Alberto Pinzón Sánchez
Intelectual marxista colombiano

El ocaso del Patrón

La lucha interburguesa por la presidencia de Colombia en 2026, ha puesto al orden del día los principales temas de gobierno que se esperan resolver con el presidente que remplazará a Petro en el tan mentado «sillón de Bolivar «:

Lo primero a desatacar es, la conciencia clara del ocaso del patrón AUV, tanto físico como moral y político, precipitado por la condena y orden de captura proferida a comienzos de agosto/25 por delitos diferentes a sus conocidos delitos de guerra contrainsurgente perpetrados durante los 20 años del «Uribato», denunciados enérgicamente y sin vacilaciones por todo el movimiento social y de víctimas colombiano; orden de prisión levantada venalmente pocos días después por las conocidas presiones internas (sin descartar la injerencia de Mr. Rubio) para que pudiera lanzar su candidatura al senado de la república y desde allí continuar sus enjuagues leguleyos en busca de la impunidad que le ha protegido desde siempre. Declive, agravado por la condena a 28 años de cárcel, largamente postergada a su hermano, el Apóstol Santiago, y, por la muerte atroz de Miguel Uribe Turbay, su esperanza política. A lo que se le han venido sumando las denuncias de varios de sus cómplices de crímenes de guerra, en especial el cero cero dos Mancuso, que aunque maquilladas, van aportando y acercando la verdad Judicial.

Es decir que el «Innombrable», cuyo nombre es bien conocido desde que lo denunció el periodista demócrata Fernando Garavito hace 23 años, ya no tiene como meta seguir siendo la figura decisiva que coloque a dedazo limpio un subpresidente a quien se le dicta la voluntad para luego insultar como a JM Santos, o sin chistar como el inane Duque, sino más bien buscar un perfil menos notorio o si se quiere embozado.

De ahí su actitud resbalosa y diferida en apoyar un claro candidato presidencial que lo represente en su menguado partido político: Desautorización a la candidatura del delfín-en-reversa Miguel Uribe padre. Golpe al «ménage-à-trois» Lafaurie-Cabal-PoloPolo.

Ningún compromiso claro de su partido al musculoso candidato del militarismo contrainsurgente Pinzón Bueno, quien no pierde entrevista en decir que el único que está físicamente preparado para reconstruir a Colombia, «tomada por el narco-comunismo». Distancia con el narcoabogado el camaján romosiniuano Espriella. Tímido respaldo a la Paloma de la aristocracia terrateniente payanesa de la casa Valencia, así como el desinfle de la candidata sentimental de la revista "Semana". Lo cual ha ido demostrado que el cisne negro del fascismo, finalmente, ha empezado a cantar.

Parece, pues, que, el panorama presidencial va lentamente sedimentándose y a medida que la falsimedia institucional mueve la realidad, va quedando claro que la artificiosa división ampliamente difundida en sus medios entre extrema derecha, derecha, centroizquierda, e izquierda institucional, en el nutrido y variopinto abanico de «presidenciables» ha ido desapareciendo por sustracción de materia al quedar solo un candidato de izquierda, enfrentado a los 97 restantes en proceso de fusiones y uniones.

En consecuencia, el rescate de Colombia del narcocomunismo implica para ellos varios temas concretos por resolver y me permito comentar:

1. Total recomposición y reconstrucción de las relaciones semicoloniales con el gobierno de los EEUU, alteradas por las provocaciones verbales, demagógicas, alejadas de cualquier diplomacia racional y moderna del presidente actual, para ponerlas acorde con la nueva doctrina del Pentágono o Estrategia de Seguridad Nacional actualizada en 2025,

y con los desarrollos políticos en los demás países latinoamericanos que han tenido gobiernos autodenominados «progresistas» fracasados que requieren una recomposición urgente. Entre los más notorios nos basta citar a Fernández remplazado por Milei. Arce reemplazado por Paz. Castillo remplazado por Boluarte y esta por Jeri. Correa reemplazado por las maravillas de Lenin Moreno, Lasso y Noboa. Salvador Sánchez reemplazado por el efectivo Bukele y Boric reemplazado por Kast. Queda pendiente o mejor, en veremos, la posesión de la bocona María Corina Machado.

2. Total recomposición de las relaciones con el vecino país hermano de Venezuela cuya dirigencia revolucionaria Bolivariana y pacífica, ha sido calificada falsa y unilateralmente por el gobierno estadounidense como un cartel del narcotráfico con precio por sus cabezas, con la clara intensión de llevar la fracasada estrategia contrainsurgente de la «War on Drugs», en forma de invasión y bombardeos arrasadores estilo Gaza, al territorio venezolano como un pretexto cínico e ilegal para apoderarse de las reservas petrolíferas de ese pacífico país; cambiar su presidente elegido y poner artificialmente y mediante las armas a una reconocida cipaya en la presidencia que facilite el saqueo. Además, desde los presidenciables colombianos, todos insisten en que se debe recuperar la seguridad (de las bases militares de EEUU-OTAN) y el control de la frontera colombo-venezolana desde la Guajira hasta el río Atabapo, perdido por las ofensivas y presencia de los varios grupos guerrilleros que combaten al Estado colombiano en esas regiones limítrofes.

3. Saneamiento de las FFMM, Policía y demás cuerpos de coerción del Estado infiltrados por grupos guerrilleros disidentes, y por la corrupción de los micro carteles del narcotráfico. Así como una radical reingeniería (tipo Plan Colombia) de todo el aparataje represivo estatal desacreditados por los falsos positivos, la impunidad persistente y los numerosos escándalos de corrupción entre militares, y que vuelva a revitalizar el tradicional «militarismo colombiano» acorde con los nuevos retos en el Caribe y Región andino-amazónica (valga decir Venezuela y Brasil), establecidos en la Nueva Estrategia de Seguridad Nacional 2025 por el ministerio de guerra de los EEUU, también conocido como el Pentágono.

4. Bajo el eufemismo de recuperar la seguridad amenazada por el narco-comunismo y la subversión, lo que pretende quienes aspiran a «continuar» el Régimen imperante y dominante es, a reforzar y convertir la estrategia imperialista de la contrainsurgencia, largamente implementada en Colombia durante los 70 años de conflicto interno, en una norma permanente y eterna o Ley suprema que rija los destinos de la sociedad colombiana y la resolución de sus desavenencias.

5. Los demás temas como pensiones, rebaja de impuestos, salud, educación, tierra y trabajo para todos, etc., aparte de ser temas trillados de toda campaña electoral colombiana de cualquier clase, ojo, no pasan de ser anzuelos demagógicos para atraer votantes que luego se verán frustrados. Todo pues, parece indicar que como sucede en todos lo fascismos, que una vez el Führer o caudillo entra en decadencia o en su ocaso y detrás de los telones canta el cisne negro, es bastante difícil que alguno de los tantos mediocres seguidores suyos o imitadores de pacotilla, pueda volver a «repetir» las extrañas condiciones objetivas y subjetivas generales que le sirvieron de escalera para tomar el Poder y establecer su régimen de excepción del Terror del Estado.

La totalidad global y universal ha cambiado completamente y Colombia, ya no es una excepción aislada donde una oligarquía sanguinaria auspiciada a su antojo por el Imperialismo más poderoso conocido por la humanidad la protegía y preservaba en una burbuja de teflón irrompible, haciendo y deshaciendo a sus anchas sin que nada se le pegara, esta vez va a ser bastante difícil de repetir y si por algún error del pensamiento mágico y escolástico que siempre los alumbró, se meten con el bravo Pueblo venezolano tratando de destruir el castrochavismo que intentaron destruir durante 20 de Uribato, esta vez muy probablemente, el resultado sea otro a lo esperado.


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