilo VOX), con el fin de no verse perjudicados laboralmente por las medidas pro euskera o de inmersión lingüística en las que se ha avanzado en las últimas décadas.

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