Falta usted a la verdad
Es legendaria la facilidad de los políticos para acuñar frases, eslóganes, y latiguillos machacones y pegadizos. Recuerdo a un bigotudo político español que tenía una habilidad especial. ¿Quién no recuerda aquel latoso «váyase, señor X»? O, mi favorito, «falta usted a la verdad». Potente y faltón, y no te llama mentiroso, pero ofende más que un sopapo con la mano abierta. Curiosamente, este señor nos acabó diciendo que había armas de destrucción masiva en Irak y que los atentados del 11M eran cosa de ETA. Pero eso es otra historia.
¿Por qué me ha venido a la memoria esta expresión? El pasado 28 de abril leo en la prensa que el Ayuntamiento da por concluido el proceso participativo en el barrio de Añorga-Txiki con la aceptación de cinco demandas vecinales y desestimando el redimensionamiento del proyecto por el elevado coste para las arcas municipales. El Gobierno Municipal añade que la tramitación de un Plan Especial no contempla un proceso participativo, pero que en este caso se han mantenido ocho reuniones con los vecinos y se han tomado en cuenta muchas cuestiones. En cuanto al innecesario proceso participativo, habría que decir que la responsable de Urbanismo obvia decir que se ha hecho para subsanar el flagrante incumplimiento de Ley (art. 108 de la Ley 2/2006 del Suelo y Urbanismo del País Vasco), al ser preceptivo y no ejecutarse durante la tramitación del anterior Plan General, en el que se elevaba con nocturnidad y alevosía la edificabilidad de nuestro barrio. Falta usted a la verdad. En cuanto a las 8 reuniones, ha habido tan solo 1 con los vecinos y 2 o 3 con una delegación en las que se han limitado a decirnos que tenemos razón, pero que no iban a hacer nada. Si llama proceso participativo a «eso» falta usted a la verdad. En cuanto a las cinco demandas vecinales aceptadas, las mejoras en la regata, la ampliación de la Ikastola y la reurbanización del vial principal ya estaban en el proyecto original, sobre aumentar las plazas de aparcamiento solo se nos ha propuesto que le compremos plazas al constructor a 20.000 euros, IVA y gastos incluidos (en superficie se siguen creando 16 tras destruir más de 70) y, en cuanto al ascensor, resulta que estamos desde hace muchos años en una lista ordenada por prioridades y ya nos toca. Falta usted a la verdad a diestro y siniestro. Llegados a este punto se llega uno a cuestionar si el elevado coste del redimensionamiento será tal, e incluso si no será posible, como niegan, trasladar la edificabilidad a otros barrios de nueva generación que si puedan absorberlo y a otros promotores, generando así recursos sobrados para las posibles indemnizaciones que sean menester. ¿Faltan ustedes a la verdad?
El remate tuvo lugar en el último pleno del Ayuntamiento del 4 de mayo, en el que, durante el debate de la moción presentada por los grupos EH Bildu y Elkarrekin en defensa de los intereses del vecindario, se reiteraron todas estas faltas a la verdad mientras el señor alcalde era abducido por su móvil cuál adolescente en redes sociales. Tan solo levantó la mirada para reconvenir a los portavoces de ambos partidos cuando se acercaron a consolar a los vecinos allí presentes. Extraña escala de valores la del Sr. Goia: es un escándalo hablar con los vecinos, pero normal atender al móvil mientras se debería estar escuchando. ¡Faltan Uds. a la verdad, al respeto y al decoro!
A partir del 28 de mayo tendremos el gobierno que nos merezcamos. Apelo a la inteligencia de todos los donostiarras para intentar conseguir un consistorio que no nos mienta, que nos respete y que nos escuche. Y que anteponga los intereses de los ciudadanos que les pagan y a quienes prometen servir a los intereses del ladrillo.