Pilar Corraleño y Antón Alt
Sindicalistas de ESK-Emergentziak

Euskadi necesita más ambulancias

El pasado 07-08-2015, publicaron en esta sección nuestra opinión sobre la necesidad de más UVIs móviles en Emergencias-Osakidetza, provocando la respuesta de su máximo responsable, Sr. Unanue, creándose así un debate que ojalá sirva para que algún responsable recapacite y ponga en marcha las medidas necesarias para corregir los déficits existentes.

El Sr. Unanue asegura que hemos falseado la realidad y los datos.  Su argumentación es muy sutil, recurriendo a la ya conocida premisa de la Osakidetza pionera, pero no aporta datos.

Como profesionales de Emergencias sabemos que, ante un incidente de máxima emergencia, la excelente coordinación  junto a otros grandes profesionales, será la clave para afrontarla, no lo dudamos y esperamos no tener que comprobarlo nunca.  No sabemos si en Euskadi ocurrirán incidentes como los acontecidos en Galicia o en Madrid, tampoco accidentes de autobuses con jóvenes que van de vacaciones, ni incendios, inundaciones, derrumbes de edificios, ahogados en playas, explosiones en colegios… Emergencias tiene grandes profesionales, y valoramos y agradecemos muchísimo el gran esfuerzo  de las compañeras  y compañeros que investigan, realizan protocolos y nos forman, pero eso no implica que los recursos existentes sean suficientes, sin incluir a todos los privados o subcontratados. Tampoco cuestionábamos a otras organizaciones.  

Nosotros nos referimos en todo momento a los recursos  existentes en la emergencia, un helicóptero, más las ocho ambulancias de Soporte Vital Avanzado-UVIs móviles (SVA-UVIs), sitas en Gasteiz, Laudio, Artaza, Bilbo, Gernika, Urioste, Donostia y Arrasate, más dos de empresas privadas en Elgoibar y Tolosa. Referíendonos y argumentando que los  recursos son  insuficientes, para una buena dimensión de las emergencias.

Dicho responsable “desmiente” diciendo que contamos con 64 de Soporte Vital Básico (SVB) y 20 SVAvanzados-UVIs. Lo que no explica es que de esas 20 unidades que el cita, se incluyen a los que sólo llevan enfermería, es decir serian, 10 SVA-Enfermería (privadas) y las 10 UVIs que llevan médico-enfermería-técnico de Osakidetza, a las que nosotros hacíamos referencia.

¿Dónde está el dato falso, al que se refiere, dicho responsable?

Nosotros solo, hicimos referencia a los SVA-UVIs, pero ya que dicho responsable  menciona al resto de recursos, tanto privados, como públicos, metiéndolos en el mismo saco. Vamos a denunciar, que en los últimos años se ha eliminado  la enfermería que iba en las ambulancias de Derio, Mungia y Gernika, que ahora son Básicas.  ¿Por qué los recursos dotados con una enfermería, capaz de hacerse cargo de pacientes críticos son eliminados?  Los SVB,  suelen ser los primeros en llegar al lugar y prestar la atención sanitaria básica necesaria en ese momento y, lo cierto, es que hay zonas que necesitan más, dado el volumen de avisos.

Pongamos un ejemplo: accidente de tráfico entre Amorebieta y Durango en invierno a las 19:00 horas con una víctima muy grave.  La UVI de zona (Gernika) está atendiendo un infarto en Bermeo, el helicóptero no vuela de noche,  el SVA-Enfermería de la zona está ocupado, trasladando a una persona al hospital, por lo que tendrán que acudir, el SVB y la UVI más cercana que esté libre.  Esta es la realidad que nos preocupa y la que usted rechaza: “Con la lógica de la prudencia, sí estamos preparados para una emergencia, sí, en todo momento”.  Nos irrita leer esto, cuando  atender las emergencias ya es un reto diario, con lo que un incidente extraordinario, significaría un gran inconveniente.  

La OMS recomienda una ambulancia medicalizada por cada 120.000 habitantes. Los profesionales que vamos en las ambulancias conocemos las dificultades que existen en el día a  día para ser realmente eficientes, aunque no las mencionábamos en nuestro artículo: la orografía (amor de tantos montañeros y montañeras, ¿qué puede ocurrir en cualquiera de ellas: accidentes, infartos...?), la densidad de población, el grado de envejecimiento poblacional (se espera un incremento de más de 50.000 personas de 85 o más años en 15 años),  la patología (el 38% de la población vasca presenta alguna enfermedad crónica y se estima el doble para el año 2040), los riesgos inherentes de la zona (estado de las carreteras, carriles cortados por obras, bolardos, climatología adversa...), el número de hospitales y otros centros sanitarios (debería especificar centros sanitarios “útiles”, no siempre  son adecuados para la patología que nos ocupe), la distancia a los hospitales habitualmente destino de los y las pacientes  (tiempos de llegada elevados en muchos casos)…  Y no olvidemos que mientras una UVI está ocupada, la zona será cubierta por la más cercana que esté libre. 

  ¿No da la impresión de que se necesitan más UVIs? Porque un tiempo de más de 10 minutos de llegada en una urgencia, ¡si, es un problema!
 
En cualquier caso, si no hay mucho viento ni niebla y todavía  hay luz suficiente para poder volar, irá el helicóptero, pero el inconveniente, es que la climatología en Euskadi es la que es.

Con su afirmación: “desde la serenidad, que nos aportan nuestros y nuestras profesionales”, nos demuestra una gran confianza  y, sin embargo, no nos quiere escuchar,  cuando transmitimos nuestra preocupación por las emergencias del día a día. Son malos tiempos, pero esta Organización,   primordial para salvar vidas necesita más recursos.

 Quizás nuestra pregunta estaba mal formulada.  Quizás debamos  cambiarla y dejar que cada cual la responda: “Euskadi, ¿Tenemos suficientes recursos avanzados para afrontar el día a día de una emergencia médica?”.

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