Fernando Merino
Doctor en Ciencias Económicas Sarriko EHU-UPV

Juan Sebastián Elkano

En todas las actividades programadas en esos lugares para celebrar tan sentidas efemérides, se pretende dar un colorido patriótico español en unas tierras vascas donde se considera importante fortalecer ese sentimiento. Se hace intervenir a importantes oficiales del ejército de tierra y de la armada. Es como si se padeciera un reflejo atávico del tiempo franquista y anterior, donde no podía haber una celebración civil sin la participación activa de las Fuerzas Armadas.

 

Celebramos el V Centenario de la primera vuelta al mundo cuyo honor y gloria corresponde a J. S. Elkano.

Cuando analizamos eventos históricos, nos encontramos con varios problemas, primero la diferencia entre la historia oficial y la historia real, segundo la interpretacion de los acontecimientos y tercero, la consideración de los eventos como entidad en sí mismos, aislándolos de la sociedad donde ocurren.

Primer problema, todos los países tienen su historia oficial escrita por los vencedores y la historia real escrita por la vida misma que normalmente no coincide.

La Historia Oficial sirve para crear adhesiones, fortalecer señales de identidad y crear sentimientos de pertenencia a grupos étnicos, religiosos, nacionales, políticos, etc., mediante la mitificación de los acontecimientos. La objetividad no es lo importante.

La Historia Real es la objetividad por excelencia de los hechos, enterrada y olvidada por el paso de los años y que muchas veces entra en contradicción con los intereses imperantes en el momento.

Segundo problema, la interpretacion de los acontecimientos supone que hoy no podemos juzgar los acontecimientos del año 1500 con la mentalidad de aquella época, de forma acrítica, como si el tiempo no hubiera pasado. Por el contrario, juzgaremos desde el punto de vista actual, analizando los hechos y las consecuencias posteriores de los mismos.

Tercer problema, considerar los eventos en sí mismos, de forma aespacial, como si tuvieran sentido en sí mismos al margen de la sociedad en que se producen.

En el año 1500 la fortuna de los monarcas era la del estado y viceversa. No se diferenciaba entre la propiedad particular del monarca y la del erario público. Era necesario que se desarrollara la Hacienda Pública y se crearan los Bancos Centrales de los países para diferenciar la fortuna del rey de la del estado, y para ello faltaban muchos siglos.

Todos los estados-monarcas querían incrementar su patrimonio particular anexionando territorios por conquista, descubrimiento, matrimonio o herencia, etc., por lo que las desavenencias mercantiles y familiares terminaban en guerras.

Todas las expediciones de descubrimientos y conquistas se revestían oficialmente con razones altruistas y grandilocuentes que ocultaban las razones verdaderas de aumentar los patrimonios y riquezas de los promotores. Las expediciones del Descubrimiento de América, la expedición de Magallanes-Elkano, etc., tuvieron las mismas motivaciones mercantiles.

La propiedad de las nuevas tierras descubiertas o por descubrir en el mundo, se repartió entre los monarcas portugués y español mediante el Tratado de Tordesillas de siete de junio de 1494. Una línea imaginaria dividía la propiedad. Del océano atlántico hacia el oeste para el monarca español y hacia el este para el monarca portugués.

Fernando Magallanes súbdito del monarca portugués, creía como Cristóbal Colón, que navegando hacia el oeste podían llegar a las islas de las especias.

En aquella época se consideraba que el rey de Portugal era el más rico de la cristiandad, gracias a las especias de oriente provenientes de la zona que era propietario desde 1511.

Magallanes propuso su proyecto de descubrir nuevas rutas hacia las islas de las especias al rey de Portugal que lo desestimó porque ya tenía su ruta establecida, lo que llevó a Magallanes a ofrecer el proyecto al rey de España.

El rey de España finalmente aprobó el proyecto y corrió con la mayor parte de la financiación de los gastos de la expedición comercial, junto con algunos particulares que aportaron el dinero para aparejar cinco naves, unos doscientos cuarenta hombres, bastimentos y equipo para una larga travesía, además de mercaderías y abalorios con los que captar a los nativos de las tierras que descubriesen.

En las Capitulaciones de Valladolid de 1518, se nombra a Magallanes, almirante de la flota, gobernador y adelantado de todas las tierras que descubriese, además se fijan los salarios y emolumentos del personal. Hoy día esos títulos serían equivalentes a Notario, para dar fe de que las nuevas tierras pasaban a la propiedad del rey de España.

Esta nueva situación convirtió en traidor al súbdito Magallanes respecto a su rey portugués, el cual intentó de mil arteras maneras hacer fracasar el proyecto. Hoy día por la misma conducta, sería considerado Magallanes como un ejecutivo VIP.

En el año 1519 parten de Sanlúcar de Barrameda cinco naves con aproximadamente 240 hombres bajo el mando de Magallanes, siendo un miembro más de la expedición comercial J. S. Elkano.

El objetivo de la expedición es abrir una nueva ruta comercial con las islas de las especias por occidente. Además llevan la orden expresa del rey de España, de no invadir zonas bajo el dominio portugués. Se trata de no entrar en polémicas con el rey de Portugal que a la sazón, andaba en tratos de uniones familiares con el rey de España.

Los detalles de las miserias, revueltas, muerte de Magallanes, elección de Elkano para comandar el retorno de la expedición, etc., son ampliamente conocidos por lo que no insisto en ellos.

La población indígena de las nuevas tierras seguiría el desarrollo habitual de la época respecto a los países coloniales.

En Mactán, el 27 de abril de 1521 muere Magallanes. Envió éste, un mensajero nativo para advertir al «reyezuelo» de la isla que debía reconocer al rey de España como su señor y pagarle los tributos adecuados. El enfado de los nativos motivó una desigual batalla numérica en la que muere el valeroso Magallanes.

Es de significar que cuando deciden volver a casa desde Filipinas, Elkano, ordena volver por occidente porque los vientos del monzón de invierno de la época le favorecen, contraviniendo la orden del rey. La otra nave que volvió por oriente nunca llegó a su destino.
Elkano llega a Sevilla con la nave Victoria en septiembre de 1522, junto con otros diecisiete marineros supervivientes, hambrientos, enfermos y exhaustos.

Elkano, además de fama, quería obtener réditos económicos de la expedición pero no recibió todo lo que deseaba. El rey de Castilla le concedió una pensión anual de 500 ducados y la inclusión en su escudo de una esfera del mundo con la leyenda en latín «Primus Circundedisti me» (El primero que me circundaste).

La ambición de poder y riqueza del rey de España, no se conforma con nuevos territorios de ultramar y fuentes de riqueza (las especias, etc.), sino que a la sazón aspira a anexionar el Reyno de Navarra.

El reino de Navarra entre los reinos de Aragón y Castilla fue apetencia largo tiempo sentida por ambos reinos.

La conquista de Navarra por el reino de Castilla comenzó en 1134 y terminó en 1524. Durante estos años, Castilla fue minando el poder de Navarra por procedimientos varios, hasta que por fin, con las huestes del Duque de Alba al mando de los tercios españoles, junto con la participación de ciertos jauntxos vascongados, consigue su objetivo en 1524. En años posteriores, la monarquía navarra aliada a la francesa tratará infructuosamente de recuperar su poderío.

La expedición comercial de Magallanes-Elkano comienza en 1519 y termina en 1522. Durante esos años el Duque de Alba trabaja en Euskal Herria conquistando Navarra.

Actualmente se pretende olvidar el carácter comercial y mercantil que inspiró la expedición Magallanes-Elkano, por otros fines más etéreos y espirituales. El objetivo era obtener el máximo beneficio en tierras y dinero para repartirlo entre los socios o accionistas, esto es, entre los propietarios del capital. En este caso, el rey de España y algunos particulares.

Coincide en estas fechas que se celebran el quinientos aniversario de la batalla de San Marcial en Irún y en Getaria la primera vuelta al mundo, y el trescientos aniversario de la participación del ejército español en Gipuzkoa con ocasión del traslado aduanero de 1717 y represión de la Matxinada de 1718.

En todas las actividades programadas en esos lugares para celebrar tan sentidas efemérides, se pretende dar un colorido patriótico español en unas tierras vascas donde se considera importante fortalecer ese sentimiento. Se hace intervenir a importantes oficiales del ejército de tierra y de la armada. Es como si se padeciera un reflejo atávico del tiempo franquista y anterior, donde no podía haber una celebración civil sin la participación activa de las Fuerzas Armadas.

La conciencia ciudadana es la que pone en valor la diferencia que pueda haber entre la historia oficial y la historia real de un pueblo.

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