José Martín Alustiza Madinabeitia, Iruña

Financiación de las ONG

Tenemos en Navarra y en el Estado español gobiernos progresistas, pero se nota poco, porque en sus políticas sociales, fiscales y en las relaciones con la Iglesia Católica no toman las decisiones que los votantes demandan en la relación con ellas.

Miran, con temor, por el espejo retrovisor a las reacciones de los colectivos adinerados y religiosos, no queriendo entrar en conflicto con los intereses de estos. Para eso no les hemos votado. Tienen que tomar las medidas con arreglo al programa electoral por el que ganaron las elecciones, bien es verdad, con el apoyo de otros partidos políticos afines a ese ideario de progreso social y de separación Iglesia y Estado.

Además de no revocar las leyes dictadas por el Gobierno de Mariano Rajoy, merced a su mayoría absoluta, de la Ley Mordaza y de la Reforma Laboral, otro ejemplo de esta dependencia y sumisión es el apartado en los impresos de la Declaración de la Renta de las Personas Físicas referente a la asignación tributaria, donde se mantiene la inalterable la situación que ya denuncié en mi escrito de hace exactamente 9 años con este mismo título y cuyo texto reproduzco actualizado:

«Colaboro desde hace años con algunas ONG, por cierto, ninguna de ellas franquicia del Vaticano, y vengo observando en estos últimos tiempos un cambio en la estrategia para obtener los recursos necesarios para llevar a cabo su encomiable misión.

Como valoro muy positivamente su trabajo, por eso estoy afiliado a varias, quiero poner una pica en Flandes a favor de las ONG, sabedor de que sus necesidades en las actuales circunstancias han aumentado considerablemente debido al enorme contingente de refugiados desplazados por los conflictos bélicos que asolan Asia y África, incrementada últimamente por la situación de la guerra en Gaza y la invasión rusa en Ucrania, y que algunas de las ONG implicadas en su ayuda (Acnur, Cruz Roja, Media Luna Roja, etc.) y de otras más centradas en pandemias sanitarias (Médicos Sin Fronteras, Médicos Del Mundo, etc.) se ven desbordados en su intento de llegar a paliar tantas calamidades.

Es por ello que lanzo ésta propuesta para que les llegue la ayuda en mayor cuantía desde las instituciones, a través de las Declaraciones de Renta, cambiando para la próxima campaña de Renta del 2025 en el apartado referente a: «Asignación tributaria», donde en un espacio muy reducido se puede destinar la cantidad resultante del porcentaje sobre la base imponible o bien «A la iglesia católica» o a «Fines sociales».

Esta simplificación, además de injusta, es anticonstitucional, pues favorece a la religión del Vaticano y discrimina a otras creencias religiosas a la vez que deja desprotegidas al albur del gobernante de turno a las ONG, dándose la aberrante situación en que se ha incurrido en Navarra con los anteriores gobiernos, que los contribuyentes, en un claro rechazo de la opción religiosa, destinaban a «Fines Sociales», el señor Sanz y la señora Barcina y sus Consejeros, en una escandalosa burla al contribuyente, lo canalizaban, mayoritariamente, a través de instituciones controladas por la Iglesia católica.

Por ello hay que reformar los impresos de la Declaración de la Renta y ese limitado espacio donde se ubica la mencionada «asignación tributaria», o bien suprimirlo y que sea el contribuyente el que libremente decida a quién (y cuanto) destina «su» dinero, sea organización religiosa u ONG, o bien ampliar el espacio mediante una hoja anexa en la que se reflejen en dos columnas, en una, la relación de las diferentes opciones de creencias religiosas y en la otra columna, una relación de las ONG debidamente registradas y auditadas, en las que se garantice que al menos un 80% o mejor el 85% de sus ingresos los destinan a los fines para las que han sido creadas. El 15% o 20% restante se justifica para los gastos de estructura y en publicidad para captación de fondos. Así es la información que recibo anualmente de las auditorías con las que colaboro.

Hay tiempo para hacer la reforma que propongo para la próxima campaña de la Declaración de la Renta, tanto a nivel de Navarra, si entra dentro de sus competencias el hacerlo, como a nivel estatal.

Hasta el año pasado recurrían en la proximidad de las fechas navideñas para contarnos la pena mora y remover nuestras conciencias, predispuestas en esas fiestas a ser solidarios, para rascarnos un poco más los bolsillos a los habituales colaboradores y supongo que con campañas generalistas al resto de la población.

Me solivianta la utilización de esa técnica facilona de remover los sentimientos, que permite al insolidario que el resto del año permanece insensible a cuanto acontece a su alrededor, sentirse espléndido una vez al año, y así redimirse de su egoísmo. Así se lo hacía saber a cuantas llamadas recibía en esas fechas.

Este año han cambiado de estrategia. Conscientes de que los Pensionistas hemos cobrado la paga extra a finales de noviembre y constituimos un colectivo permeable a los problemas que acucian a la humanidad, han adelantado la campaña y ya he recibido varias llamadas con ese fin.

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