Etxanobe, no y no, dimita
Ilustrísima Elixabete Etxanobe, Diputatu Nagusia de Bizkaia, su gestión en el pretendido despropósito de una subsucursal del Guggenheim Bilbao Museoa en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai está siendo un estrepitoso fracaso, algo tenebroso desde el inicio hasta este cínico final. Usted, que ansiaba aparecer como la brillante política que había solucionado las deficiencias estructurales de Busturialdea imponiendo un sospechoso capricho especulativo, una colonización turística inmobiliaria disfrazada de museo alóctono repleta de signos negativos. Lo único que ha conseguido es sublevar a la población vasca concienciada con su entorno ambiental y hacer un solemne ridículo universal. Se ha laureado en el triunfo de la nulidad y la derrota. La ira popular ha estallado con una abrumadora y global respuesta inequívoca: No y No. Es decir dimita.
Como miembro de los Patrones Fundadores del Museo junto con el Lehendakari de Eusko Jaurlaritza, debido a sus cargos temporales que ostentan, se han puesto en evidencia por su absurdo empeño y lógico desastre ante The Solomon R. Guggenheim Foundation el otro patrón fundador. Probablemente, pensarán qué categoría de políticos tan precaria, solo poder, constituyen este organismo. Un descrédito mundial.
Su reiterada y amenazante frase propia de una dictadora al proclamar con insólita firmeza y seguridad de la imposición que “el museo se construirá sí o sí“, es además de violencia con el medio ambiente y el legado industrial material de Urdaibai, una frase de aroma franquista, una sentencia que la condenó.
Esta esperpéntica provocación implica también al neoliberal lehendakari Imanol Pradales, que desde su toma del cargo en junio de 2024, se declaró, sin pudor alguno, firme partidario de su construcción, con palabras similares a su lema, «Se hará sí o sí». Estas declaraciones de soberbia, infalibilidad y tiranía son un insulto a la razón.
La diputada Etxanobe mostró su ferocidad cultural y voracidad destructiva, tan legendaria y arraigada del PNV en el que se cobija, con la inadmisible y apresurada destrucción en 2024 de la fábrica Cubertera Dalia en Gernika, proyecto de 1957 del notable arquitecto, Luis Mª Gana, muy especialmente de sus magníficas naves. A pesar de las advertencias de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP) y del historiador de la arquitectura Javier González de Durana. Un ultraje a la cultura al demoler uno de los últimos testimonio de la arquitectura industrial de Gernika.
Ya entonces era diputada (5.07.2023) y tuvo la desfachatez de calificar la fábrica, como “Ruinas industriales” con ese epitafio mostró su ignorancia y ruindad cultural, un atentado contra el patrimonio arquitectónico y la sostenibilidad que costó 1.314.222 euros. Irracional e inútil derribo que no ha servido para nada, política de hechos consumados.
¿Por qué esta violencia contra la arquitectura, una de las Bellas Artes, es decir, cultura, para construir un museo innecesario que casi nadie quiere? ¿Qué formación, elemental conocimiento artístico y sensibilidad posee que le permitan saber qué es el patrimonio cultural y el inmenso valor de la Naturaleza? ¿Al servicio de qué clanes actúa sometida con su partido?
También, deberá responder por el enorme despilfarro de dinero público que ha ocasionado para satisfacer un insaciable despropósito que respondía únicamente a los impulsos especulativos del PNV, ya en irremediable descrédito y declive. Incluso la sociedad vasca debería organizarse para judicialmente ejercer la acusación popular por los estragos económicos y culturales causados por su negligente y repudiable ejercicio del cargo.
Después de este gigantesco fracaso, si tiene un elemental sentido de la dignidad y de la responsabilidad social y política de su cargo, debe dimitir inmediatamente. Ha demostrado no estar capacitada para presidir una institución con tanto, demasiado, poder. La sociedad vasca en su mayoría está harta de demasiados ineptos en privilegiados puestos para tan poco y mal hacer.