Apenas recibida el alta médica de su estancia en el hospital por padecer Covid 19 el Sr. Enrique Maya ha vuelto a la actividad pública mediante una carta dirigida a los profesionales sanitarios que le han atendido durante su convalecencia. En dicha carta el Sr. Maya se deshace en elogios hacia estos profesionales y por extensión a todo el personal sanitario que lucha en primera línea contra la pandemia. Bonitas palabras…pero vayamos a los hechos que siempre son mas clarificadores que la retórica.

Sr. Maya, usted es un miembro destacado de UPN, partido que ha aprobado durante años los presupuestos «sanicidas» de sus socios del PP, presupuestos que redujeron el gasto en sanidad en 21.000 millones de € desde 2009 (fuente Cumbre Social), recortes que su partido ha practicado también en Navarra cuando ha gobernado. Por lo tanto, usted forma parte de esa clase política que –además de robar miles de millones de €– , ha cerrado hospitales, ha hecho desaparecer miles de camas, ha eliminado miles de puestos de trabajos sanitarios, ha reducido a mínimos la I+D sanitaria y ha desarrollado políticas dirigidas a beneficiar a la sanidad privada –como no, siempre unida a su partido mediante lazos ideológicos, económicos, familiares y religiosos– en detrimento de esa sanidad pública que hoy dice elogiar y que durante años han despreciado y vilipendiado. Hechos no palabras.

Mas le diré, esos recortes en sanidad que usted y sus compinches han perpetrado cada vez que han gobernado son los que han condenado al personal sanitario que hoy le ha salvado la vida a hacer frente a la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años en unas condiciones de trabajo deficientes y con un altísimo índice de riesgo, circunstancia que hasta hoy ha supuesto que 23 sanitarios/as hayan fallecido y mas de 20.000 estén contagiadas. Muertes y contagios producidos por un virus letal que ha tenido en las políticas sanitarias, sociales y económicas implementadas por ustedes la mejor pista de aterrizaje posible. Su partido y Vd. son cómplices de este desastre, así que menos flores y mas disculpas.

Por ello, su palabrería aduladora no es mas que un ejercicio epistolar de cinismo, desfachatez y verborrea populista, porque hace falta jeta –pero mucha jeta– para adular hoy a las personas con cuyos trabajos, ilusiones y vidas ustedes han jugado hasta antes de ayer y con las que a la vista de su carta siguen jugando sin ningún escrúpulo. Vomitivo, igual que el amañado aplauso al mas puro estilo NODO que protagonizó usted a la salida del hospital y que las RRSS se han encargado de difundir para su vergüenza.

Si quiere demostrar que me equivoco lo tiene fácil: denuncie la praxis política y chanchullos de su partido, pida perdón por las fatales consecuencias de su actividad política y renuncie a los pingues e inmorales beneficios que esta le proporciona, reconozca que la ideología política que mueve sus actos es nociva para la sociedad y jure que nunca más va a formar parte de organización alguna que -como UPN- atente contra el sistema sanitario público. No tenga duda de que entonces rectificaré mi opinión sobre usted. Mientras tanto sostendré firme y públicamente que usted es un hipócrita de tomo y lomo.

Que Vd. se recupere bien de la enfermedad, gracias a personas como usted otros miles de personas no han podido ni podrán hacerlo.