Neskutz Rodríguez
Portavoz de Podemos en las Juntas Generales

Hipocresía en tiempos de guerra

El 31 de marzo de 1937 la aviación legionaria italiana, en coordinación con las tropas franquistas y alemanas, utilizó Durango como campo de prueba de nuevo armamento y bombas incendiarias para bombardear a la población civil. El 26 de abril de 1937 la Legión Cóndor alemana y las tropas franquistas bombardearon y destruyeron Gernika.

En febrero de 2003 ejércitos occidentales invadieron Irak con la excusa de poseer armas de destrucción masiva.

2014, 2015, 2016, 2017. Siria, Yemen, Palestina, Sudán y otras zonas de conflicto en guerra.

Todas estas crueles acciones bélicas son dos caras de una misma moneda. Por un lado provocaron miles y miles de personas asesinadas, heridas, obligadas a exiliarse y buscar refugio en otros países huyendo del miedo, de la muerte, de la persecución. Y en la otra cara de la moneda, millones de dólares de ganancias para la industria armamentística.

Durante estos días del 80 aniversario del bombardeo de Gernika, escuchamos a los partidos del gobierno recitando grandes discursos solidarios para con las personas refugiadas y a favor de la paz; viajes al campo de concentración de Auschwitz para plantar un retoño del árbol de Gernika y peticiones de verdad, justicia y reparación sobre los bombardeos del pasado. Pero para el presente nada. Para el presente sólo hipocresía vestida de buenas palabras y de leyes incumplidas.

¡Qué gran contradicción! Mientras nos lamentamos y nos alarmamos ante las imágenes de miles de personas muertas en el Mediterráneo, exportamos y financiamos las guerras con dinero público a través de programas de I+D+i y producción de equipamiento militar y armamento.

La Ley 14/2007 de 28 de diciembre, la Carta de Justicia y Solidaridad con los Países Empobrecidos de Gobierno Vasco, en su artículo 3.3 recoge que «en sus políticas de promoción y apoyo a las empresas, el Gobierno Vasco no colaborará de ninguna forma con aquellas personas físicas o jurídicas dedicadas a la producción, comercialización y financiación de armas».

Pocas veces, en un artículo de una ley vemos tantas mentiras. No colaboraremos en la comercialización de armas, pero el pasado 13 de marzo se envió un cargamento de explosivos a Arabia Saudí desde el Puerto de Bilbao. No colaboraremos con personas jurídicas dedicadas a la producción de armas, pero el Gobierno Vasco colaboró en 1989 con la empresa vasca SENER y la británica Rolls Royce en la creación de la empresa ITP bajo el programa del Eurofighter Thyphoon para la creación de un avión de combate europeo. SENER mantiene también contratos con empresas de armamento israelí y es una de las grandes empresas vascas con contratos públicos. Además, la Diputación Foral de Bizkaia ha terminado en 2017 la construcción de la nave industrial de la fábrica Precicast, filial de ITP y dedicada al transporte militar Airbus. Tanto para Gobierno Vasco como para la Diputación Foral de Bizkaia, el sector de la aeronáutica, militar y civil, es un sector estratégico y estas empresas son beneficiarias de gran parte de las ayudas de programas de I+D+i. La colaboración entre instituciones y empresas dedicadas a la producción armamentística no es solo económica sino también estratégica.

Tampoco colaboraremos con personas jurídicas dedicadas a la financiación de armas, pero el BBVA, una de las mayores entidades financieras que invierten en el sector armamentístico a nivel mundial (más de 2 mil millones de euros entre 2011-2016) es colaboradora de las diferentes instituciones vascas y mantienen  diferentes convenios de colaboración público-privada, entre ellos, el objetivo de convertir Bizkaia en un Hub financiero de referencia.

Esta misma ley concluye con esta declaración «Por consiguiente, ordeno a todos los ciudadanos y ciudadanas de Euskadi, particulares y autoridades, que la guarden y hagan guardarla». Al bombero de la Diputación Foral de Bizkaia que cumplió con esta ley porque no colaboró en la comercialización de explosivos a Arabia Saudí, se le ha abierto un expediente que le puede costar empleo y sueldo.

Para 1937 fotos, declaraciones institucionales, recibimiento de delegaciones y hermanamientos de pueblos, homenajes, peticiones de verdad y reparación.

¿Y para el ahora qué? Para 2017 exportación de guerras, fabricación de armamentos y equipamiento militar, industria estratégica por el beneficio económico, lamentos y penas por las sangrientas y crueles imágenes de las guerras. No son nuestras. No son nuestros refugiados ni refugiadas.

¿Qué pensaríamos si las bombas que se lanzaron en Durango o en Gernika, o en tantos otros pueblos de Euskal Herria, hubieran salido del Puerto de Bilbao? Maldita hipocresía.

Buscar