Escuchar y atender
Transcurrido ya un semestre del rectorado de Joxerramon Bengoetxea, vamos a intentar hacer un breve balance de lo que en nuestra opinión ha representado su mandato, teniendo en cuenta los errores en que podemos incurrir por carecer, debido a razones obvias, de una mayor información que la suministrada por los medios de comunicación y de nuestra propia experiencia.
En las declaraciones del nuevo rector aparecían como temas urgentes a tratar los relativos a las condiciones laborales de los sustitutos y las reformas necesarias en ciertas infraestructuras que adolecen de un importante deterioro. Con respecto al primero se intentaba paliar la situación de precariedad sustituyendo sus contratos a tiempo parcial por otros a tiempo completo, aliviando de ese modo los bajos niveles retributivos anteriores. En este sentido el equipo rectoral ha señalado que a partir del próximo curso se pondrá en marcha la nueva reforma contractual, discutida con los sindicatos y aprobada al parecer por el Consejo de Gobierno. Desde luego el camino jurídico no ha sido nada fácil. Hay que tener en cuenta que según el equipo anterior (Eva Ferreira), la LOSU impedía contratar personal sustituto a tiempo completo y el propio servicio jurídico de la EHU negaba esta posibilidad. Pero el nuevo equipo siguió adelante, encargó sus propios informes y decidió en consonancia materializar la reforma. Gesto valiente y un tanto insólito en esta universidad bastante reacia a saltarse las recomendaciones de sus propios juristas.
En cuanto al segundo de los temas la vicerrectora del campus de Bizkaia, Estitxu Garai, ha anunciado recientemente que se había logrado un compromiso financiero entre la EHU y el Gobierno vasco para financiar un plan de obras ambicioso, «por motivos de seguridad», que abarcaba los tres campus. Según los medios de comunicación el importe económico de este plan alcanzaría los 5 millones de euros. Sin duda un éxito negociador indudable del actual equipo si el plan previsto se materializa.
El equipo de Bengoetxea tiene la intención de revitalizar el campus de Leioa a través de varias iniciativas como el proyecto de una residencia de estudiantes, la creación de nuevas zonas de esparcimiento y la recuperación de la antigua fiesta universitaria. Esa fiesta ya se ha celebrado este año en un ambiente muy alejado de las fiestas del botellón de otros tiempos. Desde luego para dar vida a este campus son necesarias otras actuaciones como resolver el problema del transporte e incentivar la participación de estudiantes y trabajadores a través de actividades culturales, educativas, deportivas, musicales o lúdicas. Y sobre todo cambiando algunas mentalidades arraigadas que consideran a este campus como un mero asiento de actividades profesionales o de estudio. Un campus es un espacio donde se establecen relaciones de todo tipo y se promueve una vinculación entre universidad y sociedad que confiere una personalidad propia a la primera. El campus de Leioa tiene por su emplazamiento unas capacidades grandes para una expansión en este sentido que llene de contenido universitario todas las fechas del año. Si algo resaltaríamos de Bengoetxea, es su sintonía desde un principio con los estudiantes. En las denuncias contra varios profesores por sus actuaciones fascistas y machistas apoyó las intervenciones estudiantiles con claridad, se mostró «muy satisfecho» con la experiencia de la Herri Unibertsitatea, al contrario que sus predecesores, así como la implicación estudiantil en la citada fiesta. En contraposición a otros rectores, que han visto como enemigos algunos movimientos reivindicativos estudiantiles, y aplicado a través de policías y guardas jurados una violencia y un control exagerados, este rector los ha escuchado, dialogado y colaborado con ellos, siempre desde un estricto respeto a sus formulaciones y críticas. Aunque reconocemos que ha tenido a su favor un nuevo contexto político.
Sin embargo, ha habido otras cuestiones donde el equipo rectoral no ha estado a la altura esperada. Uno de ellos ha sido el tema de Palestina donde no hemos observado una intervención como la que se esperaba de la propia universidad. No se ha formulado ninguna declaración al respecto, ni de él, ni de su equipo, ni del Consejo de gobierno. Tampoco un claustro donde se aprobasen las bases para una ruptura de lazos con cualquier tipo de entidad israelí. Desconocemos si se ha tenido en cuenta el documento elaborado durante el rectorado de Eva Ferreira por parte de una mayoría de claustrales. Desconocemos también si a nivel interior ha habido alguna llamada o resolución para paralizar cualquier tipo de colaboración al respecto. Desde luego aquí no se ha seguido el ejemplo de la Universidad de Granada. Nos preocupa este silencio y tenemos que recordar las palabras de Estitxu Garai: «Nuestros expertos pueden liderar el debate público y hacer grandes aportaciones a la sociedad». Qué mayor aportación a la sociedad que el pronunciarse con firmeza ante la barbarie en Palestina.
La otra cuestión donde nuestra valoración no puede ser más negativa es la relacionada con el conflicto que mantenemos con la EHU y que se refleja en esos 33 años que venimos sosteniendo una pancarta en la puerta de entrada al recinto de Leioa. Muchas personas nos manifestaron en su momento su esperanza de que con la llegada de Bengoetxea ese problema histórico pudiera caminar hacia una resolución, más aun cuando leímos unas declaraciones del rector que decían lo siguiente:
«Ya desde la campaña tuvimos una fase de escucha y una idea de responder a todas las solicitudes, iniciativas y peticiones que nos lleguen, aunque sea para decir que no, pero responder y motivar nuestra respuesta. Estuvimos un poco en esa línea de estar constantemente interactuando con toda la comunidad universitaria. Nos consideramos un poco como los responsables de ese proceso colaborativo». Pues bien, remitimos un escrito al rector solicitando una entrevista. No recibimos respuesta alguna. También un grupo de profesores le pidió que continuase con las negociaciones que sostuvimos con la ex-rectora Balluerka, que quedaron interrumpidas. Que sepamos ninguno de los solicitantes ha recibido contestación alguna. Nos consta además que varias personas se han dirigido a él en el mismo sentido, con el mismo resultado. Por lo visto, el rector responde a todos, excepto si se trata de nuestro problema. Y así seguimos.
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