Jose Domingo Aizpurua Aizpuru, Enkarni Blanco Abad, Josune Onaindia Susaeta, Kepa Escudero Ibañez, Marian Mendizabal Horna, Paula Garcia Rodriguez, Juan Jose Legorburu Gerediaga e Itziar Martinez Sustatxa
Expresas y expresos

Hay espacios de compromiso y calle para todas y todos

Cinco años después del cese unilateral por parte de ETA, resulta evidente que la existencia de personas encarceladas y huidas hace imposible el cierre de cualquier solución integral al conflicto y supone un incuestionable lastre para la normalización de una convivencia futura.

A día de hoy, no son pocos los y las compañeras que aún quedan en las cárceles (387) y las que permanecen huidas a causa de un conflicto que hasta hace bien poco y durante mas de medio siglo se ha expresado a través de la confrontación armada.

Somos varios miles mas las personas que hoy estamos libres pero hemos conocido los avatares de la cárcel, el exilio, el destierro o la deportación a causa de la misma implicación política que las todavía hoy encarceladas y huidas. Sabemos de que va esto y por eso no podemos dejar de estar preocupadas por una situación que se alarga y nos vemos obligadas a ser solidarias con ellas y a comprometernos para conseguir su regreso en libertad.

Cuestiones emotivas y también cuestiones de justicia, son las que nos han llevado a mas de millar y medio de ex-represaliados vascos a suscribir el manifiesto “Amnistiaren bidean, preso eta iheslariak etxera” y a convocar una manifestación bajo el mismo lema para el próximo domingo 17 de abril en las calles de Bilbo.

Con ambas iniciativas queremos dejar constancia de nuestro total compromiso con el regreso y la vuelta a casa de todas las personas que actualmente permanecen huidas o encarceladas. Ni la fecha elegida, ni el lema escogido lo ha sido al azar. Nos manifestaremos, en domingo y no en sábado, para dejar constancia del carácter político de los represaliados vascos, ya que no en vano, el día 17 de abril se conmemora el día internacional de las personas encarceladas por motivos políticos. Por otro lado, el lema de la pancarta tras la que desfilaremos “Amnistiaren norabidean, preso eta iheslariak etxera!” quiere dejar claro que no basta con reivindicar la amnistía, ni podemos dejar que se convierta en un lema vacío e inalcanzable. La amnistía entendida como la vuelta a casa de todos y todas debe ser un camino que haya que comenzar a andar desde hoy, paso a paso pero sin pausa porque no va haber un día D para todas la excarcelaciones. Por otro lado, la amnistía como concepto político integral (la desaparición de las causas políticas que llevaron a los presos a prisión) vendrá de la mano y del éxito del proceso independentista.

Si hasta hace bien poco situábamos la amnistía en los parámetros de un acuerdo político negociado a suscribir con los gobiernos que nos niegan el pan y la sal en todos los terrenos, esos parámetros cambiaron radicalmente a partir de la decisión adoptada por ETA de abandonar definitivamente la lucha armada. Y mas aún, a partir de la constatación de la cruda negativa de los estados a solucionar las consecuencias del conflicto armado ya desactivado.

La realidad del contexto, nos obliga a asumir la posibilidad de una exploración de nuevos caminos para lograr esa tan ansiada a vuelta de los rehenes que se han guardado los estados. No podemos estar esperando a que la cordura se instale en las mentes de sus gobernantes, que cerrándose a cualquier acuerdo pretenden imponer una de dos, o un cierre del conflicto armado sobre la lógica de vencedores y derrotados o la persistencia de un  conflicto sin cerrar en el que enfangarnos. Por tanto, no podemos esperar sine die a un acuerdo bilateral que se presupone incierto, y cuando menos lejano, para la materizaliación de la vuelta a casa de presos y refugiados.

Es evidente que, en este escenario que nada tiene que ver con coyunturas anteriores, está en manos de la sociedad vasca, de la mayoría social favorable a una solución democrática, el articular los mecanismos para desmontar la legislación de excepción y lograr la vuelta a casa de presos y refugiados explorando todas las vías posibles. Logro que ha de comenzar inicialmente explorando todos los cauces penitenciarios y judiciales o, dicho de otro modo, utilizando todas las posibilidades legales. No se puede situar el problema en la utilización de esas vías, en la utilización de todas las posibilidades, sino precisamente en la imposibilidad en muchos casos de utilizarlas porque las legislación de excepción, lo impide. Ese es nuestro reto político, que recorriendo la mil veces mentada legalidad franco-española, seamos capaces de articular la fuerzas suficientes para arrancar a nuestro compañeros de las prisiones y desmontar la excepcionalidad que los retiene presos o atados al destierro.

Ocupémonos por articular fuerza suficiente frente a los Gobiernos español y francés y de desbaratar las resistencias de muchos nativos que han compartido estrategia con ellos y aún comparten intereses por mantener a este pueblo atascado y sin opciones a recuperar su completa soberanía.

Ellos y nosotros, somos conscientes que la relación entre la excarcelación  de los presos y la libertad de Euskal Herria es una relación muy estrecha, y que el avance en uno de los carriles conlleva el innegable avance en el otro. Echemos a andar en ambos y hagamos que el proceso independentista y la vuelta a casa de presos y refugiados se retroalimenten.

En el campo de batalla para luchar por traer a los presos a casa y para solidarizarse con ellos por un motivo u otro hay terreno de juego para todos. Existe el amplio y plural espacio de los derechos humanos que la sociedad vasca mayoritariamente aprueba; existe el espacio democrático desde donde reivindicar la resolución democrática del conflicto político y las consecuencias del mismo (Euskal bakerako bidea); y existe también el espacio para el reconocimiento político de los presos y refugiados, para el reconocimiento del proyecto político por el que los presos políticos han luchado, luchan y lucharan en el futuro. Este ultimo, es precisamente el espacio que le corresponde a la izquierda abertzale y a quienes habiendo sido presos o refugiados no hemos hecho mas que renovar nuestra opción militante por la independencia y el socialismo.

El trabajo y la lucha en cada uno de esos tres espacios de compromiso no está para nada reñido con la exploración y el aprovechamiento por parte de los presos de la legislación vigente en materia jurídica y penitenciaria.

En esas estamos todos los que el pasado día 13 de marzo estuvimos en Usurbil y el próximo 17 de abril estaremos en Bilbo para desde La Casilla llenar la calle Autonomía de esperanza y compromiso por el regreso de todas las personas presas y huidas.

Buscar