Patrik Unzurrunzaga Garate
Miembro de Koroa Biluzik

Euskara ala ez gara

En este nuevo camino que algunos queremos transitar, construir, en contra de este plan globalista, tenemos que empezar a entender que el futuro está en los pueblos y no en los estados.

La resistencia antiglobalista empieza por defender nuestra identidad como pueblo

En uno de los momentos más graves en la historia de la humanidad, en el que quieren destruir la identidad cultural de los pueblos y naciones en un estado global, con humanos robots todos iguales y sumisos; la resistencia empieza por defender lo que nos hace ser a cada pueblo, preservando la riqueza y diversidad que aporta esto a la humanidad.

Podemos resistirnos a un gobierno global, pero si no somos capaces de entender que la raíz de la resistencia está en lo que nos hace ser a cada grupo cultural en el mundo, el globalismo va a conseguir anular lo más maravilloso del ser humano, En nuestro caso, lo que nos hace ser vascos no son unas rayas en un mapa, ni un pasado reino medieval independiente vasco, lo que nos hace ser vascos es poseer en nuestra persona, y en nuestro grupo humano el euskera, es nuestro idioma.

Tener el euskera, ser euskaldun, es hablarlo quien lo sabe, mejorarlo quien lo ha aprendido y aprenderlo o intentarlo el que no lo sabe. Sin euskera este pueblo no es nada. Si seguimos usando el euskera como mero folklorismo, poniendo nombres a niñas y niños, comercios, negocios, empresas en euskera como puro marketing sin darle más valor que ese, seremos los herederos del folklore de un pueblo el vasco que habrá desaparecido.

Sin euskera ni siquiera tendría sentido la independencia. ¿Para qué queremos un estado soberano si lo que nos hace ser ya no nos hace ser? ¿Para repetir los mismos errores que los estados imperialistas pero en pequeñito?

En este momento histórico de inflexión, es más importante que nunca que cada pueblo del mundo proteja su identidad, y en nuestro caso, estamos ante la gran oportunidad de potenciar el euskera. Esa sería una forma muy potente de frenar al globalismo junto a otras formas.

En este nuevo camino que algunos queremos transitar, construir, en contra de este plan globalista, tenemos que empezar a entender que el futuro está en los pueblos y no en los estados. Pueblos libres, ricos culturalmente, con sus propias características e idiomas, que comparten sabiduría y se apoyan los unos a los otros como grupo humano mundial. Un futuro sin elites de ningún tipo, ni dictaduras golpistas, ni dictadores elegidos cada cuatro años con intereses que nunca benefician al pueblo.

Por eso hago un llamamiento desde aquí, para que pongamos sobre la mesa nuestro idioma y cultura dentro del movimiento por la preservación del ser humano, así como que también lo hagan el resto de pueblos del mundo. Esa será la única manera de perdurar ante este mundo de tiranías, que ahora se quiere convertir en una gran tiranía por excelencia, solo un imperio. El mundo entero en manos de unas elites y el resto de los seres humanos sojuzgados, anulados cultural y personalmente, sumisos y obedientes, esclavos al servicio de unos psicópatas. Tú eliges, ser esclavo y un clon sin identidad ni pensamiento propio, o ser libre con tu esencia personal y con la personalidad que te da pertenecer a un grupo cultural; a un pueblo que da lo mejor de él y recibe lo mejor del resto de grupos culturales y pueblos del mundo.

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