Iulen Lizaso Aldalur

Intromisión institucional y PISA

Me ha bastado leer la introducción y el epílogo, para «rumiarlo» y crear poso de discernimiento en la difícil búsqueda de la piedra angular donde podría apoyarse un buen sistema educativo basado en la comprensión aplicada y no en la memorización planificada exclusivamente para aprobar el examen.

Su titulo: “No hay respuesta sencilla a un problema complejo”, fue suficiente «reclamo» para detener mi repaso de prensa. Quizás emulaba a aquella cita de Einstein invitándonos a la reflexión mas que a la acción: «Si tengo un problema por resolver, me gustaría pasar 55 minutos pensando sobre el problema y 5 minutos pensando en la solución»

A raíz de conocer los resultados del informe PISA, recopilé bastante literatura «en cartera», pero me quedo solo con este y con el que hace años escribió sobre un anterior informe Koldo Saratxaga.

Del artículo del profesor de la UPV/EHU Jenaro Guisasola destaco la conclusión final como reivindicación de lo mas reseñable históricamente en países a la cabeza del informe PISA, y se resume en la falta de metodología común en todos los niveles educativos y de autonomía en los centros hasta para elegir el menú: “La clave de una enseñanza de calidad está en que el profesorado lidere el proceso....se debe escuchar al profesorado y dejar que tome parte activa en la normativa legislativa.”

Koldo Saratxaga en su artículo: “No más fracaso escolar” nos presentaba su «radiografía» desde la raíz de las causas del abandono y falta de motivación de muchos que no lo hacen y siguen arrastrando fracasos en lo personal y académico: «La escuela nació como una institución uniformadora y continúa siéndolo; su indiferencia real traduce la diversidad en desigualdad. Hay que dar una atención diferente, no hay dos personas iguales. A los 5 años el 98% de los niños son genios y 10 años mas tarde solo el 15%…»

Desde la antropología educativa y cognitiva, sin ser experto, para mi esta pérdida de la Memoria Vital que traemos todos al nacer (no la heredada de nuestros padres), se debe a que en esos 10 años nos la suplantan o «aplastan» por una memoria intelectual, académica, escolástica... en definitiva por todo lo que tiene que ver con lo ideológico, productivo y tradicional. Máxime en estos tiempos, suplantada por una memoria virtual ligada a las nuevas tecnologías, con consecuencias de refracción en la conciencia y deformación en la mente, pues a través de las mismas se dan paradojas como conseguir acercar a personas que están lejos y alejar a las que tenemos al lado... en particular por quienes se les llama la «generación de los cabizbajos».
 
Ya lo anunció Einstein: «Temo en que el día que la tecnología supere a la interacción humana, el mundo tendrá una generación de idiotas». Lejos de quienes promueven las pedagogías alternativas (educación prohibida) y sus logros, de los que Saratxaga destaca como rasgos: ciudadanos con valor añadido para la comunidad; seres humanos que se manejan con autonomía tras alcanzar el pensamiento crítico, analítico y creativo… a través de relaciones presenciales y no virtuales.

Desde la psicología educativa, si se implicara con los docentes como un ameno detective mas que como un funcionario agobiado rellenando informes y formularios para la burocracia institucional, permitiría al pedagogo descubrir en cada alumno lo mejor que lleva dentro, motivándole a «tejer» su biografía humana para poso de autoestima, que le permitiría ser feliz como valor personal y aportación al bienestar común. De lo contrario, como también dice Saratxaga: será toda su vida un mandado, dependiente, reivindicativo, infeliz, y  con pocas aptitudes y menos actitudes.

En instancias político-educativas, la clave para manejar con éxito los problemas nos la da el sabio: 55 minutos pensando en el problema y 5 en la solución. Lo inverso nos ha llevado a un fracaso debido a las eternas prisas institucionales de cumplimento programático-burocrático de un curriculo educativo inflexible y denso, sin reparar en que el éxito es el camino o proceso formativo y no tanto el título. Así, ¿porqué improvisan y experimentan con nuestros niños y adolescentes, cuando conocen bien como lo vienen haciendo países a la cabeza en el éxito en la formación integral como personas y no parcial «embutidas» de materias que nada tienen que ver con la promoción del arte y la sensibilidad: música, audición, declamación, oración, armonía mental y emocional... en lo sensitivo y el sentimiento y no tanto en lo sensual?
Talentos para el sentir del alma, como cuando John F. Keneddy hace medio siglo hizo su apuesta para un nuevo «mercado de valores»: «Los niños son el recurso más importante del mundo, la mayor esperanza y la mejor inversión para el futuro.»

Menos «cocina» y consensos políticos y mayor acceso a agentes sociales, culturales y académicos: debatir y debatir al margen de ideologías políticas e intereses empresariales, transfiriendo de manera real el anunciado empoderamiento ciudadano, para acceder a una educación mas silvestre y menos «moderna», además de como escuela, para modo de vida sin dogmas, pues como dijo el filósofo Antistenes: «La clave del aprendizaje en la vida está en desaprender lo que es falso».

Fue en un café de la plaza de la Bastilla en París donde se creó en 1.992 el primer «café philo» o gabinete filosófico abierto al público a modo de «dispensario» de modos de vida: «Filosofía popular y café para cambiar el mundo» . A uno de sus promotores, el filósofo Bruno Magret, le pidieron que relatara la experiencia que más le había marcado: El día en que una joven me dijo «señor, usted me hace crecer» y el resto de alumnos le respondieron: «él está aquí para eso». Esta es una gran aventura aunque (como dice Jenaro Guisasola) a veces el viaje sea difícil. No diré que hago lo que debo, pero si diré que hago lo que amo. Otra gran experiencia: empecé un café-philo con niños de nueve años y ahora están terminando con gran éxito personal y académico sus estudios. He visto su progresión y eso es excepcional.

La Filosofía era obligatoria pero solo en su historia y biografías; hoy es opcional (en Ciencias ni eso). A pesar de ello y aún siendo el testigo en el sistema de instrucción pública, de que el resto de las asignaturas, e incluso la vida misma, pueden merecer la pena, sigue bajando enteros en la «Bolsa de valores docentes» o baremo de eficiencia de «transferencia a la sociedad».

Como arte de la reflexión, se contrapone a esos dos parámetros de proyección hacia una universidad mercantilizada en la que solo se titulan un 15% de quienes iniciaron Primaria. Esta mentalidad supone una rémora en el desarrollo humano de nuestros hijos y nietos y en lo colectivo consolida la indiferencia en una ciudadanía ya de por si muy pasiva. Así, ¿que otro resultado esperaban de los jóvenes de la CAPV, quienes para la docencia, aún confían en elucubraciones ajenas mas que en la re-evolución y restauración de la experiencia natural?

Que diferentes resultados con orientaciones como las del psiquiatra Augusto Cury: Además de humanizar el conocimiento, hay que potenciar la imaginación frente a la información. La escuela comete un error cuando se centra en tratar de que los alumnos acumulen información y más información. Más del 90% de la información que se acumula en el córtex cerebral no se rescata. Es más importante organizar y desarrollar el pensar con ejemplos, desarrollar el raciocinio esquemático, la invención.

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