En caso de lluvias, el Ultzama hace al Arga varón
En los 22 años que llevo viviendo en Atarrabia, son nueve o diez las inundaciones que he sufrido a la puerta de mi casa. Enfrente tengo el rio Ultzama, que si no hay lluvias baja bajo, a veces demasiado bajo, pero cuando se dan las condiciones y al no tener nada que lo regule en todo su recorrido, crece sin parar hasta invadir zonas edificadas como consecuencia de la mala gestión de sus orillas y falta de regulación en el cauce.
Está demostrado que en esa ocasiones, es el Ultzama el que aporta más caudal a lo que en apenas unos metros más abajo viene a llamarse rio Arga. El rio Arga viene a comportarsese como un pequeño afluente, siempre que Eugi no suelte agua con la abundancia que su equivocada gestión de retención le obliga en ocasiones a hacerlo. Cabe añadir que en esas ocasiones es el Arga quien frena el aporte del Ultzama y eso deriva el que en Atarrabia suframos doblemente la inundación, la derivada del cauce del Ultzama y la ocasionada por el freno que supone la avalancha del Arga en esos vaciados salvajes.
En Atarrabia tenemos apenas poco más de 700 metros de río, un río que podría ser bonito porque el paraje lo es, desde la Trinidad hasta el molino, con los parques de Ultzama y Arga que lo jalonan y que invariablemente se inundan.
El recorrido del rio en Villava podría ser una referencia para el ocio y las actividades lúdicas si no existieran los muros que modifican el cauce para posibilitar dos industrias, una de ellas sin actividad desde hace años y la otra que, acogida a una «licencia ambiental integrada» cumple todos los requisitos para que salga fuera del casco urbano, por el ruido, por los olores, por el tráfico de grandes camiones, por los vertidos, por las infracciones constantes al tráfico, por obsoleta y fuera de sitio.
El rio Ultzama podría ser un valor en Atarrabia si lo hacemos atractivo para la población. Si eliminamos y sustituimos un puente que se modificó hace años y es un ejemplo de lo que no tuvo que hacerse. El puente es bajo, sus ojos no alcanzan a desaguar en las crecidas, retiene lo sedimentos disminuyendo el cauce y para colmo, sobre su estructura antigua se apoyan dos grandes vigas de casi un metro de altura y que sirven de empalizada para que el agua rebote y salga por arriba a la carretera y las viviendas. Las grietas en el pavimento, que han sido reciéntemente reparadas, pueden estar avisándonos de algo peor.
En Atarrabia existen viviendas que con demasiada frecuencia sufren los embates de un rio pequeño, pero que lo han ido convirtiendo en una amenaza para ciudadanos y comercios del Barrio Ultzama, grupo Martiket y calle Pedro de Atarrabia.
Quisiéramos que las autoridades, aquellos que nos administran, sean receptivos a nuestras quejas y entiendan que necesitamos de una solución definitiva aunque tuviera que ser drástica y costosa. Queremos disfrutar del río y no queremos que, como ahora, nos preocupe, nos angustie y desespere cada pocos meses
El Ultzama a su paso por Villava-Atarrabia merece ser intervenido y devolverle su cauce, quitar obstáculos artificiales y proteger lo ya edificado a la vez que se impida el que se siga construyendo en las zonas inundables. El Ulzama debe ser calificado como de riesgo A1 y no como ahora en que apenas si requiere atención en todo su recorrido. El ayuntamiento nos consta que trabaja en ello y según he leído, UPN parece que también pide algún tipo de intervención. Esperemos que no sea solamente un señuelo electoral.
Todos sabemos que el Ultzama seguirá teniendo avenidas, pero si se actúa con respeto y técnicas adecuadas los vecinos y quienes se acerquen a Atarrabia, entenderemos que había soluciones y lamentaremos el que durante años se haya mirado a otro lado ignorando su valor natural, ecológico y lúdico que, por otra parte, siempre ha tenido.